miércoles, 16 de noviembre de 2022

La desigualdad en España



El autor es uno de los mejores periodistas de este país, tanto en la información general como, sobre todo, en la información económica. Le he seguido en la televisión y le escucho casi a diario en la radio. Es metódico, riguroso con los datos en los que siempre se basa para sacar conclusiones, claro en sus exposiciones y, algo también muy importante tal y como está la profesión, bastante neutral en sus opiniones. Para un sector se trata de un periodista de izquierdas. No lo sé ni me importa, lo que sí sé es que le he visto alabar algunas medidas del actual gobierno y también criticar otras. En este libro hay varios ejemplos de ambas cosas.

El libro, que ha obtenido el Premio Espasa 2022, está dedicado a mostrar cómo está el tema de la desigualdad y qué modificaciones ha sufrido en los últimos años. Para ello el autor lo ha dividido en nueve capítulos: en la introducción plantea la situación en el momento actual; dedica los tres siguientes a analizar cómo han afectado al tema las tres crisis del presente siglo: la de 2008, la pandemia y la actual guerra; en el cuatro plantea la desigualdad dentro del mundo empresarial, algo que me ha resultado muy interesante porque no se suele tratar muy  a menudo; en los dos siguientes se centra en el mundo de los más desfavorecidos con especial atención a la existencia, o no, de un ascensor social; en el séptimo se centra, algo también poco habitual, en el papel de la prensa y los medios en general con una actitud muy crítica en la que solo faltan los nombres de las empresas que pagan y de los medios y los periodistas que cobran (evidentemente no esperaba verlos, sería un verdadero suicidio); el penúltimo lo dedica a  analizar cuál es la situación de la desigualdad en Estados Unidos, Francia, China y Rusia;  para terminar el libro  con una serie de propuestas fiscales, laborales y educativas.

Como se puede ver, traza un panorama muy completo, a lo que hay que añadir que el libro está repleto de datos y cuadros estadísticos que muestran las realidades que Ruiz va desgranando y analizando. Quizá hay en algunos momentos demasiados cuadros no siempre fáciles de comprender y también en algunos, lo que creo que es un fallo de la edición, falta la fuente.

Quien siga con cierta frecuencia a Ruiz no va a encontrar grandes novedades en lo que dice, pero sí va a encontrar que están tratados la mayoría de los aspectos relevantes de la economía española y, desde luego, con la claridad y neutralidad que son marca de la casa.

A mí particularmente me han llamado la atención algunas cosas: la buena explicación que da sobre las famosas hipotecas subprime; la interesante discusión sobre el Salario Mínimo Interprofesional; lo que explica sobre las desigualdades en el mundo empresarial y, dado mi especial interés por ese tema, todo lo que cuenta en el capítulo dedicado a los medios. En fin, pongo esto por destacar algo ya que realmente es un texto que no tiene desperdicio.

A continuación voy a citar algunos fragmentos muy significativos que comentaré brevemente:

 

“Mantener la desigualdad es, como estamos viendo, una buena estrategia política para aquellos partidos que beben de un electorado formado por ciudadanos con ingresos altos. No solo implica que conceden a sus votantes lo que piden -bajada de impuestos, privatización de servicios públicos, etc.-,sino que, además, desmovilizan a los sectores que solicitarían políticas contrarias de redistribución de rentas y fiscalidad progresiva.” (p. 195)

 

Esto viene en el contexto de cómo el nivel de abstención es muy diferente según el nivel de renta, siendo mucho mayor a menor renta y, por lo tanto, lo que tienen que hacer es movilizar a los “suyos”.

 

“La movilidad social de las personas cuyos padres no tenían estudios fue mucho mayor entre los individuos nacidos entre 1955 y 1975 que entre los nacidos a partir de esa fecha.” (p. 221)

“La educación no es suficiente para igualar el éxito en el mercado laboral. Los individuos que vienen de familias aventajadas socio-económicamente tienden a obtener mejores puestos de trabajo y mayores salarios, que los individuos igualmente cualificados que vienen de familias desaventajadas.”  (p.242) (De un estudio de los investigadores Carlos Gil-Hernández y Fabrizio Bernardi)

 

En estos dos fragmentos se trata un tema enormemente importante y de gran actualidad dada la polémica sobre la meritocracia y la cultura del esfuerzo. Ya en los años setenta dos sociólogos franceses, Baudelot y Establet, demostraron, estudiando varias cohortes a lo largo de un extenso periodo de tiempo, que la educación apenas servía para la movilidad social, posteriormente Julio Carabaña llegó a las mismas en España después de hacer un estudio similar.

 

“El resultado es un fenómeno que los observatorios periodísticos han comenzado a definir como “evitación selectiva”: una parte de la audiencia empieza a esquivar las noticias porque afectan negativamente a su estado de ánimo o porque las consideran sesgadas o difíciles de comprender.” (p. 270)

 

Este último fragmento me ha parecido particularmente interesante porque es algo que hace tiempo que vengo observando en mi actitud hacia la información. De ser alguien preocupado y que dedicaba bastante tiempo al tema a ir alejándome cada vez más y, eso sí, ser muy “selectivo” en lo que leo y escucho.

En fin, estamos ante un libro tremendamente interesante tanto por los temas que trata como por el enfoque con el que los aborda. Muy pero que muy recomendable.

 

Javier  Ruiz, Edificio España. El peligro de la desigualdad.

 

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