jueves, 16 de noviembre de 2023

Algo más que una memoria personal



Este año, sin que yo me lo haya propuesto en absoluto, están coincidiendo varios libros que se centran en la relación, casi siempre problemática, de escritoras con sus madres y escritores con sus padres. En el blog están comentados.

Este texto de Chalandon es uno de ellos. El autor es el encargado de cubrir para su periódico el juicio de Klaus Barbie en 1987, un juicio que levantó una gran expectación en su momento. Al mismo tiempo inicia una investigación sobre el pasado de su padre y su intervención en la Segunda Guerra Mundial. Un pasado que aparece bastante confuso y que a medida que va conociendo le va llevando a alejarse de él por las muchas mentiras que va encontrando.

El libro está muy bien estructurado. Se inicia con la visita de Chalandon al pueblo donde había una colonia de niños judíos que fueron enviados a los campos de concentración; a continuación comienza a contar la investigación que le surge sobre el papel de su padre antes mencionado y enseguida la va alternando con el juicio a Barbie, un juicio en el que consigue que su padre pueda estar presente a pesar de las dificultades que había por falta de espacio. (El padre tenía gran interés en asistir porque le parecía que era un juicio “amañado”, un juicio espectáculo).

“Un texto fuerte, preciso, contundente que expresa un doble asombro: el del juicio histórico y el descubrimiento de las repetidas mentiras del padre. Un libro para ser tallado en piedra”.

Este fragmento de la crítica de La Dépêche de Midi, que la editorial reproduce en la solapacreo que refleja muy bien lo que es el libro.

El autor afirma muy al principio que un amigo le había recomendado: “Convierte tus lágrimas en tinta” (p. 27) y eso es lo que hace, de ahí lo impactante que resulta su lectura en algunos momentos.

A mí me ha recordado bastante a Emmanuel Carrère por la combinación que hace entre una realidad exterior y su propia realidad.

Además, se nota que es un periodista quien escribe. Está narrado con mucha agilidad haciendo que el lector esté deseando avanzar en la lectura para ver cómo se resuelven los dos temas. Fue finalista del Goncourt.

Quizá si hay que poner alguna pega, yo lo haría con la dificultad que he tenido en algunos momentos para seguir la narración de la historia de su padre que me ha resultado algo confusa seguramente por la cantidad de mentiras que acumulaba.

En cualquier caso un libro bastante recomendable por el interés que tienen las dos historias que narra.

 

Sorj Chalandon, Hijo de un bastardo. Traducción Adolfo García Ortega.

  

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