jueves, 10 de noviembre de 2022

Buen descubrimiento


Aunque esta no es la primera novela que se traduce de esta escritora israelí, yo no la conocía. A partir de ahora espero que se traduzcan más libros, además del publicado por Siruela,  porque es una escritora interesante.

Dice de esta novela Siri Hustvedt en un fragmento que la editorial reproduce en la faja:

“Pocos escritores son capaces de plasmar la inconstancia de las emociones humanas con tantos matices y precisión como Zeruya Shalev. Leer sus novelas es adentrarse en una geografía profundamente familiar pero a menudo turbadora. Dolor es una novela extraordinaria”.

Lo reproduzco porque creo que aquí están dos de las claves de esta obra que, por cierto, tampoco me parece tanto como extraordinaria, me refiero a la inconstancia y a lo familiar.

La novela cuenta la historia de Iris que sufrió graves heridas en un atentado terrorista y tiene que tratarse el dolor. Es madre de dos hijos y tiene un matrimonio con el que va tirando. El médico que dirige la clínica donde se trata es un antiguo amor de juventud que la abandonó a los dieciocho años a raíz de la muerte de la madre de él. Con estos escasos personajes la autora, a lo largo de las 378 páginas que tiene el libro, nos va mostrando diferentes aspectos de la vida. Iris inicia una relación con el antiguo novio intentando recuperar el tiempo perdido, pero a la vez tendrá  que ocuparse de su hija que le planteará importantes problemas.

Todo ello contado en presente, pero volviendo de vez en cuando al pasado para ilustrar algunos comportamientos.

Hay alguna alusión al contexto israelí. De hecho el padre de Iris murió en combate cuando ella tenía apenas cuatro años, sus hijos serán reclutados por el ejército y ella, como ya he dicho, sufrió las consecuencias de un atentado, pero poco más.

Lo interesante de la novela y lo que, en mi opinión, hace que merezca la pena leerla es lo bien escrita que está, la capacidad de Shalev para mostrar diferentes aspectos del comportamiento humano y de profundizar bastante en ellos mostrando en algunos casos esa inconstancia que se mencionaba antes en la cita de Hustvedt. Y dentro de esos comportamientos destacan, como se puede adivinar por los personajes, los conflictos intrafamiliares.

Si tuviera que poner algún pero lo haría con la excesiva extensión. Me parece que la parte central, dedicada sobre todo a la relación con el antiguo novio, se podría aligerar bastante sin que por ello se perdiese información relevante.

En fin, una buena novela de una escritora a la que habrá que prestar atención.

 

Zeruya Shalev, Dolor, Traducción Ana María Bejarano.

 

 

 

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