martes, 16 de septiembre de 2014

La ilusión de Podemos

A lo largo de los tres escritos que dedico al tema no pretendo otra cosa que dar mi particular visión de Podemos, de lo positivo y de lo discutible, de lo que me gusta y de lo que no, con la intención de animar a quien lo lea a participar en el grupo y, a quien le apetezca, a comentar y debatir en este mismo espacio.
 
 
I: el acercamiento
 
Veo muy poco la televisión; mejor dicho, prácticamente nada. Apenas unos pocos minutos cada noche después de ver el correspondiente episodio de la serie que tenga entre manos me acerco a los canales del “vino tinto” party para mantener las ideas a punto y calentitas, También un día a la semana suelo comer viendo las tertulias de Cuatro y La Sexta, Excepcionalmente, algún sábado me entretengo un rato con los “debates” de La Sexta.
Esta seguramente innecesaria introducción viene a cuento porque, a partir de un determinado momento, y a pesar del poco tiempo dedicado a la pequeña pantalla,  se me fue haciendo casi omnipresente un personaje que en un primer momento me chocó por dos razones principales: tenía coleta y no llevaba la tradicional corbata que adorna a los sesudos contertulios, pero, sobre todo, era enormemente respetuoso con los turnos de palabra lo que ya era el colmo de la novedad. Además, a medida que fui conociendo su discurso me fui convenciendo de que allí había alguien que tenía cosas que decir que se salían de las tan trilladas tanto por la derecha como por la izquierda. Daba datos bastante concluyentes, no se arredraba ante ningún comentario en contra por grosero que fuera (y los había bastante salidos de tono), tenía claro lo que quería transmitir y sabía perfectamente cómo lograrlo: con tranquilidad, de forma pedagógica y, obviamente, a veces también un tanto demagógica y machacona.
Evidentemente, estoy refiriéndome a Pablo Iglesias. Ese fue mi primer contacto con Podemos.
En las elecciones europeas voté a ERC porque pensaba que era lo que más podía molestar a La Casta, término que ya había incorporado a mi lenguaje habitual. En la misma noche electoral hubo un detalle que me llamó especialmente la atención: fue cuando el propio Iglesias al valorar los buenos resultados obtenidos por Podemos hacía referencia a que siendo muy buenos no cumplían los verdaderos deseos que eran los de ganar. Pensé que estaba surgiendo algo diferente  como creo que, visto ya desde hoy, así es.
Se ha escrito bastante intentando explicar el éxito electoral de esa nueva formación política, sin sedes, sin apenas financiación, con solo un par de portavoces mínimamente conocidos y con un mensaje que, como comentaré más adelante, no tenía demasiado en cuenta la realidad. En mi opinión la palabra que define al porqué de ese éxito es HARTAZGO. Mucha gente está harta de muchas cosas que si tuviera que resumir centraría en: la falta de democracia real y el alejamiento total de los políticos de la gente, de sus intereses y preocupaciones; la enorme cantidad de casos de corrupción ante los cuales los partidos cierran permanentemente los ojos hasta que no les queda más remedio que decir o hacer algo, siempre poco; el hecho de que al final los costes de la crisis se están cargando casi en su totalidad sobre las espaldas de los de siempre a través de la elevada cifra del paro, de las disminuciones salariales y los grandes recortes del aún poco desarrollado estado del bienestar, etc. En definitiva, y tal y como teorizan desde Podemos, el régimen fruto de la transición está agotado y hay que transformarlo de arriba abajo.
Para ello no sirven desde luego los partidos que tanto han tenido que ver en su formación y consolidación o, como en el caso de IU, que tienen vicios importantes de funcionamiento interno, además de haber demostrado su poca relevancia incluso cuando el PSOE les dejaba allanado el camino con sus sucesivos fracasos electorales.
El cambio necesario es de tal profundidad y magnitud que hacen falta nuevos instrumentos y nuevas gentes a ser posible no provenientes del régimen anterior, no contaminadas, ilusionadas y, sobre todo, con otra idea de la democracia.
Hace unas semanas Podemos abrió la posibilidad de inscribirse en la Asamblea Ciudadana sin ningún requisito y con el derecho a participar en las votaciones que en ella se planteen. Ya son más de 100.000 los inscritos entre los que me cuento.
Hace unas semanas hice una entrada en el blog en la que expresaba mi arrepentimiento por pasadas militancias y apoyos. Espero no tener que hacer otra dentro de una cierto tiempo.
 
 
II: el conocimiento
 
 
Hasta el momento son tres los documentos de Podemos que conozco: el Documento final del Programa Colaborativo, que fue con el que se presentó a las elecciones europeas, el Pre-Borrador de ponencia política y el también Pre-Borrador sobre los Principios Organizativos.
Documentos muy diferentes tanto por su contenido como por su estado de elaboración. Se podría decir que solo el primero está totalmente elaborado y aprobado, mientras que el tercero, en mi opinión el más importante, está aún en proceso si bien en el pre-borrador se atisban aspectos que, como luego se verá, me han dejado bastante preocupado y un tanto perplejo.
Hasta ahora ha sido el Programa Colaborativo el que más ha llamado la atención de quienes tiene un interés aunque sea espurio en Podemos. En él se plantean medidas, bien que pensadas en su mayoría en teoría a escala europea, en todos los órdenes y con una desigual consistencia.
Lógicamente, no se trata de hacer aquí un análisis detallado porque, además, seguramente se tendrá que reelaborar cuando se plantee un programa electoral para unas elecciones generales. Me limitaré a destacar algunas que me parecen realizables y otras que no.
Entre las primeras: la creación de una banca pública, la realización de una auditoría de la deuda, la prohibición de las puertas giratorias o la separación de los grupos financieros de los de comunicación. Sin embargo, me parecen difícilmente realizables en el momento actual y por bastante tiempo: las 35 horas, la jubilación a los 60, la Asamblea constituyente de la UE o el referéndum para la salida de la OTAN.
La sensación que saqué tras la lectura del Programa fue que se había metido todo lo que no gustaba porque, en definitiva, no se pensaba ganar y en todo caso algunas se podrían ir proponiendo en el Parlamento europeo. Ahora bien, de cara al inmediato futuro creo que se tienen que presentar programas con medidas realizables y, en consecuencia, con el firme compromiso de ponerlas en marcha ya que si no estaríamos como siempre hasta ahora, un programa muy bonito pero sin que luego se lleve a la práctica o, peor aún, se haga todo lo contrario. Y esto no es solo algo que pueda hacer la derecha. (En este sentido me ha defraudado bastante la entrevista en El Mundo con Nacho Álvarez presentado como el “economista de referencia” de Pablo Iglesias).
De la ponencia política cabe destacar que es un buen texto y una buena llamada de atención; una especie de ahora o nunca. Y creo que efectivamente será difícil volver a encontrar unas condiciones más favorables para llegar a tener suficiente peso institucional e iniciar transformaciones significativas.
El documento que más me preocupa es, como decía antes, el de organización. Si Podemos tiene alguna característica relevante es precisamente la idea de que el poder esté muy repartido y siempre vaya de abajo a arriba; que existan todo tipo de controles y que no se produzca la profesionalización en la política. Medidas reformistas las pueden llegar a tomar diferentes tipos de partidos de los ya existentes, pero que esas medidas hayan sido elaboradas, aprobadas y controlada su ejecución desde el conjunto de los ciudadanos creo que es la novedad principal que aporta Podemos. Esto es, la democratización del poder a través de la participación mientras que el documento que comento deja demasiados flecos abiertos al control desde la cúpula. Solo un par de ejemplos (para una crítica más detallada me remito al artículo de Antonio Elorza que citaré más adelante): el excesivo poder que acumula el portavoz y la necesidad de un 30% de los inscritos para poder convocar un referéndum revocatorio.
Soy consciente de la gran dificultad que supone en una sociedad desarrollada y con más de 40 millones de habitantes lograr aunar el carácter asambleario con la eficacia, pero ahí creo que está el quid de la cuestión y el gran reto para Podemos.
Volveré en la tercera parte sobre algunos aspectos de estos temas.
Para finalizar esta entrega sobre el conocimiento de lo que plantea Podemos me ha parecido una buena idea dejar constancia de una serie de “Materiales para el debate o el cabreo”, que de todo hay aunque he evitado los medios más extremos en sus críticas. Me parece que otra de las características de un grupo como Podemos es que tiene que ser capaz de asumir las críticas vengan de donde vengan cuando estén razonadas y hechas con respeto. No hay muchas en lo que enlazo a continuación, para sí alguna.

Tres profesores universitarios han escrito artículos en El País.

Antonio Elorza le ha dedicado ya cuatro columnas, una por mes,  a Podemos, más en concreto, a su portavoz más conocido y compañero suyo  de trabajo, Pablo Iglesias. Las tres  primeras, La ola y La irresistible ascensión de P.I. (sic) y Una nueva democracia, eran más un exabrupto que otra cosa; en la cuarta, Podemos: el ascenso al poder, a pesar de que no puede evitar un final desagradable, hace un análisis que en grandes líneas comparto sobre el documento de organización que se ha puesto a debate en Podemos.

Santos Juliá a propósito de sendos libros de Juan Carlos Monedero y Pablo Iglesias en Gente será, mas gente empoderada, aprovecha para criticar las ideas sobre todo del segundo, algo perfectamente legítimo, pero termina la reseña comparando Podemos con el nazismo en un salto sin red que como historiador serio que es no debería haber dado.

Para completar los artículos aparecidos en El País pondré Todos eran populistas de Félix Ovejero, en el que habiendo algunas cosas interesantes, sin embargo  no tiene recato en utilizar expresiones como “sociología de asamblea” o “trovos maoístas” en velada alusión a Podemos.


También en eldiario.es han aparecido varios artículos interesantes.

Una entrevista con John Holloway en la que en el fondo se está planteando el dilema ya tradicional de reforma o revolución y en el que habla tanto de Syriza como de Podemos.

Javier Gallego en Todos los caminos llevan a Podemos alerta precisamente sobre la gran ilusión que se está generando con Podemos y los peligros consiguientes.

En ¿De qué habla Podemos? Mario París hace un breve y curioso estudio de qué temas trata y cuáles no.

Rafael Reig es bastante crítico en A los círculos de Podemos y termina concluyendo que él prefiere seguir votando a IU.

Luis Roca Jusmet escribe ¿Por qué Podemos? en rebelion.org con el que estoy bastante de acuerdo. Hace un breve análisis del momento político y da un par de sugerencias interesantes para Podemos. 
Como se ve hay un poco de todo y eso que se trata de una mínima muestra de los centenares de textos que se han escrito.
No quisiera concluir esta segunda entrega sin mencionar los libros que han publicado personajes que son un poco la imagen de Podemos y que ya han recibido el correspondiente comentario en el blog al que remito si alguien tiene interés. Son:

Pablo Iglesias y NEGA LCDM, Abajo el régimen, Icaria

VVAA coordinado por John Müller, #Podemos. Deconstruyendo a Pablo Iglesias, Deusto

Jacobo Rivero, Conversación con Pablo Iglesias, Turpial

Juan Carlos Monedero, Curso urgente de política para gente decente, Seix Barral


De alguno de ellos son estas frases que destaco porque me han llamado la atención y pueden resultar útiles para entender algunos aspectos de Podemos. Evidentemente, los responsables son sus autores y no son resultado de ningún acuerdo de la organización.


De Juan Carlos Monedero:


“Para tanto roto no hay alternativa probada ni pensada. Pese a la dureza de la crisis y su carácter civilizatorio –se están socavando las bases de nuestra civilización-, no hay revolución en el horizonte.”

“La posición emancipatoria ante la crisis de civilización no puede ser meramente racional. También reclama su contenido emocional.”

“Las luchas de ayer son los derechos de hoy. La falta de acción colectiva hoy es el retroceso de mañana.”

“Solo la emoción puede romper la clausura del pensamiento lograda por la sobreinformación, el afán consumista, el miedo al futuro, la negación del pasado y la zozobra ante la incertidumbre y el castigo.”

“Hemos llegado hasta aquí como especie cooperando pero llevamos cuarenta años –los que coinciden con el modelo neoliberal- negando esta cooperación (…)


De Pablo Iglesias


 “Podemos busca ser eso, la política en manos de la gente normal. Podemos busca una representación transversal, más allá de etiquetas”.

“(…) y no reconocer la habilidad de un adversario es el mayor error que se puede cometer en política. (…) uno de los grandes errores de la extrema izquierda, y que es la mejor prueba de su mediocridad en España, es no saber mirar más allá de su ombligo y reconocer que fuera de sus parámetros ideológicos puede haber inteligencia”.

“La corrupción convertida en forma de gobierno ante os ojos de los españoles que la sufren y visualizan cada día, no como un problema de manzanas podridas, sino como una forma de organización del poder en este país”.

“Que el principal fracaso de estos partidos, y esto ocurre en los partidos de izquierdas principalmente, es que han dejado de ser espacios de participación política de la gente y, bueno, se han convertido en máquinas que sirven para presentarse a las elecciones”.

“Hacen falta movimientos sociales, hace falta poder en los barrios, en los centros de trabajo, en los pueblos, en las ciudades, que articule el control democrático, y después la representación política puede ser un instrumento más de eso, lo que no puede significar una política de cheques en blanco”. (48)

“Pero nosotros hemos decidido llamarnos Podemos, que es una acción…” (

“(…) el programa de Podemos es básicamente la Declaración Universal de los Derechos Humanos”.

“(…) yo creo que en política hay que ser laicos: Ser laico significa decir que lo que está bien, está bien, y lo que está mal, está mal. Y esa especie como de patriotismo de los símbolos y de patriotismo de los mitos y de los santos políticos… “

“¿Qué quiere decir que el sistema político se ha berlusconizado? Que se trata de un sistema formalmente democrático y sustancialmente corrupto; un sistema de oligarcas y mafiosos protegidos, con una magistratura sumisa y con un buen número de medios y periodistas serviles, dispuestos a todo con tal de defender y justificar a los que les dan de comer”.
 
 
III: expectativas
 
Desde las elecciones europeas hasta hoy, Podemos no ha dejado de incrementar, según las encuestas, el número de posibles votantes. Está a punto de superar al PSOE, según algunas ya lo ha hecho, y deja a IU reducida a una mínima representación. Evidentemente, no está muy claro el valor que puedan tener ya que puede haber manipulaciones interesadas, pero algo debe de estar pasando cuando desde casi todos los medios se ataca cada vez con mayor virulencia a esta formación.
De alguna manera se está visualizando la idea, ya comentada, lanzada por Pablo iglesias tras el éxito en las europeas sobre que eso solo era el comienzo y que el objetivo final era alcanzar el gobierno.
A Podemos se le presentan en estos momentos muchos retos y también muchos riesgos. Para hacerlos frente creo que dispone de varios elementos que le dan fortaleza, pero también otros que le pueden debilitar.
La principal fortaleza de Podemos es la ilusión con que tanta gente está participando más o menos activamente en su construcción. También, obviamente, el no contar entre sus principales portavoces con nadie del régimen anterior y, por lo tanto, estar libre de contaminaciones. Además, aún no ha tenido que definirse ante muchos problemas a veces utilizando el argumento, lógico y  lícito por otra parte, de que todavía no se había tratado en la organización y, por lo tanto, no había una postura “oficial”. Otro elemento que fortalece a la organización, aunque sea bien ajeno a ella, es el hundimiento del que hasta ahora era el partido de la izquierda.
Al mismo tiempo existen varias debilidades importantes. La primera sería estar creando y desarrollando la organización casi al mismo tiempo en que habrá que preparar procesos electorales en los que no se puede fallar. La segunda sería tener que dar la batalla política con la inmensa mayoría de los medios de comunicación  no solo en contra sino, como ya se puede apreciar, con verdaderas campañas de desprestigio tanto de sus ideas como, sobre todo, de sus actuales líderes. Una tercera debilidad, que al mismo tiempo se puede interpretar como fortaleza, es una cierta indefinición ideológica fruto de alguna manera del novedoso empleo del término “gente” huyendo de otros como clase y también un cierto desmarque con respecto al término izquierda. No se ha producido aún, pero no tardará mucho en aparecer la que me parece puede convertirse en la principal debilidad: la política de alianzas pre o pos electorales. Hoy por hoy no parece previsible poder acceder a ninguna institución de gobierno desde esta organización sin pactos con otras formaciones y eso generará tanto tensiones internas como con otras organizaciones políticas.
El abanico de fortalezas y debilidades es más amplio, pero creo que es suficiente con las enunciadas para hacerse una idea.
Para finalizar esta serie de escritos me gustaría dejar constancia de cuáles son mis deseos, es decir, qué es lo que pediría a una formación como Podemos.
En primer lugar, que la democracia no sea, una vez más, una palabra hueca y utilizada como arma arrojadiza. Que haya, por tanto, una participación real dentro de la organización y que las reformas que esta haga, en el hipotético caso de tocar poder, vayan siempre encaminadas en esa dirección. En este sentido hay algunos temas especialmente importantes: que los cargos, a cualquier nivel, tengan una duración determinada; que siempre haya controles y división de poderes; que sea fácil proceder a destituciones cuando se demuestren actitudes antidemocráticas.
En segundo lugar, que se actúe con realismo a corto y medio plazo porque como decía el bueno de Keynes “a largo plazo todos estaremos muertos” y que se evite, transformando un tanto el dicho popular, que “el bosque no nos deje ver los árboles”. Dicho de otra forma: que la palabra revolución no ofusque las mentes y que buscando la utopía se dejen de hacer cosas importantes hoy para la vida de la gente.
En tercer lugar, en ese actuar ya, que se aumenten los derechos colectivos pero sin olvidar nunca la necesaria ampliación y tutela de los derechos individuales (en este sentido soy especialmente sensible al derecho a una muerte digna y, por lo tanto, a la eutanasia activa y el suicidio asistido).
Finalmente, algo difícil de explicar con pocas palabras: que se tenga siempre en cuenta la situación internacional, incluso me atrevería a mencionar algo tan desprestigiado hoy como el internacionalismo. En este sentido, creo que hace falta un debate en profundidad sobre la globalización y sus efectos que se salga de los clichés habitualmente utilizados por la izquierda.
En el fondo, se trata nada más, pero también nada menos, que de actuar, como en todos los aspectos de la vida,  con sentido (común) y sensibilidad (social e individual).
Estamos ante una oportunidad histórica que si se desaprovecha, puede dejar tan maltrecha a la gente que busca el progreso, que se pueden tardar muchos años en recuperar la ilusión.


Esta palabra, ilusión, con la que he encabezado estos escritos, tiene un doble y muy diferente sentido: si por un lado se trata de la esperanza por conseguir algo deseado, por el otro puede ser también una representación sin verdadera realidad o un engaño de los sentidos. Con el deseo de que lo que ahora empieza no termine siendo ese engaño y un mal sueño, para todos: Salud.
 
 
 
 
 

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