domingo, 14 de abril de 2019

Feliz recuperación



Curiosa historia la de esta novela. Escrita en 1938, se publicó en inglés al año siguiente y desapareció hasta que el año pasado apareció el manuscrito mecanografiado entre unos papeles del auto, un escritor que murió en 1942, con solo veintisiete años, al ser torpedeado el barco en el que viajaba desde Australia a Inglaterra.
“Una novela impresionante, asombrosamente equilibrada y de un agudo sentido de la observación (…)” dice en el Posfacio Peter Graf, a quien se debe la edición por primera vez en alemán en 2108.
Realmente es cierto ese sentido de la observación que se manifiesta en multitud de detalles de esta novela en la que el protagonista, un empresario judío llamado Otto Silbermann, viajará por parte de Alemania huyendo e intentando salir del país ante la persecución desatada por los nazis. Berlín, Aquisgrán, Múnich, Dresde, Dortmund, son algunos de los destinos a los que se desplazará siempre en tren y en los que tendrá gran cantidad de aventuras encontrando gentes de todo tipo, desde nazis recalcitrantes hasta algún alemán que intentará ayudarlo.
Magníficamente construida y con unos diálogos formidables, la novela se lee casi de un tirón y nos muestra de una forma tremendamente realista la atmósfera del momento y lo que tuvo que suponer para los judíos. Parece evidente que tiene bastantes elementos autobiográficos como, además, confirma el editor en el mencionado Posfacio.
A mí, seguramente por la época en la que se desarrolla, pero también por algunos aspectos del estilo, me ha recordado un poco a Sebastian Haffner y  a Hans Fallada.
Un libro de lectura muy recomendable y otra buena aportación de la editorial Sexto Piso que está publicando unos libros muy interesantes.

Ulrich Alexander Boschwitz, El pasajero. Traducción José Aníbal Campos.


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