miércoles, 7 de abril de 2021

ANDAMIO

 Esta entrega es una de las más variadas que recuerdo tanto por la procedencia como por los temas. Hay películas muy interesantes y series que, aunque esta vez son inferiores a las películas, tampoco están mal.


Películas

 

Hope gap. Una película británica que parece extraída de una obra de teatro o de una novela, pero que es un guion original. Intimista y muy psicológica, ritmo pausado dando tiempo a que los diálogos fluyan como tienen que hacerlo. Tres buenas interpretaciones.

 

The detective kid. Película canadiense que he visto por aquello de ver algo en familia y que me ha defraudado un tanto ante las críticas tan buenas que tenía. Funciona bien en una primera parte en la que prima la comedia y creo que falla cuando se pone trascendente y se convierte casi en cine negro.

 

The rider. Después de ver la magnífica película Nomadasland me pues a buscar alguna otra de Chloé Zhao, su directora, y me topé con esta. Realmente es una directora con un estilo muy definido y con una sensibilidad difícil de encontrar en el cine actual. Esta vez se centra en el mundo de los cowboys sobre todo en los que se dedican  a los rodeos. Los actores son los personajes reales aunque se ficciones parte de las historias. Así logra una gran verosimilitud y un acercamiento muy sincero a los protagonistas. Una película realmente magnífica también.

 

Sentimental. Una película de Cesc Gay basada en su obra de teatro Los vecinos de arriba, obra que mi mujer me dice que vimos en Barcelona,algo que yo no recordaba y que tampoco lo he hecho viendo la película que me ha resultado completamente nueva (¡bendita memoria!). La película es muy divertida y está magníficamente interpretada. Se desarrolla en un mismo escenario y tiene la duración justa para contar lo que quiere.

 

Minari. Historia de mi familia. Película estadounidense de un director coreano que, parece ser, tiene bastante de autobiográfico. Narra la llegada a Arkansas en los años ochenta, después de haber estado un tiempo en California, de la familia coreana compuesta por el matrimonio y dos hijos a la que luego se añadirá la madre de la mujer. El día a día delo trabajo de sexadores de pollo de la pareja, pero sobre todo los intentos de él de lograr un huerto para producir vegetales típicos de Corea para luego venderlos a restaurantes que ofrezcan esa comida. Tratado todo con mucha sencillez, sensibilidad, sentido del humor en algunas ocasiones y del drama en otras.

 

Judas y el mesías negro. Película estadounidense basada en hechos reales, en concreto en el asesinato por parte del FBI del líder de los Panteras Negras de Chicago, para lo que contaron con la colaboración como chivato de un infiltrado en la organización. Muy bien narrados los hechos y demostrando, una vez más, que en ese país la policía, o al menos sectores de ella, juega un papel cuanto menos discutible. Aquí es Hoover, el director del FBI de la época, principios de los setenta, el instigador de lo que pasó. Muy bien contada e interpretada.

 

The Mauritanian. Otro alegato sobre cómo actúan a veces los Estados Unidos. En este caso se trata de la detención y posterior traslado a Guantánamo de un ciudadano de Mauritania acusado de haber participado en el atentado contra las torres gemelas. Basada también en hechos reales cuenta la odisea de la abogada que se hizo cargo del caso hasta que logró demostrar que su declaración inculpándose había sido obtenida con torturas cuyo uso, por cierto, había sido aprobado nada menos que por Donald Rumsfeld. El fiscal encargado del caso dimitió al constatar esa forma de obtener declaraciones. Muy buen trabajo del actor protagonista.

Con ambas películas se obtiene, por un lado, una visión de algunas actuaciones terribles, pero, por otro lado, la constatación de que es quizá la cinematografía más capaz de sacar a la luz los trapos sucios de su país.


Series


Industry. Serie británica de 8 capítulos de unos 50 minutos cada uno. Es bastante entretenida aunque, como dice alguna crítica, no se sabe muy bien hacia dónde va ni siquiera qué es lo que quiere contarnos. Refleja el ambiente de los jóvenes trabajando de brokers en distintas secciones de un banco y divirtiéndose con mucho sexo y bastantes sustancias. Un mundo laboral frenético, muy competitivo y con unos jefes que dejan bastante que desear.

 

La tregua. Serie belga de hace unos años. Son 10 episodios de unos 50 minutos cada uno de un thriller muy del estilo de los que suelen hacer los británicos. Se desarrolla en una zona rural cerca de Las Ardenas y parte de la aparición del cadáver de un joven negro que era jugador del equipo de fútbol de la localidad. A partir de ahí irán apareciendo sospechosos y veremos también funcionar a una policía poco preparada a la que se acaba de incorporar otro llegado de Bruselas con algunos problemas de tipo psicológico. Bastante entretenida y con un guion muy trabajado aunque inferior a los que salen de las factorías británicas.

 

El caso Nevenka. Aunque han pasado veinte años de esa historia de acoso a una concejala del PP de Ponferrada llevada a cabo por el alcalde no deja de tener cierta actualidad.  En cualquier caso sirve para ver qué cambios se han producido en nuestra sociedad, pero también para darnos cuenta de lo que nos queda por avanzar. La realización es muy mejorable tanto en las intervenciones de los diferentes personajes, como en el uso del material de archivo (se repiten demasiado algunas imágenes), pero todo queda superado por el gran interés del tema y de las declaraciones de Nevenka Fernánbdez.

 

Home Ground. La segunda temporada de esta serie noruega, compuesta por 8 capítulos de unos 50 minutos,  cuya primera entrega comenté hace poco, sigue en la misma línea. Algo de feminismo, un buen reflejo de los peores aspectos del mundo del fútbol y también algunos problemas de relaciones familiares. Entretenida y con la ventaja añadida de poder verla en familia.

 

Altsasu. Miniserie de cuatro episodios producida por la televisión vasca en las que se cuentan los sucesos que tuvieron lugar en una madrugada de 2016 en un bar de esa localidad navarra con el enfrentamiento entre dos guardias civiles, que estaban fuera de servicio, y varios jóvenes en los que resultó con lesiones uno de los guardias. La serie, en la que se han cambiado los nombres de los protagonistas reales, ficciona los hechos y todo lo que vino después incluido el juicio para el que se utilizan textos reales en las distintas intervenciones. La realización es bastante regular, pero la importancia de lo que se cuenta hace que importe menos.

 

Criminal. Serie británica de tres episodios de unos 40 minutos. Se trata de tres interrogatorios de casos distintos. Es una serie de la que se han hecho también tres episodios en otros países como Alemania, Francia y España. Resulta bastante original y entretenida.

También he visto los tres episodios hechos en España que no desmerecen respecto a los británicos. Los guiones están bastante bien y han tenido el acierto de elegir tres buenos actores y actrices para protagonizarlos, especialmente en el tercer episodio en el que Eduard Fernández hace una magnífica interpretación.

 

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