Siguiendo una tradición
que tiene ya más de diez años recopilo las lecturas que, por diferentes
razones, más me han gustado este año.
Para empezar tengo que
decir que he leído entre 30 y 40 libros menos de lo habitual. Las cataratas han
tenido la culpa y esos ojos que necesitan unas gafas un tanto especiales.
No obstante, he terminado
leyendo más de lo que me esperaba aunque tampoco ha sido un gran año de
lecturas.
Por un lado, solo he
seleccionado cuatro libros de ficción (y uno de ellos, el de Scurati, entra en
esta clasificación por los pelos). Los otros tres, cada uno en su estilo son
realmente muy buenos. Me alegro mucho de que aparezca Padura porque es un autor
que me encanta. El del autor ucraniano llevaba mucho tiempo en casa, pero me
asustaba el tamaño. El de Selby tiene ya bastantes años aunque yo lo he
descubierto ahora.
Estas carencias de la
ficción han sido más que compensadas con un año excelente de la no ficción.
Alguno me ha enseñado mucho, como el de Kaplan y el de Desmond; otro me ha
emocionado y me ha hecho dudar del ser humano, como el de Villaécija; el de
Cerdá me parece una obra impresionante (este año le han dado el Premio Nacional
de Narrativa por Presentes, que también he leído y podría estar en mi
lista); Anderson está porque es uno de los grandes periodistas y la
recopilación de perfiles es magnífica; finalmente, el de Beinart, que creo que
es el último de la lista que he leído, está porque además de lo que he
aprendido leyéndolo, me ha ayudado mucho a confirmar que lo que pienso del
genocidio en Gaza es acertado.
También se ha convertido
es una tradición, aunque esta más reciente, el dejar constancia de algunas
lecturas desde otro punto de vista.
Descubrimientos: Cristina
Rivera Garza, Hugo Gonçalves, Alia Trabucco Zerán
Decepciones: Brad
Mehldau, Un canon personal.
Libros valientes: Dror
Mishani, Habitación sin vistas,
Sorpresa: Ignacio Peyró, El
español que enamoró al mundo. Una vida de Julio Iglesias
Tocho: Der Níster, La familia Máshber
Abandonados: Upton
Sinclair, Petróleo (seguramente por la traducción, muy anticuada),
Roberto Bolaño, Los detectives salvajes, Vasili Aksiónov, Las cumbres
de Moscú.
No comentados en el blog;
Colson Whitehead, Los chicos de la Nickel; Martín Kohan, Fuera de
lugar, Gene Kerrigan, El coro de la medianoche; Olga Medvedkova,
La educación soviética.
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