lunes, 4 de diciembre de 2017

Una novela de espías que no lo es



“La pericia de Nguyen puede compararse con la de maestros como Conrad, Green y le Carré.” “Un clásico moderno de la ficción bélica.” “El simpatizante se lee en parte como ficción histórica, en parte como thriller de espionaje y en parte como sátira.”

Comienzo el comentario del libro reproduciendo estas frases que extraigo de las que pone la editorial en la solapa y que recogen fragmentos de críticas hechas en la prensa estadounidense. Gracias a la contraportada y a frases como las reproducidas me decidí por la compra del libro.
Como casi todo en la vida, lo importante son los matices y en este caso tengo que hacer varios. Creo que no le hacen ningún favor al autor si lo comparan con John le Carré porque ni en el tema ni en la forma de desarrollar una novela tiene nada que ver; El simpatizante puede ser muchas cosas, de hecho es un libro difícilmente clasificable, pero desde luego no es un libro de espías aunque sí lo sea su omnipresente protagonista. Tampoco creo que se trate de una ficción bélica, aunque sus protagonistas sean militares (el General, el capitán canoso, el teniente apático, el comandante) y hayan combatido en la guerra del Vietnam. Creo que lo más acertado es decir que se trata de una sátira social y política con el trasfondo de esa guerra y el pretexto del espionaje.
En esa sátira salen bastante malparados los Estados Unidos tanto por sus políticas globales y la visión que han ofrecido de ellas,  como por el trato dado a los refugiados e inmigrantes. En las muchas páginas dedicadas a este tema está lo mejor de un libro tremendamente irregular.
Dos fragmentos que son un buen ejemplo:

”A fin de cuentas, no había nada más americano que empuñar una pistola y comprometerse a morir por la libertad y la independencia, salvo quizá empuñar aquella misma pistola para quitarle a alguien su libertad y su independencia.” (p. 272)

“Fuera se extendería una campo enorme de golf de esos que necesitaban más agua que una ciudad del Tercer Mundo, donde varios cuartetos de viriles banqueros practicaban un deporte cuya habilidad con el palo requería al mismo tiempo la fuerza bruta y bélica necesaria para destripar a los sindicatos y los delicados golpes de gracia de la evasión fiscal.” (p. 311)

El inicio del libro es realmente espectacular y Nguyen es capaz de describir los últimos momentos de la toma de Saigón por parte del vietcong, así como la huida de los norteamericanos de una forma magnífica y tan cinematográfica que parece que el lector está allí presente. Luego irá desarrollando otros temas haciendo gala de una gran ironía y sentido del humor en muchos momentos, pero también hace que a veces la lectura se convierta en algo muy farragoso y le cueste concluir algunas historias. Hay momentos muy graciosos como la práctica del bestialismo con un clamar, pero también los hay muy lúgubres sobre todo en el tramo final. 
Creo que es su primera novela, pero en todo caso da la sensación de que quiere abordar todos los temas y dejar en todos su impronta lo que resulta un tanto excesivo.
¿Recomendable? Como a mí me ha parecido bastante irregular, prefiero dejar dos críticas muy completas y favorables: la de Francesc Bon en unlibroaldia.com y la de Philip Caputo (The New York Times Book Review) reproducida en elcultural.com.


Viet Thanh Nguyen, El simpatizante. Traducción Javier Calvo

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