domingo, 15 de octubre de 2023

Extensa novela de Khadra


Hace ya más de once años que hacía una entrada sobre Khadra dentro de la sección de Mis autores favoritos. Desde entonces he seguido leyendo todo lo que se traducía de este magnífico escritor argelino (publica bajo pseudónimo) afincado en Francia desde hace muchos años.

De los más de quince libros leídos solo recuerdo un par de ellos que me hayan defraudado. Khadra, tanto en su versión como escritor de novela negra como en la que toca temas relacionados con la situación de su país de origen, es un escritor que despierta el interés del lector y es capaz de mantenerlo todo el tiempo. Es muy buen narrador y tiene gran fuerza expresiva cuando el tema lo requiere.

La novela que hoy comento se sale un tanto de su tradición. Por un lado, por su extensión que, con sus 476 páginas, creo que es la más extensa que conozco de un autor que solía escribir novelas de tamaño medio. Por otro lado, se trata fundamentalmente de una novela de aventuras situada en la Argelia de 1914 a 1938 aproximadamente. Su protagonista y narrador, Yacín, cuenta los diferentes avatares por los que pasó en esos años desde su participación en la Primera Guerra Mundial sustituyendo al hijo del jefe de su aduar hasta terminar en la cárcel en los años 30. En medio le sucederán todo tipo de desgracias y tendrá también buenos momentos. Vivirá en Orán, en alguna ciudad más pequeña y, durante bastante tiempo, en la hamada (el desierto pedregoso) con un grupo que quiere hacer la revolución contra la potencia colonial.

En ese largo periplo, Khadra tiene ocasión de  criticar las desigualdades provocadas por la presencia francesa, pero también de mostrar los sentimientos de amistad, fraternidad o lealtad.

El libro está dividido en cuatro partes. Me han gustado sobre todo las dos primeras por el tratamiento que hace de la Primera Guerra Mundial en la primera parte y por lo interesante que resulta todo lo que le pasa en la vuelta al protagonista. La tercera, la más típica de una novela de aventuras, la he encontrado demasiado extensa y en algunos momentos aburrida. En la cuarta, la más corta, vuelve en parte el interés.

Una novela que está bien, que merece la pena leer, pero que no está ni mucho menos entre las mejores del autor, un autor, por cierto, al que creo que debo de releer porque tiene una primera época que me parece que es donde está lo mejor de su producción.

Sobre la edición habría que decir que hubiese sido útil explicar en notas a pie de página los términos escritos en cursiva.

 

Yasmina Khadra, Los virtuosos. Traducción Wenceslao-Carlos Lozano

 

 

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