martes, 27 de enero de 2015

Un mamotreto que merece la pena



Con este curioso título y los dos aclaratorios subtítulos se presenta este monumental estudio de un escritor cuyos libros siempre tienen grandes dimensiones. A lo largo de 800 páginas Morán va describiendo, analizando y sobre todo criticando los diferentes momentos y autores que han tenido algo que ver con el desarrollo de la cultura letrada en España en el período considerado.
Es un libro fundamentalmente  sobre escritores, pero también aparecen políticos y en alguna ocasión pintores, arquitectos y músicos. Destaca el autor por muchas cosas: por su gran conocimiento del tema; por la capacidad para expresar muy bien lo que quiere decir yendo además muy directamente al grano; porque tanto sus filias, pocas, como sus fobias, bastantes más, quedan perfectamente claras, y así entre las primeras Luis Martín Santos, Max Aub o Manuel Sacristán, y entre las fobias destacarían Pedro Laín Entralgo, Julián Marías o Francisco Umbral y un larguísimo etcétera.
Tengo que decir que a mí el libro me ha tenido enganchado varios días y un montón de horas Creo que lo mismo le puede pasar a la gente de mi generación que se haya interesado por la lectura y por la política puesto que gran parte de lo contado lo hemos vivido de alguna manera.
Una de las cosas que me han llamado la atención es la preocupación de Morán por dejar bien clara la ascendencia primero falangista, luego socialista o comunista o anarquista, de muchos escritores e intelectuales para en algunos casos terminar abrazando hoy posiciones ultraconservadoras. Lo digo porque en mi caso también ha habido una evolución característica. Empecé siendo falangista “revolucionario”, en el FES, (eso sí, esa militancia duró casi exclusivamente el verano de 1969), luego me convertí en un cristiano de base para poco a poco ir abandonando la fe y terminar afiliándome, en 1975, al PSOE, que abandoné en 1983 para convertirme en un “anarquista de peluquería” (o librería que para el caso es lo mismo) y, muy recientemente, inscribirme en Podemos.
Quizá el momento del libro que con más atención he leído es aquél en el que habla de la multitud de revistas que surgieron a finales de los sesenta y en los setenta. Fui lector empedernido de muchas de ellas y suscriptor de algunas. Y hoy, echando la vista atrás con un poco de ira, me arrepiento bastante de haber perdido tanto el tiempo leyendo según qué cosas y según qué autores (por poner solo un ejemplo, ese Leguina intelectual cuasi revolucionario). No es el caso de Tuñón de Lara o Haro Tecglen de los que, por cierto, me he quedado con las ganas de que Morán contase alguna cosa más pues no salen muy bien parados aunque no lo explique.
Por otra parte, el capítulo que más me ha emocionado ha sido el dedicado a la figura y la obra de Max Aub. De hecho he adquirido ante mí mismo el compromiso de releer algunos de sus Campos y esas memorias que tanto tiempo llevan esperando en el estante de libros pendientes.
Realmente del libro de Morán se pueden escribir muchas páginas, pero como sabe quien se acerca a este blog, me gusta que los comentarios sean lo más sintéticos posible.
Para ir terminando, dos textos: el final del estupendo comentario de Bernabé Sarabia en elcultural.es y otro del libro de Morán como ejemplo de uno de los muchos “retratos” que aparecen en el libro.
 
“Para bien o para mal la sinceridad, la potencia, la capacidad de transgredir y de no someterse a lo que se da por supuesto dan a estas páginas de Gregorio Morán una capacidad de atracción que el lector, aunque discrepe, siente de principio a fin”.
 
 “De todos ellos era Fernando (Fernández) Savater el intelectual mediático por excelencia, el hijo del notario de los Fierro, el que Jesús Aguirre, cura, había descubierto –siempre Jesús, alerta y presente- para Taurus. Su tránsito del anarquismo de peluquería al socialismo de subvención, pasando por la audacia abertzale del 78, cuando escribía en las páginas de Egin burlándose de la Constitución, constituyó un espectáculo que tenía algo de divertido y hasta de brillante”. (p.785)
 
Ahora sí que, como final, dos enlaces: una interesante entrevista con el autor y otra con su editor ambas en el diario.es. No lo he mencionado en ningún momento pero este libro arrastra una fuerte polémica ya que estaba prevista su publicación por la editorial Crítica del grupo Planeta que se negó por…(las explicaciones en las entrevistas). Acabo de leer el comentario de Suso de Toro que me parece magnífico y con el que estoy muy de acuerdo.
 
 
Gregorio Morán, El cura y los mandarines. Historia no oficial del Bosque de los Letrados. Cultura y política en España 1962-1996

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