miércoles, 13 de agosto de 2025

Confirmación de la sorpresa

 


Hace quince días titulaba con Agradable sorpresa la entrada en la que comentaba el anterior libro del autor. Ahora, efectivamente la sorpresa queda algo más que consolidada. Estamos ante otro magnífico trabajo de no ficción en la línea de los mejores que se están haciendo en otros países por gente como Carrère, Vuillard o el mismo Sands.

Dice el autor:

“Sin embargo, el viaje de este libro de no ficción pura había comenzado mucho antes. Latía ya en dos planos contrapuestos: su ostentoso anverso, su invisible reverso”. (p. 295)

En esos dos planos divide Cerdá cada uno de los once capítulos que conforman el libro y que se corresponden con los días del traslado de los restos de José Antonio Primo de Rivera desde Alicante a El Escorial.

En el anverso, el traslado a hombros de falangistas de todas las partes del país. Ostentoso porque fue un ejercicio de ostentación del poder y el dominio sobre la población.

En el reverso, en el mismo estilo que en su anterior libro, va mostrando de forma breve diferentes situaciones personales sobre todo, pero no solo, del bando de los perdedores, unos que son personajes públicos y otros que no. Así, entre los primeros, Elena Fortún, Miguel de Molina o Miguel Hernández; entre los otros: un exiliado prisionero en un campo del sur de Francia, una joven anarquista presa, una comunista condenada a pena de muerte, y también, un requeté muerto por enfermedad en un hospital o un alférez provisional que va a morir por las heridas que tiene.

Detrás de todo esto hay un trabajo de investigación realmente excepcional. Todos los casos son casos reales y de todos da cuenta en el capítulo de fuentes. Ahora bien, con ser esto algo importante lo es más aún la forma literaria con la que el autor reviste todas las historias. En este sentido tengo que destacar cómo, en las partes del anverso, ha sabido reflejar de forma precisa el lenguaje de los vencedores. A veces utiliza textos de algunos de ellos, pero las descripciones son suyas y son algo más que magníficas. (Aquí no puedo remediar hacer un inciso personal. Nací en 1949 y me eduqué escuchando a diario esa retórica y cantando esas canciones).

De un libro de 320 páginas en formato grande se pueden destacar multitud de aspectos y momentos. A mí me gustaría hacerlo con el magnífico extracto de 50 puntos con el que resume el pensamiento de Primo de Rivera. Creo que si se leen atentamente se puede concluir cómo no se debe utilizar hoy el calificativo de fascista con tanta facilidad y frecuencia para grupos que no lo son porque son incluso algo peor.

En fin, un libro muy muy recomendable aunque, eso sí, un libro que creo que se debe leer poco a poco, que no admite una lectura muy seguida. Yo recomendaría leer un capítulo, un día, cada día.


Paco Cerdá, Presentes.

 

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