jueves, 17 de mayo de 2018

El inicio de un gran proyecto


Esta novela, aunque es la cuarta que publica Anagrama, es con la que Deville inició en 2004 una serie de 12 como se explica muy bien en el artículo y la entrevista con el autor de Berna González Harbour en elpais.com.
He leído y comentado en este blog las tres ya publicadas que, como sucede con la actual, me han parecido grandes novelas, tremendamente originales y magníficamente escritas y traducidas. (Por cierto, el traductor, que es amigo de Deville, aparece mencionado en la página 236).
En esta novela está ya todo lo que será característico de las que vengan a continuación: presencia de multitud de personajes en su gran mayoría reales (en este caso Sandino, Che Guevara, W.Walker, Ernesto Cardenal, Tony de la Guardia, Fidel Castro y un largo etcétera) además, claro, del propio autor; constantes desplazamientos en el espacio (aquí principalmente por toda Centroamérica) y en el tiempo (en este caso desde 1997, año en que el autor está in situ, hacia atrás sobre todo en el siglo XIX, pero en algún momento en el XVI y más en el XX); utilización, aunque no se haga explícita, de muy buena documentación; muy trabajada y pensada la estructura de la obra; una originalidad y creatividad realmente sorprendentes y, algo que a mí particularmente me encanta, una gran capacidad de síntesis, esto es, con muy pocas frases lograr expresar muchas cosas.
Tomo del comentario aparecido en el digital costarricense nación.com la siguiente cita que resume muy bien la obra desde otra perspectiva:

“(…) destila mordaz desesperanza y maestría estilística y logra una composición electrizante y laberíntica, en que el lector nunca se pierde y resurge constantemente azuzado por la repetición de imágenes y frases hipnóticas, como en una procesión fantasmal, más que un mural, que lleva a los personajes hacia el encuentro definitivo con el heroísmo, el escarnio o la muerte, nunca con la victoria."
Quisiera terminar el comentario con dos breves citas que obedecen a muy diferentes razones:
“A veces se hace justicia. El general Álvarez Martínez fue ejecutado el 25 de enero de 1989 por miembros del Movimiento Popular de Liberación Cinchonero” (p. 199)

“Porque finalmente esta segunda mitad del siglo XX no es en absoluto el periodo que me resulta más familiar. Con la salvedad, no obstante, de que es en este periodo en el que yo vivo.” (p. 207)

La primera me ha sorprendido por esa defensa del asesinato político aunque se trata de un torturador. La segunda me gusta porque recoge una   sensación que he tenido muchas veces quizá por el hecho de haber leído muchos libros de historia.
En fin, ahora queda esperar que se edite pronto el libro que falta de los ya publicados en Francia y que trata nada menos que de Kampuchea y los jemeres rojos. Y mientras tanto, recomendar la lectura de cualquiera de los cuatro ya publicados porque son una experiencia muy gratificante y enriquecedora.

Patrick Deville, Pura vida. Vida & muerte de William Walker. Traducción Losé Manuel Fajardo.

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