viernes, 2 de julio de 2021

Más lecciones de periodismo

 

Este es el cuarto libro de la serie que la revista 5W está dedicando a la profesión periodística. Libros que consisten en una larga conversación entre dos periodistas de generaciones diferentes. En este caso son Maruja Torres, de la que he leído bastantes artículos, reportajes y varios de sus libros entre ellos: Mujer en guerra y Amor América (este con especial atención por la coincidencia de amores), y Mónica G. Prieto a la que, por el contrario, apenas conozco por ver sus libros en colaboración con Javier Espinosa en los estantes de las librerías. Este desconocimiento se debe a mi poca atención desde hace tiempo a la política internacional de la que, sin embargo, fui un gran seguidor en los noventa. Tras leer la conversación con Torres me he dado cuenta de que me he perdido cosas muy interesantes  de Prieto.

El libro, como todos los de esta colección, es una larga conversación entre ambas periodistas, recogida en parte en las 139 páginas del libro, que está dividida en 5 capítulos que se corresponde cada uno con una de las famosas W. Ahora bien, excepto la primera, Why,  en la que cada una hace la presentación de su contertulia, en el resto no se sigue el significado de la W a rajatabla y ambas hablan de los temas según van surgiendo.

Así, la conversación va transcurriendo desde aspectos concretos de su trabajo profesional, a reflexiones sobre la profesión periodística, pasando en algunos momentos por algunos temas más personales en los que el feminismo ha jugado un papel importante.

Si para Prieto fue Chechenia uno de los momentos más relevantes de su trabajo, para Torres lo fue el Líbano, lugar donde, por cierto, coincidieron y se conocieron. En general se puede afirmar que es Oriente Medio la zona que más aparece a lo largo del libro ya que Prieto ha estado en los conflictos de Irak y Siria, y para Torres Beirut es su segundo hogar. Y sobre todo porque ambas no tienen sino buenas palabras sobre los árabes de los que afirman que “hay muchas cosas de los que todos podríamos aprender” como: “la gran capacidad de ternura”, “el respeto a los mayores” “lo amables que son con los niños”, “la hospitalidad con el extranjero, “el respeto” o que “tienen mucha humildad”. (p. 102-103)

Es interesante también, desde otro punto de vista, la idea que plantean y desarrollan de cómo lo sucedido el 11-S supuso un cambio en la forma de hacer periodismo o la feroz crítica que hacen sobre la actuación de los gobiernos europeos en la crisis migratoria que lleva a Torres a afirmar que: “Europa ha perdido su alma con su comportamiento con los refugiados” y un poco después y en la misma línea “¿Cómo puede ser que no dejes entrar a los refugiados y dejes a ese fascista húngaro y a ese polaco ahí”. (p. 76-77) Palabras estas últimas de rabiosa actualidad en estos días (el libro se publicó en diciembre de 2017).

Y ya que estoy citando, dejo a continuación algunas frases de ambas que creo que son un buen reflejo de su forma de pensar y también de su forma de hacer:

“Eso lo llevo cada vez peor. La oenegé o el periodista que quiere ser noticia. Uno de los grandes valores del reporterismo y de la vida es la humildad. No creerte tú la noticia.” (p.37, Prieto)

 “Si te siguen poniendo imbéciles en la tele, el del sofá cada vez será más imbécil. Es una responsabilidad mutua. También del lector, que tiene que participar, tiene que elegir.” (p. 57, Torres)

“Ir a la ópera: yo iba a todas partes, hasta follaba pensando en el reportaje. ¡Era tan apasionante! Por Dios, ¡qué bien me lo he pasado!” (p. 42, Torres) 

 “Si no quisiéramos saber, si no leyéramos prensa, seríamos mucho más felices y menos pesimistas.” (p. 113, Prieto)

 Tras la lectura de estos cuatro libros de conversaciones en los que han participado, además de las dos de este libro, Ramón Lobo, Mikel Ayestaran, Alfonso Armada, Xavier Aldekoa, Agus Morales y Martín Caparrós, me mantengo en la idea de la importancia que tiene esta profesión para que el ciudadano tenga una información que le ayude a formarse una correcta idea de las cosas. Ahora bien, se puede decir que los ocho citados se dedican sobre todo a la información internacional y que, por lo tanto, podemos estar tranquilos porque hay la suficiente calidad profesional y honestidad para fiarse de lo que nos cuenten. No ocurre desgraciadamente lo mismo en la información de lo que pasa dentro de nuestra fronteras donde se practica casi exclusivamente un periodismo de trincheras en el que, por el momento, lleva la delantera la derecha por la cantidad de medios de que dispone.

Todos los libros de esta colección son absolutamente recomendables y aseguran una lectura gratificante en la que hay un poco de todo: información, opinión, apuntes personales, anécdotas humanas, conflictos, guerras, reflexiones,… Además, todos los que conversan, tanto los “mayores” como los “jóvenes”, están repletos de experiencias que saben transmitir de manera admirable.

Hay una buena reseña de Beatriz Garza en unlibroaldia.blogspot.com.

 Mónica G. Prieto y Maruja Torres, Contarlo para no olvidar.

 

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