jueves, 27 de junio de 2024

Recordando la Argelia colonial



Con Un libro diferente (y militante) titulaba la entrada en la que hacía el comentario del anterior libro del autor. La verdad es que podría repetirlo porque de nuevo se enfrenta a un tema diferente y también de forma, de alguna manera, militante.

En 1956 un joven francés blanco nacido en Argelia, es decir, un pied noir, ponía una bomba en una zona donde no había peligro para las personas. Antes de que explotase fue desactivada, él detenido, interrogado, torturado y condenado a muerte. Esta es la historia a la que se enfrenta Andras, en “Una requisitoria contra los horrores cometidos por Francia en Argelia, escrita con un estilo seco que sin embargo transmite una emoción contagiosa”. (Emily Barnett en Grazia. Fragmento reproducido por la editorial en la contraportada).

El autor se centra en la vida de Iveton, así se llamaba el joven, antes del atentado, desde su infancia hasta su relación amorosa, pasando por sus ideales que le llevaron a militar en el Partido Comunista. En la parte centrada en su detención y posterior juicio, arremete contra carceleros, jueces, médicos, etc., en un alegato realmente valiente sobre la actitud de los franceses.

El libro tiene apenas 130 páginas, pero bastan y sobran para contar una historia de una forma magnífica porque, como pasaba en su anterior publicación, el autor es un gran narrador; alguien que, además, usa las palabras justas y adecuadas.

Este libro obtuvo el Premio Goncourt a la Primera Novela que Andras rechazó por “su repudio a la institucionalización de la escritura y la idea de competición literaria”, lo que nos da una idea de qué tipo de persona es.

Desde luego, un libro muy recomendable como lo es el anterior publicado también por Anagrama.

 

Joseph Andras, De nuestros hermanos heridos. Traducción Álex Gibert.

 

 

martes, 25 de junio de 2024

ANDAMIO

 

Una entrada con pocas películas y muchas e interesantes series. Destacan las de procedencia británica, una argentina y otra estadounidense sobre un jurado.

 

Películas

 

Secretos de un escándalo. Producción estadounidense dirigida por Todd Haynes. Fue un caso famoso en su día. Una mujer tuvo un hijo con un joven de 14 años. Estuvo en la cárcel y luego se casaron y tuvieron más hijos. La película cuenta la historia de una forma original. Una actriz que va a protagonizar una película sobre el caso convive con la pareja para interpretar mejor su papel. Es interesante y está muy bien dirigida e interpretada.

 

Los colores del mal: Rojo. Producción polaca. Es un thriller bastante convencional con sus correspondientes asesinatos en serie y un malo muy malo. Se deja ver sobre todo por conocer cómo hacen este género en un país como Polonia.

 

Series

 

Mi reno de peluche. Miniserie británica de 7 episodios de 30 minutos. Richard Gadd, creador e intérprete, cuenta unos momentos de su vida en los que fue acosado por una mujer y violado por un hombre. Empieza en clave de humor negro y continúa en forma de drama. Parece ser que se trata de una serie bastante controvertida. A mí me ha gustado y me ha parecido interesante.

Netflix

 

Big boys. Miniserie británica de 6 episodios de 25 minutos. También trata aspectos de la vida real. Trata de la relación de amistad en la universidad de dos jóvenes muy diferentes en casi todo, pero que al mismo tiempo son capaces de ayudarse en los problemas que les surgen. Buen sentido del humor.

 

En tus manos. Miniserie sueca de 5 episodios de 45 minutos. Una serie que parece un thriller, pero que se convierte en un drama. Muy interesante por el tratamiento que da a la relación entre dos jóvenes “delincuentes” y al ambiente que reina en determinados barrios de Estocolmo en los que predomina la población migrante. Dura en muchos momentos y bastante descorazonadora.

Netflix

 

The Crown. Sexta y última temporada de esta serie británica con 10 episodios de 50 minutos. Centrada la primera parte en Diana y la segunda en Guillermo. Sigue siendo entretenida y cada vez algo más hagiográfica, pero ya se sabe lo que se va a ver. De todas formas, no me puedo imaginar una serie ni mínimamente parecida sobre la familia real de por aquí.

Netflix

 

Jury duty. Serie estadounidense de 9 episodios de 30 minutos. Con la excusa de grabar un documental sobre cómo funciona un jurado, montan un juicio falso con actores menos uno de los miembros que no lo sabe. Es muy original, divertida y con grandes momentos. La imaginación de los creadores de historias no tiene límite.

Amazon Prime

 

Mano de hierro. Serie española de 8 episodios de una hora. Es un thriller con mucha acción. Tiene como escenario el puerto de Barcelona donde se concentran grupos con italianos, mexicanos y españoles en torno al tráfico de drogas. Bastante bien hecha aunque el guion a veces fuerza demasiado las cosas. Hay un exceso de violencia con escenas que podrían ser más cortas. Muy entretenida, pero con un final que deja casi todo abierto para una próxima temporada. Es habitual que esto suceda en muchas series, pero no recuerdo ninguna que deje tantos temas sin cerrar.

Netflix

 

Coppola, el representante. Miniserie argentina de 6 episodios de 30 minutos. Una ficción sobre el personaje real con mucho sentido del humor y un poco de mala leche. Magnífico Minujín como protagonista.

Filmin

 

Ourika. Serie francesa de 7 episodios de 45 minutos. Trata del narcotráfico en un barrio marginal de París. Los protagonistas son en su inmensa mayoría norteafricanos excepto un policía blanco. Un guion confuso en algunos momentos y con unos diálogos bastante mejorables, como también lo son las interpretaciones. Prescindible.

Amazon Prime.

 

Mr. Bates contra Correos. Miniserie británica de 4 episodios de 45 minutos. Basada en unos hechos reales que empiezan en 2003 con la denuncia de varios subdirectores y subdirectoras de oficinas de correos por fraude y aún no han terminado los procesos judiciales. Un magnífico ejemplo de situación kafkiana y de indefensión de los ciudadanos ante el poder.

Movistar +

 

Boat story. Miniserie británica de 6 episodios de una hora. Es de los mismos creadores de El turista y como esta es una comedia/drama/thriller bastante desmadrada. Hay muchísimos muertos y mucha sangre. Es entretenida en algunos capítulos y un tanto pesada en otros. Desde luego, lo que sí tiene es que es muy diferente a lo que se suele ver en este tipo de series.

Movistar+

 

Eric. Miniserie estadounidense de 6 episodios de una hora. En el Nueva York de los ochenta se produce la desaparición, secuestro, de un niño hijo de un matrimonio mal avenido en el que el padre es un creativo de programas infantiles de títeres para la televisión. Tiene algo de thriller, pero sobre todo es un drama con elementos de crítica social. Muy buena ambientación, pero una historia que tiene momentos un tanto aburridos aunque en general se deja ver.

Netflix.

lunes, 24 de junio de 2024

Una zona muy poco conocida


Este es uno de esos libros que se cogen con toda la ilusión del mundo pensando que al fin vas a conocer bien una realidad de la que no tienes ni idea, pero que al terminarlo te das cuenta de que no ha sido así.

Zurutuza es, por lo que dice Ayestaran en el Prólogo, un magnífico periodista, uno de esos periodistas que, además, se mete en los lugares más remotos e inhóspitos para darlos a conocer. En este caso se trata de un territorio llamado Baluchistán o Beluchistán, una zona montañosa situada en tierras nada menos que de Pakistán, Irán y Afganistán, es decir, tres de los lugares más conflictivos y peligrosos del planeta.

A cada uno de ellos dedica una parte de las tres en la que está dividido el libro, si bien prácticamente la mitad se centra en Pakistán que es, por otra parte, el país que tiene mayor territorio con población belucha. La visión que ofrece el autor de este país es bastante terrible desde la represión con desapariciones hechas por el ISI hasta la persecución de los muy minoritarios cristianos. Algo menos dura parece la situación en Irán y en Afganistán se habla más de otros grupos que de los beluches.

Para mí un libro que es realmente muy interesante al tocar un tema del que se desconoce casi todo en nuestro país y que no ocupa espacio en los medios como no sea por algún desastre natural, tiene un par de problemas en su construcción que hace que sea difícil de seguir en muchos momentos. Por un lado, está el tema de las fechas. Zurutuza ha estado en varias ocasiones en los tres países (por cierto, es curioso que haya tenido que viajar como turista pues no le permitían hacerlo como periodista) y muchas veces el lector no termina de saber bien en qué momento se desarrolla lo que está leyendo. Por otra parte, y esto es más importante, hay algún capítulo que resulta muy difícil de seguir dada la acumulación de nombres de personajes y de siglas de grupos guerrilleros de los que, además, no se explica en qué se pueden diferenciar.

También me parece un texto demasiado fragmentario. Da la impresión de que el autor ha cogido diferentes artículos que ha escrito a lo largo del tiempo y los ha reunido en un libro.

Digo todo esto desde el máximo respeto por un trabajo inmenso y, al mismo tiempo, desde la pena por no haber sido capaz de llegar a conocer la realidad de un pueblo al que, como pasa con el kurdo, no se le hace ningún caso en occidente. Como dice el mismo Kuturuza:

“Desconocer la complejidad de estas regiones hace imposible dar con las claves de sus conflictos, de ahí que surjan términos como “primavera árabe” bajo el que, entre otros, se engloba a pueblos que ni son árabes ni comparten su agenda, ni su cultura, ni, a menudo, el islam hegemónico en toda la región. ¿Cómo entender que los kurdos de Siria se desmarcaran de aquello si no sabemos quiénes son? (p. 252)

A pesar de los problemas mencionados, el libro merece la pena porque nos pone en contacto con un pueblo desconocido en una zona del mundo que sale casi a diario en los informativos.

 

Karlos Zurutuza, Una trinchera en Marte. Historias de Baluchistán.

 

 

Decepción



 

En enero de este año leí Sobre mi hija, la primera novela que se traducía de la autora. Me pareció una magnífica novela, llena de sensibilidad y muy bien escrita; por eso al ver esta nueva traducción no dudé en comprarla. El resultado ha sido muy diferente.

En este caso también hay una buena escritura, pero puesta al servicio de una historia que no me ha interesado y en la que no he entrado en ningún momento. La protagonista, que ha sido expulsada de su trabajo de terapeuta, vaga por las calles donde se encuentra con una niña con la que le une la preocupación por un gato callejero. Al mismo tiempo escribe cartas, que no envía, a diferentes personas por las que nos vamos enterando de las razones de su pérdida de trabajo.

No me gustan los gatos, creo que incluso les tengo algo de manía, y en esta novela están muy presentes, e incluso en algunos momentos dirigen la acción de alguna manera. Podría decir que solo faltaba esta presencia para que la novela me interesara aún menos.

Es una pena porque es la primera vez que me pasa con una publicación de Las afueras, una editorial que está editando magníficas obras que son, además, por lo general bastante originales.

Hay una reseña muy positiva de Glady Juria en literaturaasiatica.com.

 

Kim Hye-jin, Soy toda oídos. Traducción Irma Zyanya Gil Yañez y Minjeong Jeong

miércoles, 19 de junio de 2024

La Rusia de Putin



Este periodista, corresponsal de El Mundo en Rusia, ha escrito un muy extenso texto sobre la situación en ese país con especial atención, por el número de páginas que le dedica, a los conflictos con Ucrania a partir de las invasiones rusas de 2014 y 2022.

En un libro de 423 páginas en formato grande da para hablar sobre casi todo, pero Colás se centra fundamentalmente en la situación de Rusia tras el advenimiento de Putin en el aspecto político principalmente. He echado de menos un mayor análisis de las causas del gran éxito de este autócrata y también del sistema oligárquico que ha debido de constituir para poder mantenerse en el poder tanto tiempo y con tanta facilidad.

De todas formas, hay mucha y muy buena información sobre el ascenso al poder de Putin, sobre la idea imperial que ha impuesto en el país y, como ya decía antes, sobre la evolución de la situación interna de Ucrania y los conflictos con Rusia.

Además de la información de que dispone por sus años de corresponsal, Colás ha entrevistado a bastantes personas. Así, desde gente que ha escrito sobre Rusia a columnistas pasando, por ejemplo, por el convocante en Facebook del Maidán en 2013 (por cierto, creo que es la primera vez que me entero bien de lo que sucedió en esa plaza).

Desde luego el autor no es muy partidario ni de Putin ni de lo que está haciendo en Ucrania, algo lógico pues es opinión muy mayoritaria en occidente.

El libro es muy interesante aunque creo que a veces resulta un tanto embarullado y falto de cierta sistematización. Esto quizá sea debido a que de alguna manera Colás se sale del formato periodístico habitual y hace una escritura más literaria que, por tanto, tiene otro tipo de necesidades. Por otra parte, también he echado en falta la procedencia de las citas.

Para terminar, reproduzco un extenso fragmento por lo que tiene de opinión novedosa ya que es la primera vez que leo algo en esta línea:

“Esta guerra, negada por Moscú e ignorada voluntariamente por muchos rusos, será la tierra negra de remordimiento sobre la que un día fructificará una nueva Rusia, igual que la culpabilidad por el nazismo forjó la Alemania que mi generación ha admirado. No se ve, pero ese remordimiento ruso existe, está en marcha, es cívico, silencioso, modesto y viene desde abajo. Son rusos llamando por teléfono a conocidos ucranianos para disculparse. Son grupos de Telegram con miles de miembros donde se organizan para facilitar el tránsito con comida o transporte a los ucranianos que escaparon de la guerra por suelo ruso y aspiran a salir hacia Europa por la frontera norte.” (p. 421)

 

Xavier Colás, Putinistán. Un país alucinante en manos de un presidente alucinado.

lunes, 17 de junio de 2024

Decepción



 

Son incontables ya los libros que he leído de la magnífica colección Al margen de la editorial Sajalín y hasta ahora solo había uno que no me había gustado. Ya puedo decir que son dos.

Goodis es otro más de los “autores de culto” en Estados Unidos y sobre todo en Francia. Ya he dicho en más de una ocasión que esa es una expresión que no me gusta demasiado y que tampoco termino bien de entender. En castellano hace mucho que no se publica ningún texto de este autor y no sé por qué se empieza precisamente por este libro publicado originalmente en 1953 y llevado al cine, con escaso éxito según parece, en Francia.

El libro tiene un buen comienzo. Van apareciendo una serie de personajes interesantes que no son precisamente unos triunfadores. También hay una buena descripción del barrio de Filadelfia donde se desarrolla la acción y en general hay una buena construcción de una determinada atmósfera. La historia, si es que se puede llamar así a lo que se está contando, avanza lentamente. El protagonista, un estibador con relativo éxito entre las mujeres, está obsesionado con la reciente muerte de su hermana y quiere saber quién tuvo la culpa. En esa búsqueda se enamora de una mujer mientras que hay otra, la hija de la mujer que vive con su padre, que está enamorada de él. Esto es lo que va contando Goodis de forma pausada y manteniendo el interés del lector, hasta que en las últimas cincuenta páginas más o menos da la impresión de que la historia se le va de las manos y yo pierdo totalmente el interés por lo que leo.

Tiene un estilo de escritura y una forma de desarrollar los diálogos muy típicos de una época, y me gusta, pero no ha sido suficiente para interesarme hasta el final.

Una pena porque seguramente habrá más traducciones de este escritor.

 

David Goodis, La luna en el arroyo. Traducción Diego de los Santos.

 

viernes, 14 de junio de 2024

Visión desde el punto de vista del emigrante

 

Este es uno de esos libros que acaban en mis estanterías por la lectura de la contraportada. No conocía nada del autor y tampoco me sonaba la editorial, pero el tema de la emigración, tal como parece que se plantea, me resultó interesante.

Ndongo es un intelectual ecuatoguineano que ha participado activamente en la política de su país sobre todo desde la oposición al duro régimen que en él existe. También ha publicado varias novelas así como ensayos y libros de historia.

En El metro presenta el tema de la emigración desde África a Europa desde el punto de vista del emigrante africano. El protagonista es un joven camerunés que por determinadas circunstancias decide migrar. En la primera parte del libro Ndongo nos muestra la vida de Lambert Obama Ondo y a través de ella conocemos un conjunto de prácticas que se muestran de forma casi etnográfica. Prácticas como: el entierro, la herencia, el secuestro de la mujer o el papel de esta en general en esas sociedades. El autor hace una fuerte crítica del pasado colonial, pero también analiza críticamente lo que ha sucedido tras las independencias (lo pongo en plural porque, aunque el protagonista es camerunés, lo que se cuenta se puede aplicar a multitud de países).

La segunda parte la dedica a narrar el recorrido de Ondo desde Yaundé a Madrid pasando por Dakar, Casablanca, Sahara Occidental y Lanzarote. Una vez en Madrid se trasladará a Murcia, a trabajar en la agricultura, para terminar volviendo a la capital. Además del viaje expone muy bien las dificultades de inserción en su nuevo país que es uno de los aspectos más interesantes del libro junto con la visión de la vida en África.

El libro está muy bien escrito y narrado con una gran fluidez. Hay varios personajes secundarios muy interesantes tanto los que ofrecen una actitud positiva como los que se aprovechan de los migrantes. En general creo que ofrece una visión bastante realista de los diferentes momentos y, desde luego, nada complaciente con la actitud que solemos tener los que recibimos esa migración, y eso que el libro está escrito en 2007 y desde entonces la situación no ha hecho sino empeorar.

Una lectura bastante recomendable.

Hay una buena reseña de SFQU en literafricas.com

 

Donato Ndongo, El metro.

 

 

 

 

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lunes, 10 de junio de 2024

Una Justicia preocupante



Urías, profesor de Derecho Constitucional y exletrado del Tribunal Constitucional, ha escrito un libro totalmente necesario en estos momentos, un texto muy clarificador y valiente aunque, eso sí, bastante desmoralizador.

El libro consta de cinco partes bien delimitadas. Las enuncio porque creo que son títulos bastante significativos: 1. Una mirada atrás para entender dónde estamos. 2. Los protagonistas de la judicatura española. 3. Las decisiones: Problemas de imparcialidad. 4. El sistema: Problemas de legitimidad democrática. 5. Asegurar la imparcialidad: Mecanismos y propuestas.

Como se ve, en el libro se tratan los aspectos fundamentales para entender cuál es la situación actual de la Justicia en nuestro país. Se habla de cómo hemos llegado hasta aquí (Franquismo y Transición), de cuáles son las características sociológicas e incluso ideológicas de los jueces y, sobre todo, se aborda el problema clave: la imparcialidad.

Para ello, el autor utiliza un conjunto de ejemplos en su mayor parte conocidos, pero los explica de una forma tan clara y sintética que se entienden perfectamente. En este sentido, el tema del famoso lawfare creo que es la primera vez que lo veo explicado con esta claridad.

Hay algunas informaciones que me han llamado especialmente la atención como son: la relación entre jueces y religión y entre jueces y policía; también lo que cuenta de cómo trataron a Ada Colau me parece muy relevante.

Obviamente, de un libro de más de 300 páginas se pueden decir muchas cosas y extraer muchas informaciones. Creo que los dos fragmentos que reproduzco a continuación dejan constancia de cómo son algunos comportamientos y del “panorama preocupante” que tenemos por delante:

“De esta manera, la manifestación política e ideológica en redes sociales, incluida la expresión de odio o desprecio evidente contra ideas o las personas o colectivos que las apoyan, no es causa clara de recusación o abstención. Ni siquiera suele considerarse una infracción administrativa, o más aún, ética.” (p. 111)

“Con lo visto hasta ahora, todo parece indicar que con demasiada frecuencia muchos jueces españoles son incapaces de mantener la debida neutralidad. Ni conservan su apariencia de imparcialidad a base de continuas intervenciones públicas (desde redes sociales hasta auténticas manifestaciones de magistrados, pasando por sus propias sentencias) en las que hacen apología de ideas políticas o sociales, ni resuelven abstrayéndose de los ideales religiosos o políticos en juego, ni controlan igual a quienes ven como compañeros que al resto, ni evitan que los procedimientos judiciales se usen con finalidad política, ni aplican las normas con independencia de las ideas políticas de la persona encausada… Un panorama preocupante.” (p 283)

 

Desde luego se trata de un libro muy recomendable. Además, es un texto al que se puede volver de vez en cuando para consultar algunos de los temas e incluso algunos de los casos que explica.

Hay una interesante entrevista de Alberto Pozas con el autor en eldiario.es


Nota: Creo que hay una errata en la línea 11 de la página 68 en la que un no cambia el sentido de la frase.

 

Joaquín Urías, La Justicia en el banquillo.

 

miércoles, 5 de junio de 2024

Magnífico descubrimiento



 

Este es uno de esos libros que al principio no me decido a comprar porque el tema creo que no me va a interesar, pero que dada la cantidad de recomendaciones al final lo compro y leo. Esta vez han funcionado esas recomendaciones. Es un libro realmente original tanto por sus temas como por el desarrollo de los mismos.

El libro está dividido en tres partes muy diferentes incluso en extensión. En la primera, la más corta, se centra en el físico Paul Ehrenfest que tuvo una crisis que le llevó a matar a su hijo de 14 años y luego suicidarse. En la segunda, la más extensa y la que constituye el núcleo del libro, trata del matemático húngaro Janos Neumann, luego Johnny von Neumann cuando se trasladó a los Estados Unidos, un verdadero genio que participó en el proyecto Manhattan, desarrolló una computadora que permitió crear la bomba H, planteó la teoría de juegos e incluso adivinó lo que sería la inteligencia artificial. La tercera la dedica a la competición en el juego del GO entre uno de los mejores jugadores del mundo, Lee Sedol, y una máquina, AlphaGo, creada con un programa de inteligencia artificial.

Con estos mimbres tan distintos, Labatut compone un texto que tiene el gran mérito de que alguien al que le interesan tan poco esos temas, como es mi caso, lo lea con verdadera avidez. Es más, no tengo ni idea de en qué consiste el juego del GO, no sé qué son esas piedras blancas y negras con las que se juega, ni cuál es el mecanismo del juego y, sin embargo, las páginas en las que narra las cinco partidas del enfrentamiento entre Sedol y la máquina las he leído con verdadero interés aunque no entendiese lo que estaba pasando en el tablero.

Por otra parte, las páginas que dedica a von Neumann están tratadas de una forma muy original pues vamos conociendo al personaje y su obra a través de las informaciones que nos van aportando distintas personas que tuvieron relación con él. Así: sus dos mujeres, su hija, su hermano, algún profesor suyo, compañeros de estudios o colegas de trabajo.

En fin, un libro para el que no hace falta tener conocimientos científicos y ni siquiera que te interesen demasiado. Un libro que creo que estará entre los mejores que lea este año y que demuestra, una vez más, que se puede hacer buena literatura con cualquier tema. Labatut ha sido una grata sorpresa y habrá que dedicar más tiempo a seguir conociendo su obra.

Hay una buena reseña de Koldo en unlibroaldia.blogspot.com.

 

Benjamín Labatut, Maniac

martes, 4 de junio de 2024

Hablando de todo



Tengo que reconocer desde el principio que si me compré este libro fue por el morbo que me suscitaba el hecho de que, decían, se metía con todo el mundo.  A Boyero le conozco poco.  A veces le escucho en la SER hablando de cine y creo que las críticas que he leído suyas se pueden contar con los dedos de dos manos. Es un personaje que unas veces me cae bien y en otros momentos, bien porque quiere epatar o simplemente porque es así, no.

El libro es difícil de clasificar pues no se trata exactamente de unas memorias, aunque tiene referencias a muchos momentos y aspectos de su vida, y tampoco es una autobiografía, aunque habla permanentemente de sí mismo.

Quizá se entienda mejor de qué se trata reproduciendo la relación de los temas que componen los veinticinco capítulos en los que está dividido el libro. Estos son: Cine, Almodóvar, televisión, periodismo, libros, música, fútbol, política, tecnología, viajes, ropa, alcohol y drogas, amor y sexo, amistad, niños, Salamanca, Madrid, San Sebastián, casa, enfermedades del alma y del cuerpo, ego, fama, vejez y muerte.

Como se puede apreciar, lo que ha hecho el autor es contar y/o decir lo que piensa de los distintos aspectos que forman su vida, esto es, qué libros lee o qué películas le gustan, cómo han sido sus relaciones amorosas o qué le ha significado la fama, por mencionar solo alguno de ellos.

Hablaba antes del morbo. En este sentido ha sido un tanto decepcionante. Sí, efectivamente, da algunos nombres como, por ejemplo, Juan Cruz o Pedro Sánchez, de personas que le caen muy mal, pero por lo general amaga más que da. Bueno, claro, si exceptuamos a las feministas que son su verdadero objeto de rechazo en varios momentos del texto.

Tengo con Boyero muchas coincidencias en sus gustos cinematográficos y, sobre todo, literarios a pesar de que parece que se ha olvidado de que también hay escritoras. Y desde luego me ha ganado totalmente cuando he leído lo siguiente:

“Y si hablamos de pianos, el de Bill Evans está por encima de todos los demás, qué delicadeza, qué sonoridad, es imposible imitarle. Me produce una pura sensación de belleza”. (p 79)

Alguien que habla así de Evans demuestra que al menos es una persona sensible.

En política se declara libertario creo que dándole el sentido que tenía hace tiempo, porque hoy es muy distinto. En el fondo lo que quiere decir es que le gusta hacer lo que le da la gana, es decir, que tiene más que ver con libertino.

En otros temas reconoce su total inutilidad. Por un lado, dice que es incapaz de cocinar nada y, por otro, de manejar el más básico instrumento digital (me imagino que al margen de un televisor). Pienso que en el mejor de los casos hay mucho de pose, y en el peor de “consentido”. Además, manifiesta una total dependencia alguien que dice creer sobre todo en la libertad.

Para terminar quiero hacer referencia a una cierta contradicción en la que incurre cuando trata el tema de los abusos en el cine a raíz de los casos conocidos en Estados Unidos. 

””¿Y para qué me sirve a mí el poder? Pues me sirve para follarme a quien quiera o pueda” Qué tristeza, el abuso. La corrupción. Pero también el “Yo te doy si tú me das”” (p. 137)

(Esto sería lo que podría pensar cualquiera con poder).

Ese intercambio final que deja abierto de sexo por trabajo (dinero) es contradictorio con alguien que una de las cosas que ha contado es lo mucho que le gustaba ir con prostitutas.

En fin, un libro que resulta muy entretenido. Una lectura en la que en unos momentos te diviertes, en otros sientes un rechazo total por lo que lees y en otros intentas comprender por qué dice lo que dice.

Y contestando al título, se explica o, mejor, se le entiende, bastante bien. De hecho tiene muchas coincidencias con otros personajes conocidos de su generación que, por cierto, es  también la mía.

 

Carlos Boyero, No sé si me explico.