martes, 26 de noviembre de 2019

Sobre el periodismo



En muy poco tiempo he leído gran parte de los libros publicados por esta gran periodista argentina. Hasta ahora consistían bien en una historia concreta, Opus Gelber o Una historia sencilla, bien un conjunto de perfiles de personajes sudamericanos del mundo de la cultura, entendida en un sentido amplio, como hace en Plano americano. En este caso el contenido es bastante diferente; se trata de un conjunto de 29 artículos y conferencias que se dedican en su mayoría a reflexionar sobre el periodismo y el trabajo del periodista. Abarcan el periodo que va de 2006 a 2013.
A mí, como he demostrado muchas veces ya en este blog, el tema me parece muy interesante aunque solo sea porque, hoy por hoy, la información acapara una parte importante del tiempo de la gente. Por ello, el que alguien que se dedica a esta profesión ponga negro sobre blanco sus ideas sobre la profesión me parece especialmente valioso, a pesar de que el tipo de periodismo que hace Guerriero no tiene mucho que ver, ni en sus temas ni en sus formas, con el que suele acaparar horas y horas, páginas y páginas, en los diferentes medios.
En muchos momentos aparece en el libro el nombre de Martín Caparrós como ejemplo de periodismo de calidad. Se nota la admiración de la autora por él, algo que comparto plenamente porque me parece quizá el mejor periodista-cronista del momento en lengua castellana.
Aunque todos los textos tienen su valor y ninguno tiene desperdicio, me gustaría destacar, por ser los más completos y donde quedan mejor hilvanadas las reflexiones, los siguientes: ”Qué es y qué no es el periodismo literario: más allá del adjetivo perfecto”, “Leer para escribir”, “El periodismo cultural no existe” y  “La imprescindible invisibilidad del ser, o la lección de Homero”.
En ellos se pueden leer fragmentos como los que reproduzco a continuación:

“Sean invisibles: escuchen lo que la gente tiene para decir. Y no interrumpan. Frente a una taza de té o un vaso de agua, sientan la incomodidad atragantada del silencio. Y respeten.” (p. 20)

“El periodismo –literario o no- es lo opuesto a la objetividad. Es una mirada, una visión del mundo, una subjetividad honesta.“ (p. 58)

“La pregunta, claro, es cómo se hace.
La respuesta es que no sé, pero que, en todo caso, a mí me sirve aplicar la curiosidad, derrochar paciencia y cultivar discreción: preguntar como quien no sabe, esperar como quien tiene tiempo y estar allí como quien no está.” (p. 207-208) (Se está refiriendo a cómo se hace un perfil.)

“Para ser periodista hay que  (…) Llegar, después de días, a un texto vivo, sin ripios, sin tics, sin autoplagios, que dude, que diga lo que tiene que decir –que cuente el cuento-, que sea inolvidable. Un texto que deje, en quien lo lea, el rastro que dejan, también, el miedo o el amor, una enfermedad o una catástrofe.” (p. 84) (Aquí, quizá, se “pasa un poco de frenada”.)

Cuando leía lo de la invisibilidad, el respeto y el uso de materiales diversos (ella habla de “textos integrados”), me venían a la cabeza cosas que he pensado, y también escrito en mis comentarios, cuando leía sus libros. Es muy curioso sobre todo cómo se puede llegar a percibir esa invisibilidad.
También me ha llamado la atención la insistencia sobre la necesidad de la lectura que hace en “Leer para escribir”, y no en cualquier tipo de lectura. Esto es algo que se deberían aplicar también muchos, muchísimos, profesores de lengua cuyas lecturas, cuando las hacen, se limitan a los libros de mayor venta.
En un libro que recoge tantos artículos es inevitable que haya alguna idea y algún ejemplo que aparezca repetido. No importa porque, además, son muy pocos.
Para terminar una última cita que refleja algo que está sucediendo también por aquí, sobre todo en la literatura francesa:

“Se dice, se repite: que lo más interesante de lo que se escribe y se publica hoy en Latinoamérica pertenece al género de la no ficción. Que es allí donde hay que buscar los saltos en altura, las cuerdas flojas, los riesgos de la forma y del estilo.” (p. 79)

Un libro recomendable como todos los de su autora que no solo es una gran periodista sino una muy buen escritora y alguien que cuida mucho sus textos lo que hace que su lectura no sea solo interesante, sino también gratificante.
Hay una buena reseña de Juan José Millás, por cierto el único no sudamericano que sale en el libro Plano americano, en elpais.com.

Leila Guerriero, Zona de obras.


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