domingo, 14 de diciembre de 2025

Releyendo sin saberlo.

 

Tener mala memoria tiene muchos inconvenientes, pero también algunas ventajas. Hace unos meses leí otro libro de Kerrigan, El coro de la medianoche, que no comenté en el blog porque me cuesta bastante comentar la novela negra, a pesar de lo cual, o por ello, cuando acabé de leer La Furia me comprometí a comentarla. Antes de hacerlo quise ver qué había puesto de la otra novela del autor que sí había comentado y ahí llegó la sorpresa: ya había leído y comentado La Furia en 2015, es decir, recién publicada. Sin embargo, cuando la he vuelto a leer me ha resultado totalmente nueva y lo más curioso es, tras leer el comentario que hice, que veo que me ha impresionado más ahora.

En cualquier caso, lo que haré será reproducir la entrada e insistir en que se trata de una novela muy recomendable por la buena historia, los personajes y los magníficos diálogos.

(¡Ah! Una buena noticia para la editorial es que este ejemplar lo he comprado hace poco, es decir, que tengo dos).

Hace solo dos días que terminé de leer a Benjamin Black (hay entrada en el blog) y me parecía interesante leer inmediatamente otra novela negra también de un autor irlandés para ver si había puntos de contacto entre ambos.

La verdad es que se trata de dos estilos radicalmente diferentes aunque, eso sí, con una cosa en común: la aparición del tema de los abusos sexuales en la Iglesia irlandesa (muy presente en Kerrigan, le dedica todo un capítulo, y también en  Black, sobre todo en su primera novela ).

A mí me gusta más el estilo de Black en la medida en que da más importancia a los personajes que a la acción; a las relaciones que a la trama propiamente dicha y el desarrollo se va produciendo pausadamente. Este libro de Kerrigan, como queda expresado ya en su título, tiene un ritmo trepidante, muy cinematográfico, de película de acción, sobre todo en dos de las partes en que está dividido.

Entronca con la mejor novela negra en lo que tiene de crítica social como, por ejemplo, en el siguiente fragmento: “En Buenos días, Irlanda estaban acabando de ofrecer una entrevista con el ministro de algún ramo. El ministro no dejaba de repetir que no había alternativa. El entrevistador hizo aparecer en antena a un economista que trabajaba para un banco, el cual comenzó a decir que estaba de acuerdo con el político en que eso era la único que se podía hacer.” (p.327) (Esto me parece haberlo oído en "alguna que otra" ocasión en nuestra radio y televisión.)

Y también se permite en algunos momentos, bien es verdad que pocos, introducir ciertas dosis de humor: “El asesinato ideal es aquel en el que se sabe que la víctima cabreó a alguien, y cuando llega la policía ese alguien está junto al cadáver con un hacha ensangrentada en la mano. Con un poco de suerte, varias personas habrán presenciado lo que ocurrió y alguien habrá descargado un vídeo del asesinato de treinta segundos en YouTube. Cualquier cosa más complicada ya era un dolor de huevos.” (p.145)

Se lee con interés y prácticamente de un tirón porque, además, está construido básicamente con diálogos en los que el autor se manifiesta como un consumado maestro.

Muy entretenida y con el añadido de desarrollarse en los inicios de la crisis económica. Quizá le sobre un poco de violencia y le falte una mejor caracterización de algunos personajes, pero no está mal dentro de su género.

Hay que reconocer que la editorial Sajalín, en su colección Al margen, está publicando un conjunto de autores y de obras muy interesantes.

 

Gene Kerrigan, La furia

 


jueves, 11 de diciembre de 2025

Gran síntesis de la situación mundial

     

El autor trabaja en El País como corresponsal de Asuntos Globales, es decir, es un periodista especializado en los temas que aborda en este pequeño libro por su formato y extensión, 178 páginas, pero grande por su interés.

Se enfrenta Rizzi a la tarea de hacer una síntesis de la situación actual del mundo basada en una idea fuerza o tesis que atraviesa todo el texto y a la que dedica nada menos que 30 páginas de Prólogo: Hoy en el mundo se está produciendo una revancha en un doble sentido; por un lado, la de unos países que se han considerado tratados como segundones y, por otro lado, la de unas clases sociales que se han visto perjudicadas por la globalización capitalista en unos casos o por las tremendas desigualdades cuando sus países han comenzado a mejorar.

Para tratar el tema, el autor ha dividido el texto en cuatro partes que enuncio porque el título ya da una idea bastante acertada de su contenido.

Las tribulaciones de Occidente. Aquí se centra casi exclusivamente en Estados Unidos y la Unión Europea con una visión bastante pesimista sobre todo sobre el papel de la segunda.

Las reivindicaciones de Oriente. Aquí son China y Rusia las protagonistas como potencias que aspiran a que se les reconozca su papel y su importancia. Especial atención a lo que está haciendo China sobre todo en África. También hay algún apunte sobre Oriente Próximo.

Los anhelos del sur global. Dedicado a La India, Latinoamérica y África. A estos les dedica la mitad de espacio que a los otros dos capítulos, lo que ya resulta significativo.

Cierra con un Epílogo en el que intenta plantear alternativas y posibles soluciones a algunos de los problemas antes tratados.

Como se ve, Rizzi se plantea analizar el estado del mundo sin dejar ninguna parte fuera. Esta es en mi opinión la mayor virtud del libro. A esto se unen otros aspectos enormemente positivos como son: la calidad de los análisis, la capacidad de síntesis, la gran cantidad de información -se puede decir que cada párrafo es importante-, pero sin atiborrar al lector de datos que suele ser el problema de muchos libros. En fin, un texto claro, comprensible y que, eso sí, deja cierto mal sabor de boca para un lector occidental al ver lo que se nos viene encima.

Dos anotaciones más. En el capítulo de propuestas me parece que Rizzi se muestra poco realista porque, teniendo en cuenta la polarización que ha apuntado antes, no me parece que sean posibles muchas de las medidas que apunta y que requerirían la colaboración de fuerzas políticas hoy muy enfrentadas. Por otra parte, me ha gustado mucho la referencia al trabajo de Branko Milanovic, al que en este blog le he dedicado algún comentario, por ser el primero que veo que plantea de forma clara cómo han disminuido las desigualdades a nivel mundial. (Esto podría ser objeto de un comentario más largo, pero no es el momento ni el lugar).

Para finalizar reproduzco dos fragmentos y una frase que me parecen interesantes y significativos de las ideas del libro: 

“(…) hay un objetivo que, pese a no ser tangible y brutal como una anexión, se eleva por encima de los otros por su importancia totémica. Es el cambio de los valores de referencia del sistema global, para sepultar el universalismo de los derechos humanos y de la democracia, y consagrar la soberanía de los Estados en el centro absoluto de las relaciones internacionales y el derecho de estos por encima de los derechos individuales.” (p.13)

“En este punto se produce una convergencia de intereses perversa. A la voluntad polarizadora de gobiernos, partidos, activistas o medios se suma el modelo de negocio de las plataformas digitales, que promueven los mensajes polarizadores, conscientes de que el encono, la indignación o la reafirmación emocional de los convencimientos hipnotizan más que la dialéctica matizada y sosegada. Esa hipnosis es nuestro tiempo, y su dinero. Su beneficio es inversamente proporcional a la calidad democrática del debate.” (p. 155-156)

“Estos desarrollos no deben inducir al catastrofismo.” (p.140)

 

Visto lo visto, al catastrofismo no sé, pero a un cierto pesimismo desde luego que sí.

Un libro muy recomendable. No es fácil poder entender tantas cosas con tan poco espacio.

 

Andrea Rizzi, La era de la revancha.

 

lunes, 8 de diciembre de 2025

La guerra de las Malvinas

 

Parece ser que esta es la segunda incursión del autor en el tema de la guerra. No he leído Demasiado lejos que así se titula la otra que publicó, pero sí otras dos además de un par de películas de obras suyas llevadas el cine. Sacheri tiene un tipo de escritura que creo que debe de resultar bastante fácil para adaptarlas porque son muy cinematográficas, si es que se puede decir esto de una obra literaria.

Como decía antes, vuelve en esta novela al tema de la guerra de las Malvinas, algo que dejó muchas y muy profundas huellas en la sociedad argentina. Yo mismo he visto en la Plaza de Mayo a exmilitares que participaron en el conflicto reivindicando dinero que se les debía. Basta con decir que la consecuencia más evidente e importante de esa guerra es que facilitó la caída de la dictadura.

Sacheri plantea en esta novela la historia de tres amigos de la quinta del 62 que son llamados a filas para acudir a defender las islas una vez que habían sido “conquistadas” por el ejército. Son tres chicos normales y corrientes: Carlitos, que trabaja en la inmobiliaria de su padre; Conejo, que trabaja en el taller de su padre; y Antonio (Negro), el único que no es bonaerense, que trabaja en el mismo taller que Conejo. En la primera parte de la novela vemos cómo es su vida en la ciudad, sus ilusiones y cómo reaccionan al ser llamados por el ejército. La segunda parte la dedica al conflicto en las islas y ahí aparecen otros dos personajes importantes: el teniente primero Quinteros y el mayor Camargo. En ambos representa Sacheri lo mejor y lo peor de la institución militar.

Una institución que no sale demasiado bien parada en la novela pues hay críticas al desconocimiento del terreno, a la imprevisión, a la escasa preparación, a los fallos de la inteligencia para saber dónde iban a desembarcar los ingleses, a la inadecuada logística, al hecho de enviar a los “colimbas” (soldados de reemplazo y, por lo tanto, poco o nada preparados), etc. Llega a decir de los suboficiales: “no sobran neuronas”.

(Un apunte personal. Ocho años antes de esa guerra me tocó hacer el servicio militar, ser colimba, en Ceuta. Todo eso y mucho más se podría decir del ejército español).

Sacheri es un gran narrador, cuenta la historia de una forma que hace la lectura adictiva porque, además, los personajes, las conversaciones, las situaciones son muy reales y llevan al lector a identificarse fácilmente con lo que está sucediendo. Es un magnífico escritor que hace pasar muy buenos ratos al lector. Obviamente, una novela recomendable.

 

Eduardo Sacheri, Qué quedará de nosotros.

 

 

 

lunes, 1 de diciembre de 2025

La Revolución de los Claveles

 


Aunque es un autor con varias novelas publicadas, creo que esta es la primera que se traduce al castellano. Es una pena porque por lo visto en esta Revolución es un buen escritor y alguien que parece que tiene cosas que decir.

Como se plantea ya desde su título, la novela se centra en la llamada Revolución de los Claveles que se inició el 25 de abril de 1974 y que tuvo durante dos años al país al borde del caos e incluso se podría decir que de la guerra civil.

Gonçalves cuenta la historia a partir de una familia de tres hermanos: Maria Luísa, Pureza y Frederico, hijos de una misma madre, Antónia, pero los dos últimos de distinto padre, Gonçalo Storm. Para ello divide el libro, que tiene 524 páginas, en cinco extensos capítulos.

En los dos primeros, que se desarrollan antes del proceso revolucionario, va presentando a los diferentes protagonistas, aunque se centra sobre todo en Maria Luísa y su militancia comunista que la lleva a ser detenida y torturada. También hace un flash back a 1950/62 para que conozcamos algunos aspectos de la familia y la vida de la madre.

En los dos siguientes entra de lleno en la revolución, de hecho el cuarto lo titula Proceso revolucionario en curso, que es el verdadero objeto del libro. Vemos cómo se enfrentan a él los diferentes hermanos en función de sus ideas y personalidades. Maria Luísa radicalizándose, lo que la lleva a militar en un grupo maoísta e incluso a atracar bancos y ejercer ciertas formas de terrorismo. Pureza intentando llevar una vida tradicional con un marido quien, por otra parte, milita en contra del proceso. Frederico desde el periodismo con una posición más neutra y procurando pasarlo lo mejor posible.

El último capítulo se desarrolla a partir de 1984 y en él nos muestra la evolución posterior de los personajes.

¿Por qué me parece una magnífica y muy interesante novela? En primer lugar, porque los hechos están muy bien narrados, con un lenguaje preciso y gran agilidad, pero, no menos importante, en segundo lugar, por el tratamiento que da a las diferentes posiciones políticas de manera que todas quedan muy bien reflejadas, cada una con sus contradicciones y sus problemas internos, sin que haya un predominio de ninguna de las ideologías. Esto es muy de agradecer porque facilita que sea el lector el que, en función de su conocimiento y experiencia, reflexione sobre lo que pasó. (Desde luego a mí me ha hecho pensar, y dudar, bastante).

Por otra parte, es interesante la presencia de personajes reales, alguno incluso como Cunhal con diálogo. Así: Otelo Saraiva de Carvalho, Alvaro Cunhal, Spínola o Mario Soares, entre otros. También reproduce algunas veces textos de la época.

Yo, por edad e ideología, viví con cierta intensidad esa Revolución ya que cuando empezó aún teníamos en España al dictador si bien bastante perjudicado en su salud. Hubo mucha gente que se desplazó a Portugal para ver, y en ocasiones participar, en el Proceso. Creo que es la única vez que por aquí ha importado de verdad lo que le pasaba a nuestro vecino.

Gonçalves cuenta muy bien esa historia y a gente como yo nos lleva a momentos de una gran intensidad emocional lo que es muy de agradecer, pero más allá de estas implicaciones personales, creo que se trata de una magnífica novela. Espero que la editorial se anime con algún otro trabajo del autor.

 

 

Hugo Gonçalves, Revolución. Traducción Rita da Costa.

 

 

 

 

viernes, 28 de noviembre de 2025

ANDAMIO

 

Al fin una entrada con una media bastante alta en las series. Variada procedencia y géneros, pero alta calidad. En cine me quedo con el documental.

 

Películas

 

Una casa llena de dinamita. Producción estadounidense dirigida por K. Bigelow. Un misil lanzado no se sabe por quién se dirige hacia Estados Unidos. Se ponen en marcha los diferentes protocolos para ver cómo hacerle frente. A partir de ahí, la directora utiliza el perspectivismo y nos ofrece tres puntos de vista. La realización es la habitual en Bigelow, mucho ritmo, escenas vertiginosas con muchos cambios de cámara y enfoque. A pesar de eso resulta un tanto aburrida. Lo mejor es que hace pensar en manos de quiénes estamos.

 

Sueños de trenes. Producción estadounidense basada en una novela que marca mucho el tono y el ritmo de la película. Un drama que se desarrolla en las primeras décadas del siglo pasado y que narra la situación de un leñador que trabaja en la construcción del ferrocarril y que tiene una vida bastante desgraciada. Tristona y con muy poca progresión en la historia.

 

Se acabó. Documental de producción española sobre la selección femenina de fútbol. Comienza con los desagradables hechos protagonizados por Luis Rubiales al finalizar el campeonato mundial, pero luego analiza los problemas que hubo anteriormente entre un grupo de jugadoras y los rectores de la Federación. Es muy interesante, sobre todo para los que sigan ese fútbol, y además está muy bien hecho.

 

 

Series

 

 

Task. Serie estadounidense de 7 episodios de 50 minutos. Un thriller que tiene también muchos elementos de drama porque no se limita a la trama policiaca, sino que se centra mucho también en los comportamientos y en las relaciones personales y familiares. Muy buen guion, una magnífica producción y grandes interpretaciones, todo ello hace que sea una de las mejores series del año.

HBO

 

El hombre de tu vida. Serie argentina de 13 episodios de 50 minutos. Aunque es una serie que tiene años, es de 2011, no le afecta para nada. Claro que teniendo a Campanella en la creación y a Franchella y Brandoni en la interpretación, no puede salir nada malo. Muy buena comedia con momentos realmente espléndidos y una media bastante satisfactoria. Recomendable.

 

El Centro. Serie española de 6 episodios de una hora. Thriller de espías que demuestra lo bien que se hacen los thrillers en España. Buen guion, buen ritmo y adecuadas interpretaciones. Para pasar buenos ratos entretenidos.

Movistar+

 

La puta ama. Serie finlandesa de 6 episodios de una hora. Una comedia negra que responde muy bien al título puesto en castellano. Bastante original. Va de menos a más porque le cuesta algo arrancar, pero luego compensa. Muchos personajes estrambóticos y malos que son casi buenos y buenos algo malotes.

 

Yakarta. Miniserie española de 6 episodios de 35 minutos. Una magnífica serie, de las mejores del año, gracias a un muy buen guion y unas interpretaciones de lujo, con un Javier Cámara en estado de gracia. Tiene grandes momentos en los que logran transmitir las emociones hasta el punto de llegar a formar un nudo en la garganta del espectador.

Movistar+

 

Los amos de la ciudad. Serie británica de 8 episodios de una hora. En principio una serie de mafiosos de Liverpool, pero poco a poco se convierte sobre todo en un drama por la lucha por el poder y en un estudio de relaciones personales. Es muy entretenida y tiene una buena producción.

Movistar+

 

Pubertat. Miniserie española de 6 episodios de 45 minutos. Creada. escrita y dirigida por Leticia Dolera, plantea el tema de la agresión sexual por jóvenes de 13 y 14 años en el marco de la colla castellera de un pueblo de Cataluña. Tiene un buen guion con un planteamiento muy interesante del tema ya que se analizan todas las posturas, tanto de la agredida y los agresores como de las familias y los miembros de la colla. Muy bien interpretada aunque he tenido que verla doblada al castellano que, al hacerlo los mismos actores, pierde bastante. Muy recomendable.

Movistar + HBO

 

Las muertas. Miniserie mexicana basada en la novela homónima de Jorge Ibargüengoitia que a su vez se basó en hechos reales. Es la historia en la primera mitad de los sesenta del siglo XX de dos hermanas que se dedicaban como propietarias a los burdeles llegando a poseer tres en pequeñas localidades. Muestra entre otras cosas la elevada corrupción existente en todas las instituciones del país. La historia está muy bien contada y se sale de los temas habituales.

Netflix.

 

La acusación. Miniserie alemana de 7 episodios de 45 minutos. Basada en textos del abogado defensor Ferdinand Von Schirach que, a su vez, se suele inspirar en hechos reales, trata el caso de un juicio por abusos sexuales a unos niños en una pequeña localidad. Como siempre sucede con lo que escribe este abogado hay momentos de debate sobre la justicia y la moral que son bastante interesantes. En general la serie merece la pena.

jueves, 27 de noviembre de 2025

Visión valiente


 

El autor, judío practicante, vive en Nueva York y es profesor de Periodismo y Ciencias Políticas. Además, tiene una visión muy diferente de lo que ha sucedido, y sigue sucediendo, en Palestina de la de la mayoría de los judíos. Y no solo de lo que pasa en la actualidad sino desde 1948. Desde luego no es fácil encontrar gente de esa procedencia con el tipo de análisis que él hace, aunque en el blog he tenido ocasión de comentar algún otro libro que va en la misma dirección.

El libro está dividido en cinco capítulos en los que analiza, utilizando todo tipo de documentos y datos, la situación de la zona desde poco antes de la creación del estado de Israel hasta hoy, pero centrado exclusivamente en la relación entre judíos y palestinos.

Son muy interesantes, y me atrevería a decir que novedosas, varias cosas: la explicación que ofrece del porqué unas fiestas religiosas se celebran ahora más que otras que antes eran más importantes (lo relaciona con el sionismo); también lo son las referencias al éxodo, o éxodos, palestinos y a la idea que tenía el sionismo del colonialismo, idea que no hace demasiado tiempo han abandonado; por otra parte, es muy interesante el análisis sobre el número de víctimas sobre lo que afirma que la mayoría de las instituciones neutrales dan la razón a las cifras que da el ministerio de Salud de Gaza (hasta Israel las ha utilizado a veces); o, por no extenderme demasiado, su idea de que el 7 de octubre fue algo horroroso y totalmente condenable, pero que no es comparable con el Holocausto.

Hay, sin embargo, un tema en el que creo que ha quedado un poco desfasado. Según estudios que menciona, el antisemitismo en los países europeos es mayor en la derecha que en la izquierda. Desde luego en España la derecha y la extrema derecha son defensoras acérrimas del Estado de Israel y el antisionismo, que no antisemitismo, está en la izquierda. No deja de ser curioso que partidos que tienen entre sus filas a gentes de ideología neonazi defiendan la política del estado de Israel, pero lo hacen porque en el fondo este está siguiendo una política represiva y genocida bastante parecida a la que en los años 30 o 40 del siglo pasado aplicaron los nazis precisamente contra sus antepasados.

En este sentido son muy interesantes los fragmentos que reproduzco a continuación que resultan especialmente duros viniendo de quien vienen:

“Desde la destrucción del Segundo Templo hasta el Holocausto, pasando por la expulsión de España, los judíos nos hemos ido contando cuentos a fin de responder a los horrores que soportábamos. Ahora tenemos que contarnos un cuento nuevo que responda al horror que ha perpetrado un Estado judío, apoyado por numerosos judíos de todo el mundo. Su elemento central debería ser este: no somos víctimas virtuosas permanentes de la historia, no estamos programados para padecer siempre el mal y jamás cometerlo. Esa falsa inocencia, que impregnan la vida judía contemporánea, disfraza de autodefensa la dominación. Brinda una licencia infinita a seres humanos falibles”. (p.15-16) 

“El problema de nuestra historia colectiva no es que reconozca los crímenes que sufrimos. El problema es que ignora los crímenes que cometemos. (…) Antes del 7 de octubre, creía figurarme los peligros de esta forma de pensar. Resultó que no tenía ni idea”. (p.42)

“(…) varios de ellos contaron que su mayor miedo mientras se hallaban en cautiverio eran las bombas israelíes”. (p. 69) (Se refiere obviamente a los secuestrados el 7 de octubre).

Como se puede apreciar por estos textos, Beinart ha escrito un libro tremendamente comprometido que seguramente le habrá causado muchos problemas teniendo en cuenta cómo está hoy el panorama. Por eso es más de agradecer que alguien esté dispuesto a ofrecer un punto de vista alternativo utilizando para ello textos de los libros religiosos del judaísmo, opiniones de algunos rabinos y muchos datos perfectamente contrastados.

Es un pequeño, solo tiene 148 páginas, gran libro de algo más que  recomendable lectura.

Hay una interesante entrevista de Francesca Cicardi con el autor en eldiario.es.

 

 

Peter Beinart, Ser judío tras la destrucción de Gaza. Traducción Pablo Batalla.

                     

lunes, 24 de noviembre de 2025

Magnífico descubrimiento

 


Solo conocía por el nombre a esta escritora mexicana de la que desde ya me comprometo a leer más porque me ha gustado muchísimo su escritura.

Por este libro ha obtenido varios premios en 2021 y 2022, además del Pulitzer de Memorias en 2024. Porque se trata, efectivamente, de un libro de memorias en un sentido bastante especial. Como dice Nadal Suau, en el fragmento de su crítica en El Cultural que reproduce la editorial en la solapa, es: “Un libro-ritual que convoca a la víctima y la restaura, que ofrece una ceremonia de amor y memoria”.

Esta idea de restauración y de amor me parece que marca el libro desde el segundo capítulo.

El primer capítulo lo dedica a intentar localizar en 2021, y en la selva de la burocracia, el expediente del asesinato de su hermana sucedido el 16 de julio de 1990, un asesinato que hoy calificaríamos como de violencia de género, pero entonces estos términos no se utilizaban. No lo consigue porque ha debido de desaparecer. Por qué tardó treinta años en buscarlo es una buena pregunta cuya respuesta queda sometida a diferentes hipótesis, si bien la más probable es una extensa duración del duelo.

A partir de ahí, y basándose en el muy diverso material que pudo recuperar de Liliana como: cuadernos, cartas, agendas, cassettes, etc., reconstruye diferentes momentos y aspectos de la vida de su hermana. Aquí es interesante el hecho de que uno de sus amigos ha creado una letra para la reproducción de este material que, parece ser, se aproxima bastante a la original.

Vienen luego varios capítulos en los que son los amigos de la víctima los que toman la palabra. Rivera Garza contactó con varios de ellos y les pidió que hablasen de su relación con Liliana y de cómo era ella. El resultado resulta quizá demasiado hagiográfico, pues apenas se atisba algún elemento de crítica por alguno de sus comportamientos, pero dan una amplia visión de qué tipo de persona era.

A continuación, dedica un amplio espacio a cómo pudo ser el crimen que, no lo he dicho hasta ahora, fue causado por un exnovio y ha quedado impune.

Cierra el libro un breve capítulo con las palabras de sus padres.

Tal y como lo he contado puede parecer bastante frío, pero es que es muy importante cómo lo narra Rivera, con qué sensibilidad, con qué amor y con qué escritura tan formidable y adecuada a lo que narra.

Un libro muy recomendable cuya lectura no será fácil de olvidar porque no hay derecho a que una mujer sea asesinada nunca, pero impacta más aún si lo es a los veinte años.

En estos últimos tiempos estoy descubriendo a un conjunto de escritoras mexicanas que, como Fernanda Melchor o Brenda Navarro, tienen muchas cosas que contar y, sobre todo, que las cuentan con un lenguaje y un estilo magníficos.

Para más y mejor información hay dos reseñas muy buenas y completas: la de Fernanda Cueto en nuevarevista.net y la de Santi en unlibroaldia.blogspot.com. Ambas son muy recomendables.

 

Cristina Rivera Garza, El invencible verano de Liliana.

 

 

viernes, 21 de noviembre de 2025

Impactante

 


No era lector de este tipo de libros sobre juicios, pero cuando leí V13. Crónica judicial, el que Emmanuel Carrère dedicó al juicio sobre los atentados en parís de 2015, se me abrieron las puertas a interesarme también por estos temas. Por eso, al escuchar un día por la radio una entrevista con Villaécija sobre su libro me pareció que valía la pena.

Desde luego no me ha defraudado porque a lo largo de las 300 páginas y los 14 capítulos del libro, la autora hace un análisis casi exhaustivo del juicio del caso Pelicot.

El simple enunciado del título de algunos capítulos puede dar una idea de cómo ha organizado la autora la información. Así: El marido y padre perfecto; Gisèle; La abogada del diablo; Las no violaciones, los no violadores; El fenómeno Gisèle o La sentencia.

Esta amplísima crónica se nutre de un conjunto muy amplio de informaciones y de bastantes reflexiones en las que Villaécija deja constancia de cómo puede llegar a afectar un trabajo como este. Reproduzco a continuación la que me parece la más dura y problemática. 

“Dejé de temer a los hombres con capucha o a cruzarme con un desconocido en una calle apartada de noche. Empecé a tener miedo al conocido, al amigo o al vecino, a la propia pareja o a las potenciales parejas”. (p. 283)

Creo que una afirmación como esta es muy significativa de qué pudo pasar y qué pudo llegar a verse y escucharse en la sala del tribunal del juzgado de Aviñón.

La autora trabajaba como corresponsal en París del diario El Mundo y decidió dedicar los cuatro meses que duró el juicio a contarlo con todo lo que suponía de traslados, incomodidades, horas de trabajo, etc. Parece que, al menos hasta ahora, no se ha arrepentido de ello.

En el libro, como se puede uno imaginar, hay informaciones de todo tipo: desde reproducciones de fragmentos de algunos interrogatorios, a perfiles psicológicos de algunos acusados, pasando por el día a día de los periodistas que, a quienes como es mi caso les interese cómo funciona esa profesión, les gustará especialmente, así como también la participación como testigos de personas del círculo familiar de los acusados y, evidentemente, mucho más como, por ejemplo, las reflexiones que antes he mencionado.

En ese día a día me ha llamado poderosamente la atención el hecho de que muchos de los acusados, los que no estaban detenidos, se movían con total libertad entre la gente tanto en los bares, restaurantes o puertas donde fumaban, hasta el punto de que a veces la misma Gisèle salía en el mismo momento y por la misma puerta que ellos.

Son muchas las cosas que se pueden contar del contenido del libro, pero considero que no es necesario. Creo que con lo dicho es suficiente para despertar el interés.

A mí tengo que reconocer que es un texto que me ha impactado, y aún más después de leer lo que Villaécija dice en lo que antes transcribí, porque después de 300 páginas sigo sin ser capaz de comprender cómo, creo que excepto uno, los que acudían a la cita con Dominique para violar a su mujer tumbada en una cama en estado de letargo en una habitación en penumbra, no salían huyendo. Como tampoco puedo entender cosas como lo que se dice en el siguiente fragmento:

“El abogado de la defensa insistió con su argumento: “Esto que dice puede llevar a una incomprensión, porque hay violaciones y violaciones sin intención de cometerlas”.

(…) a menudo, parte de la defensa mostraba una falta de empatía hacia la víctima, incluso cierta agresividad.” (p. 124-125)

Y eso que el gremio de los abogados no es de los que goza de mi estima ni siquiera de mi mayor respeto.

Un libro que me parece muy útil para “que la vergüenza cambie de bando” que era lo que quería Gisèle Pelicot cuando decidió solicitar que el juicio fuera público a pesar de las escenas que se iban a visionar.

Por otra parte, el libro está muy bien escrito, narrado con mucha agilidad y con la información organizada de una manera muy útil para conocer los diferentes aspectos.

Absolutamente recomendable, aunque resulta muy duro de leer, sobre todo si se es mujer, pero también si se es hombre.
Desde luego a mí me ha impactado, me ha costado leer ciertas cosas pensando en que puede ser gente como yo.

 

 

 

Raquel Villaécija, La vergüenza. Crónica del juicio del caso Pelicot.

 

lunes, 17 de noviembre de 2025

Vuelve Mairal

 


 

Es una pena que este magnífico escritor sea tan poco prolífico. He leído y comentado dos de sus libros, pero de eso hace ya siete y ocho años. Desde entonces no había tenido noticia de él. Eso sí, esta, al menos para mí, reaparición la hace con un texto de nada menos que 435 páginas cuando los otros que conozco eran novelas bastante cortas.

Empezaré el comentario con una cita de la reseña de Santiago Ortiz Lerín elperiodico.com que me parece que sintetiza perfectamente la idea y el contenido de la novela:

“Retrata la esencia de una juventud atrapada en el umbral de la edad adulta, donde Thiago, Pilar y Bruno encarnan la fragilidad y la búsqueda de sentido en sus vidas. Con cada voz teje un tapiz de emociones que resuenan con la autenticidad, el desamparo y la amistad como refugio. La novela ofrece su ritmo vertiginoso, como un tango que acelera y tropieza, atrapados con un presente que se les escapa”.

Efectivamente, la novela tiene como protagonistas a tres jóvenes de diecinueve años a cada uno de los cuales dedica cada una de las tres primeras partes, para que los tres se junten en la cuarta y última.

La primera está narrada por Thiago. Se inicia con un in media res con él ingresado en una clínica psiquiátrica. A partir de ahí nos va contando qué pasó para que acabase en ella. Entre otras cosas, perdió a la madre, vende droga de vez en cuando y tiene una buena relación con Pili. No sabe muy bien qué hacer con su vida. Mientras tanto, Bruno, su mejor amigo, está en Estados Unidos.

En la segunda es Bruno, al que han enviado sus padres a estudiar Economía, el protagonista absoluto. Está narrada en tercera persona y se centra en dos aspectos. Por un lado, su relación con otra alumna que se dedica a hacer fotografías pensando en exponerlas y, por otro lado, sus trabajos como limpiador de baños y dormitorios en los edificios del campus y camarero durante las vacaciones ya que no se vuelve a Buenos Aires. No obstante, lo que le gusta realmente es la música y en concreto el bajo, pero sus padres quieren para él algo “mejor”.

En la tercera es Pili la protagonista y otra vez narrada en primera persona. Vive con su abuela porque su madre se ha ido con su nuevo novio a Barcelona. Se dedica a hacer cortos y a buscar dónde vivir cuando tiene que ingresar a la abuela en una residencia.

La cuarta está narrada de nuevo por Pili y ya están los tres amigos juntos.

Lo más interesante de la novela es la forma cómo Mairal narra las historias. Así, por ejemplo, cuando narra en primera persona utiliza el lenguaje coloquial con todos los modismos típicos del país. Sin embargo, cuando lo hace en tercera utiliza un lenguaje más estándar. También hay que resaltar lo bien que cuenta lo que les sucede a los protagonistas y la ausencia de cualquier tipo de juicio sobre ello.

Hace muy pocos días comentaba un libro del Premio Nobel Gurnah que, curiosamente, también tenía como protagonistas a tres jóvenes. Además, con un texto de una extensión similar a este de Mairal. Leyéndolo se podría pensar que el Nobel es Mairal por el original tratamiento que da a la historia y por la mayor riqueza de los personajes.

Desde luego me parece una novela muy recomendable como lo son las otras que comenté en su día de este autor.

 

 

Pedro Mairal, Los nuevos.

 

viernes, 14 de noviembre de 2025

Para aprender y pensar

 

No es el primer libro de Kaplan que comento en el blog ni será el último. Este periodista, analista, viajero y escritor no solo escribe muy bien y de forma bastante clara y asequible, sino que trata temas fundamentales para comprender el mundo en que vivimos. No es necesario compartir sus opiniones, de hecho no comparto más de una, pero sí lo es estar con la mente abierta para repensar algunas de nuestras concepciones y, si resulta conveniente, cambiarlas.

No basta con saber que, como especialista en relaciones internacionales y geopolítica, se inscribe en la doctrina realista; o que es seguidor de Kissinger; o que apoyó la guerra de Irak algo de lo que, por cierto, se arrepiente en este libro aunque por razones seguramente muy diferentes a las que  muchos tuvimos en su día para rechazarla.

Este libro tiene en castellano como subtítulo: Entre el imperio y la anarquía desde el Mediterráneo hasta China. Y es que, efectivamente, Kaplan va analizando sucesivamente el conjunto de países que recorre esa línea desde Egipto y Turquía hasta Afganistán, pasando por Arabia Saudí, Siria, Irak o Irán, entre otros.

Cada capítulo suele abrirlo con el comentario de algún libro, generalmente de historia o antropología, que haya tratado el tema de autores como Gibbon, Toynbee, Fukuyama entre otros; a continuación da algunos rasgos de la historia del país para, finalmente, analizar lo sucedido en los últimos años partiendo de su presencia en el país en cuestión y con la colaboración, a partir de una serie de entrevistas, de intelectuales locales.

Gracias a este enfoque, tengo que reconocer que me ha demostrado mi desconocimiento enciclopédico de la zona, a pesar de ser unos territorios de los que se habla y escribe frecuentemente en los medios.

Partiendo de ese desconocimiento debo resaltar lo que más me ha llamado la atención, así: es muy interesante para comprender la Turquía de Erdogan; lo referido a Egipto es muy claro y profundo y cuenta con muy buenas entrevistas; he descubierto la complejidad de un país como Etiopía y también la pugna de China y Estados Unidos en Arabia Saudí. Evidentemente esto no es sino una pequeña muestra de todo lo que aporta este magnífico libro.

Para finalizar reproduzco dos fragmentos que dejan clara constancia de una de las ideas claves del texto, que Kaplan reitera cada vez que viene a cuento, y es que la democracia no es la mejor forma de gobierno en según qué contextos y pone como demostración los ejemplos de Singapur y Arabia.

“Tal y como me dijo otro comensal, “hay que distinguir entre democracia y libertad”. En estos últimos años, los saudíes habían adquirido libertades personales que no habían tenido nunca y habrían peligrado con la democracia, dado que, en cualquier convocatoria de elecciones nacionales libres y justas que quepa imaginar, los islamistas constituirían la única fuerza organizada aparte de la familia real.” (p. 211)

“(…) hay ciertos preceptos que vale la pena repetir.

En vez de añorar exclusivamente la democracia en el Gran Oriente Medio, deberíamos desear regímenes consultivos en lugar de regímenes arbitrarios; es decir, que sondeen la opinión pública incluso aunque no celebren elecciones. (…) Dicho de otro modo, apuntar algo que es posible en vez de lo que es meramente justo. (…) Los éxtasis idealistas deben evitarse para permitir el cambio.” (p. 350-351)

 

En fin, se trata de un libro absolutamente recomendable. Un texto en el que se aprende mucho y, si se tiene la mente abierta, se pueden debatir algunas ideas sin rechazarlas de plano simplemente porque no coincidan con lo que solemos pensar sobre ese tema. Kaplan es lo que es, pero también es un gran conocedor de los temas que trata y no solo por los libros, ya que ha pasado parte de su vida viviendo en algunos de esos países.

 

Robert D. Kaplan, El telar del tiempo. Traducción Cristina Martín.

 

 

 

jueves, 13 de noviembre de 2025

Muy decepcionante

 

Es el tercer libro que leo de este autor y el primero que publica tras la obtención del Premio Nobel de Literatura en 2021. Tengo que decir que los otros dos me gustaron, me parecieron interesantes por las historias que contaban y porque, algo bastante obvio para un premiado, estaban bien escritos.

Sin embargo, este me parece un libro fallido o, lo que es peor, escrito sin convencimiento y aprovechando el tirón del Nobel.

El libro cuenta la historia de tres jóvenes en los años noventa. Se desarrolla entre una ciudad de la isla de Zanzíbar y Dar es-Salam, la capital del país, en el continente. Son: Karim, de buena familia y que cursará estudios universitarios; Badar, adoptado y que trabajará como sirviente en la casa de Karim, y Fauza, quien tiene la “enfermedad de la caída”, pero es buena estudiante y será profesora.

A lo largo de nada menos que 300 páginas, Gurnah va relatando sucesos de los tres que incluyen su juventud, la boda entre Karim y Fauza, el embarazo, el trabajo de Badar en un hotel, y un largo etcétera de este tipo de hechos. Todo ello contado con mucha agilidad narrativa que por momentos recuerda las narraciones orales. Ahora bien, el problema, lo que hace que lo considere un libro totalmente prescindible, es que es terriblemente plano en las historias y en la propia construcción de los personajes; falta tensión, emoción, conflicto…. Para colmo, en la parte final lo convierte casi en un folletín a partir de las relaciones adúlteras de alguno de los protagonistas.

Es una pena porque en los libros anteriores este escritor, nacido en Zanzíbar pero que vive en Inglaterra desde hace medio siglo, se centraba bastante en el contexto tanto geográfico como histórico, algo que ha dejado casi totalmente de lado en este.

Desde luego por este libro no le hubiesen dado tan codiciado premio.

 

Abdulrazak Gurnah, Un largo camino. Traducción Rita da Costa.

 

 

 

lunes, 10 de noviembre de 2025

Huyendo de Buchenwald

 

Desde luego en la literatura francesa hay muchos y buenos ejemplos del tipo de libros como el que comento. Es una literatura de no ficción en la que se utilizan materiales históricos y a partir de ellos se construyen magnificas y muy bien contadas historias. Vuillard o Echenoz son dos buenos ejemplos además de cosas de Carrère.

En este caso, Cingal ha escogido el episodio poco conocido de la huida de tres prisioneros del campo de concentración de Buchenwald, un campo en el que se recluía principal, aunque no exclusivamente, a prisioneros militares y políticos.

En agosto de 1944 entraron en el campo 37 oficiales de inteligencia del bando aliado, ingleses y franceses en su mayoría, que estaban condenados a muerte. El libro cuenta todo lo que tuvo que pasar en bastante poco tiempo para que tres de ellos lograran escapar. También, lógicamente, muestra las condiciones de todo tipo en las que se vivía en el campo. Curiosamente, el primer capítulo lo dedica a todo el proceso que se estaba siguiendo en las instalaciones preparadas para ello para lograr una vacuna contra el tifus, enfermedad que transmitían los piojos tan abundantes en ese tipo de lugares.

En el libro aparecen varios personajes que luego han sido conocidos e incluso famosos como Stéphan Hessel (uno de los tres que logran huir), Eugen Kogon (autor de un magnífico libro sobre los campos que comenté hace años en el blog), Imre Kertész (premio Nobel de literatura) o Jorge Semprún. Estos dos aparecen simplemente mencionados como prisioneros. Los otros dos tienen mucha presencia en la narración.

El libro, al estar centrado en la búsqueda de la forma de huir, no resulta demasiado horroroso como suele suceder en otros textos que abordan los campos de concentración nazis. No obstante, no faltan algunos fragmentos de violencia explícita como, por ejemplo, cuando explica la forma de matar colgando de un gancho, lo que producía una muerta lenta y horrible,

El libro está bien escrito y con una narración ágil, pero tiene el problema, al menos para mí como lector con no demasiada memoria, de que abusa del uso de nombres en toda la parte central, lo que hace la lectura un tanto complicada y también que pierda interés, interés que, eso sí, retoma cuando se acerca el momento de la huida.

Recomendable sobre todo por ser un tema poco tratado (bueno, en el cine sí se han hecho varias películas sobre él).

 

 Grégory Cingal, Los últimos de la lista. Traducción Patricia Orts

 

 

 

 

 

 

 

jueves, 30 de octubre de 2025

Un Khadra algo diferente

 

Este es, creo, el vigésimo libro que leo de un escritor al que tengo entre mis favoritos como se puede comprobar en el blog. Excepto dos libros que me decepcionaron con el resto de su obra he disfrutado mucho, sobre todo con sus primeros textos que siempre me han parecido los más interesantes más allá de que, lógicamente, estaban peor escritos que muchos de los posteriores.

Este Corazón de almendra es un texto que se sale bastante de lo que suelen ser los temas más habituales de Khadra y por eso al principio me despistó, pero poco a poco he ido entrando en la peculiar historia que cuenta.

Ness, el protagonista y narrador, es un enano (término que aparece en la novela aunque aquí se les suele llamar pequeños) de 31 años que vive con Mami, su abuela que fue madre soltera y cuya hija no quiere saber nada de ella ni de su hijo. En la primera parte de las dos en las que está dividido el texto vemos la vida cotidiana de un barrio de París, Barbès, y Khadra, además de mostrar la relación entre nieto y abuela, aprovecha para mostrar otras realidades del barrio de una forma un tanto costumbrista. Así, aparece gente como: uno que se dedica a las apuestas y si gana invita a todos, el futbolero fanático, el traficante ocasional, el dueño de una tienda de desbloqueo de teléfonos, un capo influyente con su red de vendedores, un emigrante clandestino que vende cigarrillos de contrabando y un conjunto de amigos de Ness. La segunda parte cambia de localización y de trama pues, tras ingresar a la abuela en una residencia, Ness se traslada a un pueblo del sur donde vive su amigo Léon, que también es pequeño, porque quiere tranquilidad para seguir escribiendo el libro que tenía ya comenzado en París. Libro que se publicará con cierto éxito (este aspecto de la novela me parece que está un tanto forzado y poco explicado).

Una historia bastante sencilla, pero que contada por Khadra resulta enternecedora ya que, además, muestra la gran solidaridad que existe entre los personajes que pueblan la novela. Además, está la solvente escritura del autor y su gran especialidad que son los diálogos.

No es desde luego una gran novela, pero sí un libro que he leído con gusto y del que borraría unos pocos fragmentos en los que está muy cerca de la cursilería.

 

Yasmina Khadra, Corazón de almendra. Traducción Wenceslao-Carlos Lozano.