martes, 1 de julio de 2014

Entre la autobiografía y la etnografía




Libro de difícil clasificación. Mitad estudio etnográfico y mitad autobiografía de infancia y juventud aunque, eso sí, todo ello con un buen  tratamiento literario. Cuando el autor se centra más en lo puramente etnográfico el libro pierde algo de fuerza e interés y se hace demasiado prolijo en los detalles, pero cuando vuelve a aparecer como protagonista, los aspectos de la vida en las pusztas llaman más la atención e incluso se entienden mejor determinadas cosas. Hay que decir que las pusztas eran las grandes haciendas del occidente de Hungría propiedad en su mayoría de la nobleza y alquiladas en muchas ocasiones a arrendatarios judíos. Cualquier aspecto que se pueda imaginar de la vida en ellas, desde el tipo de trabajos a la educación, pasando por la alimentación o el amor, está reflejado en alguna de las más de 400 páginas del texto.
El libro fue escrito en 1936 y los momentos que en él se cuentan se refieren principalmente a las dos primeras décadas del siglo xx. La pobreza, la auténtica miseria que muestra da una idea de cómo debía de ser parte del mundo rural en toda la Europa central y oriental. Resulta curioso cómo Illyés apenas habla de las aldeas y pueblos en los que, según dice, la vida era mucho más fácil y la situación de los que vivían del campo mucho mejor.
Yo conocí de cerca el mundo rural en la España de los cincuenta al pasar varias vacaciones de verano completasen un pueblo de Toledo del que procedía mi abuela materna. Las faenas del campo no eran muy diferentes de las que relata Illyiés y las condiciones de vida tampoco debían de ser muy diferentes de las de los pueblos de entonces; por mencionar solo dos detalles: no había agua corriente ni retretes.
Un libro muy interesante y muy bien escrito en el que, como decía antes, hay momentos en los que resulta un tanto aburrido por el exceso de información que, además, no siempre es lo suficientemente clara. Desde luego lo disfrutarán más los que tengan origen rural y, por lo tanto, conozcan de primera mano esa vida.
Dejo el enlace con dos espléndidos comentarios del libro: el de José María Guelbenzu y el de Bruno Mesa.
 
 Gyula Illyés, Gente de las pusztas

1 comentario:

  1. A mí me gustó mucho, incluyendo los momentos más etnográficos que describen un apasionate mundo que desconocía. Muy bueno.

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