Este tercer volumen que el autor dedica a la historia
de la Italia mussoliniana está centrado en el período de los años 1938, 1939 y
1940. Es curioso que el segundo volumen terminara en 1932, es decir, que ha
decidido saltarse esos años imagino que porque no suponen especiales novedades
en el devenir de la consolidación del fascismo.
En el segundo vimos un sinfín de controversias,
debates e incluso fuertes enfrentamientos entre diferentes sectores del
movimiento fascista por cómo se debían hacer determinadas cosas. En este
tercero todo eso ha desaparecido. El PNF está perfectamente asentado en el
poder, no hay ya ningún tipo de oposición, el Parlamento ha desaparecido y se
ha convertido en una cámara en la que solo están miembros del partido fascista
y las principales medidas para convertir Italia en el estado totalitario
deseado por Mussolini ya están tomadas.
Así pues, estos tres años se dedican a otros temas
que, además, son los relevantes en la Europa del momento. Sin dejar de tocar
otros aspectos aunque sea tangencialmente, este volumen se centra
principalmente en tres temas.
Por un lado, durante 1938 se van dando pasos en la
represión de los judíos hasta culminar en la Declaración sobre la raza. Sin
llegar a los extremos de la Alemania nazi, la represión fue bastante dura.
En segundo lugar, es un tema central la relación que
debe tener Italia con Alemania (hay que tener en cuenta que es la época de la
Conferencia de Múnich, de la entrada en Checoslovaquia, etc.). En este apartado
son muy interesantes los diferentes documentos que se reproducen con la
correspondencia entre Hitler y Mussolini.
Finalmente, con el inicio de la guerra tras la
invasión de Polonia y la declaración de Francia y Gran Bretaña, Scurati da
cuenta de las vicisitudes y los entresijos de la postura que iba a adoptar
Italia. En este sentido es interesante cómo Ciano, ministro de Exteriores, era
opuesto a la entrada de su país en el conflicto, así como las dudas de
Mussolini sobre el momento de hacerlo entre otras cosas por la escasa
preparación de su ejército y las carencias de material de guerra.
En definitiva, unos temas radicalmente distintos a los
del anterior volumen como por otra parte corresponde dado el muy diferente
momento de la situación europea.
A mí en particular es el libro que más me ha gustado
de los tres porque, además, creo que es el que está narrado con la mayor
agilidad sin perder un ápice de la calidad literaria y de la profundidad del
análisis histórico.
Hay una extensa e interesante reseña de Álvaro CastroSánchez en conversacionsobrehistoria.info.
Por mi parte solo queda recomendar la lectura tanto de
este como de los libros anteriores sobre todo a los aficionados a la historia,
pero también a quienes quieran leer una buena historia muy bien contada.
Antonio Scurati, M. Los últimos días de Europa.
Traducción Carlos Gumpert.