miércoles, 26 de agosto de 2020

Descubriendo Bahréin




Este libro obtuvo el 1º Premio Anagrama de Crónica Sergio González Rodríguez otorgado por un jurado en el que estaban, entre otros, nada menos que Martín Caparrós y Leila Guerriero, dos periodistas argentinos que están entre los mejores cronistas en lengua castellana y de los que hay bastantes entradas en este blog comentando la gran mayoría de sus libros.
Con esto quiero subrayar que el libro tiene que tener necesariamente algo y, efectivamente, así es. El autor ha sabido conjugar muy bien tres elementos: la información con datos  sobre distintos aspectos de la sociedad de Bahréin, entrevistas con algunos personajes relevantes y, sobre todo, con gente de la calle y, finalmente, su propia peripecia personal para mostrar algunos aspectos del funcionamiento de ese país. Además, y creo que esto caracteriza muy bien el libro, lo hace mezclando todo en cada capítulo de tal manera que va narrando las cosas sin que, al menos aparentemente, haya una sistematización fijada de antemano.
Sánchez pasó dos años en Bahréin porque a su entonces novia, luego esposa, Carla la trasladó su empresa a ese país. Aprovechó ese tiempo para conocer el país y preparar el contenido de este libro que, según dice al final, unos amigos le animaron a presentar a este premio.
En el libro podemos encontrar temas tan variados como: una descripción de Bahréin, los problemas que supone la búsqueda de vivienda (esa dacha que da título al libro), el trato que se da a los chiíes en una país en el que siendo mayoría gobierna la minoría suní, las diferentes lenguas que se hablan, los problemas de las mujeres, el denigrante trato que reciben muchos de los emigrantes asiáticos próximo a la esclavitud, los problemas burocráticos para una boda (la suya en este caso), las referencias que hace en diferentes momentos a la primavera árabe que se produjo en febrero de 2011 y la gran represión que hubo por parte del gobierno que, de alguna manera, continúa todavía sobre los chiíes. Estos son algunos ejemplos de los muchos aspectos y temas interesantes que se tratan en el libro.
El Bahréin que Sánchez refleja es un caso curioso de país árabe y musulmán que, aunque ha hecho algunas reformas, sigue siendo en lo fundamental la dictadura, y casi podríamos decir la propiedad, de una familia. Sobre las reformas llevadas a cabo es interesante lo que se dice en el siguiente fragmento al explicar los viajes de fin de semana de los saudíes (Arabia Saudí está unida por un puente a la isla de Bahréin):

“En Barhéin pueden hacer cosas prohibidas en casa: pasear sin habaya ni hiyab, ir al cine, comer en familia en una terraza al aire libre, hacer un pícnic en un parque sin separación de sexos, beber alcohol. El lado sórdido de estas escapadas son los frecuentes episodios de abuso y maltrato a las prostitutas.” (p. 53)

En un libro de estas características he echado de menos alguna foto y, desde luego, un pequeño mapa para situar algunos de los lugares que se mencionan máxime teniendo en cuenta que, como dice el autor, Bahréin tiene el tamaño de la isla de Menorca.
En fin un texto que se lee con gusto, que ayuda a comprender mejor un mundo del que llegan noticias muy fragmentarias y del que el mejor elogio que puedo hacer es que me he quedado con ganas de otras doscientas páginas.
Habrá que estar atentos a la obra de este periodista que, por cierto, también es cofundador de la editorial Libros del K.O.

Hay una interesante reseña de Rosa Marqués en traveler.es.

Emilio Sánchez Mediavilla, Una dacha en el Golfo.




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