jueves, 4 de diciembre de 2014

Corto pero intenso ensayo




 
Aunque varias veces he tenido este libro en las manos en la librería, no me decidía a comprarlo. Al leer el reciente estudio sobre el exilio de Zweig, me enteré de que es de lo último que escribió y eso me animó. He acertado.
Son poco más de 100 páginas, de hecho es un escrito inacabado, pero en ellas, además de poder  conocer un poco quién era Montaigne, queda muy bien reflejado quién era Zweig y qué le preocupaba por esas fechas. Casi se podría decir que toma a Montaigne como pretexto para hablar de su situación, con muy pocas palabras, efectivamente, pero muy bien trabajadas y medidas. La libertad individual, la necesidad de vivir cada uno su propia vida, el humanismo, la tolerancia, el cosmopolitismo, los libros como permanente presencia, etc. Como se ve, alguno de los temas que aparecen a lo largo de toda su obra.
Tiene este libro el mérito añadido de escribirlo cuando ya estaba en Brasil y ser muy poca la documentación y la bibliografía que le quedaba, pero se nota que había hecho una buena lectura de los Ensayos y, desde luego, que tenía algo más que respeto por el pensador francés.
Los aficionados a Zweig creo que disfrutarán con su texto,  y para los que no lo conozcan puede ser un buen aperitivo.
 
Stefan Zweig, Montaigne

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