jueves, 17 de noviembre de 2016

Otro buen descubrimiento




Otro gran escritor centroeuropeo, de origen judío y que publicaba en los años treinta del siglo pasado. Es realmente magnífico ver cómo hay una serie de editoriales que están rescatando la obra de estos escritores que han aportado tanto a la historia de la literatura, y que durante años has estado bastante olvidados.
Aunque se han traducido varios libros de Perutz yo simplemente conocía el nombre o,  mejor dicho, me sonaba a pesar de que siempre que me entero de la existencia de libros de escritores con las  credenciales mencionadas procuro leerlos.
Gracias a esta última publicación en Libros del Asteroide he tenido ocasión de comprobar que Perutz es uno de los grandes de la época. Se trata de un conjunto de relatos que forman una unidad por aparecer varios personajes en casi todos (principalmente el Emperador del Sacro Imperio Rodolfo II y el rico judío Mordejai Meisl) y por desarrollarse en Praga, fundamentalmente en el barrio -gueto- judío, en los años a caballo entre los siglos XVI y XVII, Dice muy atinadamente Andrés Amorós en su reseña que: “Lo que aporta unidad y encanto al libro es su tono. Recuerda los relatos de tipo oral, tradicional; en ocasiones, a Las Mil y Una noches”, y esto es una de las cosas que más me han sorprendido y gustado del libro: que su lectura te transporta a otra época y te vas metiendo en unas historias maravillosamente bien contadas.
En los catorce relatos y un epílogo que componen el libro hay todo tipo de historias pero, salvo quizá  dos de ellas un poco inferiores, todas atrapan desde el primer momento. Tiene además, como decía antes, la presencia de ese Rodolfo II paranoico (aunque a veces con razón) que es todo un personaje.
Como se afirma en la magnífica reseña del libro publicada en el blog devoradoradelibros.com: “Ya no se escriben libros como De noche, bajo el puente de piedra, libros que dominan el arte de contar historias con el sabor de una fábula, libros que embelesan al lector con una literatura que le sugiere una fascinación similar a la de los cuentos que leyó en su infancia. Por todo esto y más, he aquí una gran lectura.”
Un libro para disfrutar, para entrar en otra época y otros lugares, para ver qué manjares se comían y cómo un duelo puede acabar con el derrotado bailando la zarabanda por la judería. Un libro diferente y totalmente recomendable.



Leo Perutz, De noche, bajo el puente de piedra

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