jueves, 19 de abril de 2018

Buen descubrimiento



Desconocía la existencia de este escritor a pesar de que se han traducido varios de sus libros. Nació en Rutenia en una familia judía. Tras ser deportado junto a su padre logró huir y en 1946 se trasladó a Israel donde ha escrito toda su obra en hebreo. Sin embargo, esta edición es una traducción del inglés algo que me ha resultado un tanto chocante.
Se trata de una magnífica novela. Katerina, su espléndida protagonista, es una niña rutena y cristiana que vive en un pueblo. Al desaparecer sus padres se dedicará a servir en casas de familias judías y, poco a poco, irá sintiendo respeto, cariño e incluso admiración hacia ellos a pesar de que en ese ambiente se respira animadversión y odio hacia ellos.
La historia se desarrolla en lo fundamental en el período de entreguerras y Appelfeld dedica muchos momentos por un lado a comentar algunas peculiaridades del mundo judío de la zona casi en plan antropológico y, por otro lado, a dejar constancia del antisemitismo reinante.
Algunos ejemplos de lo primero pueden ser los siguientes fragmentos:

“Hablar por hablar no se da entre ellos. Su laboriosidad es compulsiva.” (p. 35)
“Se los podía reconocer por una serie de señales: eran delgados, de baja estatura, e iban cargados de paquetes.” (p. 71)
“Conocía bien a los judíos. Durante todo el año llevaban una vida dura, dispersa. En su fiesta, un judío quería estar consigo mismo y con su libro.” (p 109)

Además de que aparecen la mayor parte de las festividades propias de ese mundo.
Del antisemitismo hay muchos ejemplos. Algunos son:

“También ella, como todos nosotros, los despreciaba.” (p. 21)
“La gente los golpeaba o los perseguía (…) (p. 22)
 “Los judíos son malvados, los judíos son corruptos, hay que erradicarlos, oía en cada esquina.”(p. 45)
 “-Deberías saber que los judíos  son tramposos. Para ellos, el dinero es más importante que cualquier otra cosa –dijo con una pavorosa compostura.” (p. 91)
 “He trabajado mucho en casa de judíos y les he robado mucho dinero, pero jamás les perdonaré haber dado muerte a nuestro Señor. ¿Cómo se atrevieron esos hijos de Satán a asesinarlo, siendo que Él es amor y gracia? Dios no les perdonará. Ha preparado una gran venganza contra ellos. ¡Ya lo verán!” (p. 139)
“-Es curioso –dijo-. De noche no me enfado ni conmigo, ni con mi madre, ni con mi esposo, que abusó de mí. Me enfado con los judíos. Me sacan de quicio. ¿Entiendes?” (p. 157)

También deja constancia de varios progroms y de los trenes llevando deportados.
Ahora bien, el núcleo de la novela, lo que la hace tan “conmovedora y hermosa” (tal y como dice la editorial en la contraportada), es el personaje de Katerina y su forma de enfrentarse a la vida. Hacía tiempo que no leía una novela cuyo/a protagonista me pareciese tan bien conseguido.
Un libro muy recomendable tanto por lo bien que refleja el momento histórico como por la sensibilidad que muestra al narrar la vida de la protagonista. 
Hay una reseña muy completa, quizá demasiado, sobre el contenido del libro de José Escobar en impenitentelector.blogspot.com.



Aharon Appelfeld, Katerina. Traducción Javier Escobar Isaza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario