viernes, 24 de enero de 2020

Contra Imperiofobia



Hace unos años Pío Moa, un periodista converso tras abandonar su militancia en los GRAPO, inició una cruzada revisionista sobre los años de la II República, la Guerra Civil y el Franquismo con gran éxito de ventas. Leí un par de sus libros y, posteriormente, los dos que el historiador Alberto Reig Tapia escribió sobre lo publicado por Moa con el fin de demostrar las falsedades, en unos casos; las torcidas interpretaciones, en otros y la pobre documentación utilizada, siempre. Más allá de que a veces discrepase del estilo utilizado por Reig, lo cierto es que fui capaz de enterarme por lo general del objeto de la polémica y de los términos de la misma ya que versaba sobre temas de los que tenía cierto conocimiento en unos casos y bastante en otros.
Esta larga introducción la hago con un doble objetivo. Por un lado, para decir que el libro de Elvira Roca se podría entender como una continuación de la obra de Moa, eso sí, tratando un tema muy diferente, el que podríamos resumir diciendo que es la Leyenda Negra, pero con un objetivo bastante similar. (Más adelante dejaré algunos fragmentos de Villacañas que lo expresan muy bien). Por otro lado, a diferencia de lo que me pasó con los de Reig, aquí mi desconocimiento del período es realmente enciclopédico y, por lo tanto, no he sido capaz de seguir ni de entender la inmensa mayoría de los temas de debate. Además, el profesor Villacañas, aunque es muy claro en sus exposiciones, derrocha una gran erudición nombrando y citando a autores de los que no conozco ni siquiera el nombre.
Resumiendo, creo que es un libro para trabajar y estudiar en profundidad y no un texto para simplemente leer, que es lo que yo he hecho. Desde luego es tremendamente interesante e imagino que muy jugoso para quien conozca los temas que en él se tratan que, simplificando mucho, serían: la teoría que está detrás de la obra de Roca; las víctimas de los imperios y los victimarios; los componentes de la Leyenda Negra, esto es, la Inquisición y el Imperio de América o la visión de la Ilustración y el liberalismo que da Roca. Como se ve todos enormemente interesantes.
A continuación reproduzco varios fragmentos en los que Villacañas, después de haber ido analizando cada uno de los temas y desmontando lo dicho o interpretado por Roca, hace valoraciones de lo que significa -yo diría que desde el punto de vista político e ideológico porque en el fondo es de lo que se trata-, su trabajo e incluso su forma de trabajar como muestra en el primer fragmento:

“La forma en que Roca Barea se documenta es a veces específicamente populista. Recoge información de páginas web más que dudosas, en muchas ocasiones claramente vinculadas a su misma línea ideológica y, por lo general, autorreferenciales, esto es, que recogen informaciones unas de otras y las repiten. Estas páginas son, por lo general, anónimas.” (p 125)

“Cuando tenemos esto en cuenta percibimos que Roca Barea, con su ataque al Humanismo, a la Reforma, a la Ilustración y al liberalismo, no hace sino una defensa del último Índice de libros prohibidos que editó la Iglesia romana. ¿Cómo podemos llamar a esto: integrismo, nacionalcatolicismo o sencillamente estupidez?” (p. 205)
(En ese Índice de 299 páginas publicado por Leon XIII en 1922 estaban incluidos autores como: Erasmo, Kant, Descartes, Bergsson, Constant, ¡Bossuet!, etc. De ahí viene el "esto" del inicio de la frase y la conclusión de Villacañas)

“Es entonces cuando comprendemos que este libro es un producto de la factoría de Steve Bannon mezclada con el corazón castizo de la melancolía imperial de Gustavo Bueno, utilizado por los padres fundadores de la Asociación de Defensa de la Nación Española en su proclama inaugural y hoy inspiradores del partido político VOX.” (p 228)

“En este contexto podemos ver la funcionalidad sintomática de Imperiofobia. Escandalizada porque no hubiera respuesta nacionalista española a los excesos del nacionalismo catalán, ha compensado esa ausencia con una obra que clama muchas inseguridades, genera fidelidades absolutas y atiende a la conciencia desdichada de muchos de los que se veían peligrar como pueblo. De ahí su apelación a los estratos acomodados de la sociedad española, que han respondido con fervor” (p. 257)

De lo dicho hasta aquí no debe deducirse que sea un libro de difícil lectura, pero sí que requiere unos ciertos conocimientos previos que, desgraciadamente, yo no tengo. Por ello, he podido sacar mucho menos fruto de la lectura aunque hay algunos aspectos en los que sí he logrado sacar algo de provecho (por ejemplo, en la diferente colonización hecha por los colonos norteamericanos de la hecha por los españoles).
Hay una buena reseña de Ferran Bono en elpais.com y otra muy extensa y documentada de Edgar Straehle en ctxt.com.

José Luis Villacañas, Imperiofilia y el populismo nacional-católico.


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