jueves, 17 de octubre de 2024

Grande, muy grande

 


En mi caso, decir algo nuevo sobre este autor es muy difícil por no decir imposible. Ha aparecido tantas veces en el blog, he dicho tantas y tan buenas cosas sobre él que no parece fácil comentar otro de sus libros sin repetirme. Da igual porque estamos ante otro de sus magníficos trabajos.

Esta “novela de una vida” es un texto inacabado y publicado póstumamente en 1946, y en España en 1948 con la traducción que la editorial Paidós ha conservado para esta edición. La preparación para esa publicación la hizo Richardt Friedenthal que en un apéndice explica el proceso que siguió para ella en el que incluso tuvo que completar algunos apartados siguiendo las notas que había dejado Zweig. Este tenía previstos dos volúmenes, uno dedicado a la vida y otro a la obra. El que se publicó está centrado casi exclusivamente en la vida de Balzac con pequeños comentarios a alguna de sus obras.

En la primera parte ofrece un retrato de la infancia y juventud que resulta bastante terrible: una madre muy despegada y que apenas le hacía caso; la dura estancia en un internado entre los 6 y los 12 años; y, aunque era mal estudiante, sus estudios de jurisprudencia por obligación paterna que le llevan a trabajar con un notario para luego abandonarlo y dedicarse a su pasión: la escritura.

A partir de ahí, Zweig se centra en tres aspectos principalmente, quizá porque son los que más le llamaron la atención de la vida de Balzac. Por un lado, su extensa, variada y en algunos casos frustrada vida amorosa, con el detalle de que Zweig ve más que la búsqueda del amor, la de una posición social y, en casos como el de von Hanska, económica. Por otra parte, la inmensa capacidad de trabajo para lo que da mucha información y pone numerosos ejemplos que son, desde luego, realmente espectaculares. Finalmente, dedica mucho espacio a escribir sobre su economía desde dos puntos de vista: por un lado, su vida de lujo con compras de todo tipo de objetos y, como consecuencia, el gasto de los anticipos y el aumento de las deudas que, como en un círculo vicioso, le obligaban a escribir mucho y muy deprisa para cumplir con lo comprometido; y, por otro lado, su capacidad para meterse en negocios que siempre terminaban en la quiebra y en nuevos endeudamientos como son, por ejemplo, sus creaciones de una editorial, una imprenta, una fundición o sus inversiones en ferrocarriles y en bolsa. De todo salió malparado.

Una de las conclusiones que el lector puede sacar de esa vida es cómo fue capaz de concentrarse y escribir la cantidad de páginas que escribió con una vida tan azarosa y complicada. Quizá lo explica el hecho, que Zweig destaca en varias ocasiones, de que tenía una disciplina de trabajo muy estricta y que incluso cuando tuvo, como con Hanska, una relación más fuerte y duradera, solo la veía en las horas de la tarde que no dedicaba a escribir.

Lo que he destacado no quita para que Zweig admirase, y mucho, al gran autor francés. Aunque se muestra crítico con varios de sus libros, otros son para él de lo mejor que se había escrito hasta entonces, y Balzac uno de los más grandes del siglo XIX.

En fin, de este extenso libro, 406 páginas, se pueden decir muchas más cosas, pero creo que lo mejor que se puede decir es que, nuevamente, es un auténtico placer leer a Zweig. Su capacidad de narrar sin repetirse, de profundizar en la psicología de los personajes, en este caso todos reales, de escribir de una forma clara y al mismo tiempo tremendamente literaria (si es que se pude decir algo así), hacen de su lectura una experiencia distinta y enriquecedora.

Tenía este libro entre los pendientes desde hace muchos años seguramente pensando que como era un texto inacabado sería un texto menor. Error, inmenso error porque se trata de otro de sus grandes libros.

¿Recomendable? De Zweig prácticamente todo lo es y muchos son, además, imprescindibles.

Una acotación personal. Solo he leído un par de libros de Balzac y hace más de cuarenta años porque fue para unos trabajos cuando estudiaba historia. Da igual, no es necesario conocer la obra de este gran escritor francés para disfrutar de la lectura de esta recreación de su vida.

 

Stefan Zweig, Balzac. La novela de una vida. Traducción Arístides Gamboa

 

 

 

 

 

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