viernes, 12 de junio de 2015

Un gran intelectual




 
“Tal vez debería mostrar mis cartas: soy un gran fan de Judt. En mi opinión, todo lo que escribió desde sus primeros libros sobre la izquierda francesa a mediados del siglo xx hasta sus mordaces ensayos de la New York Review of Books, se distingue por una notable agudeza, honestidad y perspicacia intelectual.” (Dominic Sandbrook, Literary Review, en la solapa)
 
“Ya sea analizando a Marx o a los hermanos Marx, la Unión Europea o la ONU, Oriente Próximo o la función social de los ferrocarriles, la capacidad y la claridad de Judt son magistrales. Lejos de tratarse de esos rescates forzados que suelen caracterizar las publicaciones póstumas, esta es una gran incorporación a la obra de Judt.” (Max Liu, The Independent, en la faja)
 
Después de leer ambas citas, ¿qué más se puede decir? Desde luego, y en primer lugar, dar las gracias a la editorial Taurus por poner al alcance de los que no sabemos inglés la obra de este extraordinario y polifacético intelectual británico-estadounidense. He leído todos los libros traducidos hasta ahora salvo uno, y reconozco que en todos he encontrado elementos para la reflexión y con todos he disfrutado de su lectura.
Este que nos ocupa recoge 28 textos de muy variada índole pues van desde reseñas críticas de libros (la que hace sobre la Historia del siglo xx de E.Hobsbawm me parece especialmente buena); a artículos, en The New York Review of Books principalmente, sobre temas muy variados: desde los problemas de Oriente Próximo a la función de ferrocarril pasando por el sentimiento antiestadounidense en el mundo; incluyendo también un texto inédito y una conferencia.
En todos ellos aparece Judt en estado puro: polemista implacable a veces, intelectual sin prejuicios ideológicos aunque políticamente socialdemócrata y gran defensor del Estado del Bienestar, judío antisionista y muy crítico con la política del estado de Israel,… En fin, alguien cuya lectura siempre aporta sugerentes reflexiones y que demuestra un gran conocimiento de los temas que trata claro que, como afirma en la página 141: “La primera obra de Hannah Arendt que leí, a los dieciséis años, fue Eichmann en Jesusalén: un estudio sobre la banalidad del mal.” A esa edad, y nací un año después que Judt, yo pasaba el tiempo hablando de fútbol y jugando al tute y al mus.
Dejo a continuación otras dos citas del libro. La primera me ha llamado la atención porque no entiendo  los calificativos que utiliza, y no estoy de acuerdo con ellos; de la segunda destacaría su gran actualidad y lo mucho que se utilizan esas ideas hoy por aquí.
 
“Pero una vez que los baby boomers empiecen a jubilarse (hacia 2010) (está escrito en 1996), la presencia de una amplia, frustrada, aburrida, improductiva y definitivamente poco saludable población de gente mayor podría convertirse en una importante crisis social.” (p.47)
 
"Durante los últimos treinta años, en gran parte del mundo angloparlante (aunque no tanto en Europa continental y en otros lugares), para decidir si debíamos apoyar una propuesta o iniciativa, no nos hemos preguntado ¿es buena o mala?, sino ¿es eficaz?¿Es productiva?¿Sería beneficiosa para el producto interior bruto?¿Contribuirá al crecimiento? Esta propensión a soslayar las consideraciones morales, a limitarnos a interrogantes sobre pérdida y beneficio –cuestiones económicas en el sentido más estrecho- no es la condición humana instintiva. Es un gusto adquirido.” (p.320)
 
Tony Judt, Cuando los hechos cambian

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