lunes, 15 de noviembre de 2010

Interesantes ideas de Zygmunt Bauman sobre la responsabilidad individual y el mal

Todas las citas provienen de: Zigmunt Bauman, Miedo líquido. La sociedad contemporánea y sus temores.


La lección más devastadora en el terreno moral de Auschwitz, de los gulags o de Hiroshima no es que podríamos ser recluidos en cualquier momento tras una alambrada de espino o conducidos en masa a las cámaras de gas, sino que (dadas las condición es apropiadas) podríamos ser nosotros los vigilantes de los campos de concentración y los que introdujéramos los cristales blancos venenosos en los conductos de las chimeneas de las cámaras.


Las víctimas de Eichmann fueron “personas como nosotros”. ¿ pero no lo fueron también _por poco que nos agrade la idea_ muchos de los ejecutores al servicio de Ecihmann, sus carniceros, y el propio Eichmann?



(..) la apuesta que parece más segura sea la de asumir que todas las personas sin excepción son proclives para ser reclutadas al servicio del mal.


La densa red de interdependencia nos convierte a todos en objetivamente responsables( es decir, en responsables tanto si lo sabemos como si no, tanto si nos gusta como si no y_ aspecto éste crucial desde el punto de vista ético tanto si responde a nuestra intención como si no) de las miserias de los demás; nuestra imaginación moral, sin embargo, ha sido históricamente confirmada para ocuparse únicamente de “los demás” que viven dentro de un círculo de proximidad espacial y temporal determinada al alcance de nuestra vista y de nuestro tacto, y no ha hecho progresos notables más allá de esa limitación tradicional (¿endémica?)


“La distinción _explica Dupuy_ entre un asesinato como resultado de un acto individual intencional” y el asesinato que es producto de “la preocupación excesiva de los ciudadanos egoístas de los países ricos por su propio bienestar mientras otras personas se mueren de hambre” es cada vez más difícil de sostener.

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