jueves, 4 de febrero de 2021

Decepcionante



Conocía al autor como dramaturgo por haber visto hace muchísimos años alguna de sus obras de teatro. No tenía idea de que escribiese narrativa y menos aún de que lo hiciera en el género policiaco. Sin embargo, la misma editorial Tusquets publicó hace años varias de sus novelas que ahora reedita, como es el caso de la que comento,  en el centenario de su nacimiento.

Si he que guiarme por La sospecha, tengo que reconocer que no me he perdido gran cosa con este desconocimiento.

La trama de la novela es bien simple: un comisario de policía está convaleciente en un hospital en 1948 tras una operación; leyendo una revista Life  de 1945 ve una foto en la que, al comentarla con el médico que le atiende, sospechan  que quien en ella aparece es un médico alemán que hacía experimentos operando a los prisioneros de un campo de concentración sin anestesia. A partir de ahí, en la primera parte de las dos en que divide el libro, ambos se dedican con la ayuda de un periodista a buscar la confirmación de la sospecha. Luego, en la segunda parte, el comisario ya restablecido acude a la clínica en la que trabaja en la actualidad el médico.

Como se ve no es algo especialmente apasionante, pero es que, además, el desarrollo lo hace a través de diálogos en los que muchas veces las intervenciones se desarrollan a lo largo de dos o más páginas sin que, en muchos casos, se justifique ni se sepa muy bien lo que pretende transmitir el autor.

Es cierto que en la segunda parte hay ciertos momentos en que el lector se llega a interesar por cómo se resolverá el asunto pero, otra vez, resulta bastante frustrante porque es una resolución bastante inverosímil.

Por completar la visión de la novela queda decir algo de sus protagonistas. Con esa trama no es fácil que sean muy interesantes. Sí que hay alguno, como una doctora que ha pasado por la experiencia nazi y comunista, que podría haber dado más juego lo mismo que el médico alemán, pero todos quedan en poco más que un estereotipo a pesar de sus largas parrafadas. También hay dos que tienen mucha importancia en la resolución de la trama y que resultan particularmente estrafalarios.

En fin, un libro que se lee rápidamente, tiene algo más de 200 páginas con letra grande, pero que deja bastante frío por más que hable de nazis, campos de concentración y mala praxis médica.

Un detalle que me ha gustado de la edición es que, aunque se ha mantenido la traducción que se hizo en 1996, se ha actualizado el uso de la tilde según la normativa actual.

Para una mayor y mejor información recomiendo la buena reseña de Oriol en unlibroaldia.blogspot.com.

 

Friedrich Dürrenmatt, La sospecha. Traducción Juan José del Solar.

 

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