martes, 3 de diciembre de 2019

“Gracias a todos”: Nuevas citas XXIV



Hace ya siete años que autoedité Gracias a todos en el que recogía la mayoría de las citas que había ido recopilando hasta entonces. En este tiempo he seguido con mi vieja costumbre y he pensado que sería una buena idea publicarlas en el blog organizadas por temas, con algún comentario si se tercia, tal y como hice en el libro.
                               


Tolerancia

“La tolerancia no se confunde con el relativismo, actitud cómoda que se limita a dejar hablar sin dejarse interpelar, sino que estriba en aquella disposición de ánimo pronta a oír y a subordinar el propio punto de vista a un proceso constante de comunicación”.
Karl Jaspers citado en
Antonio Papell, El futuro de la socialdemocracia



Tortura

Quien ha sufrido la tortura, ya no puede sentir el mundo como su hogar: la ignominia de la destrucción no se puede cancelar. La confianza en el mundo que ya en parte se tambalea con el primer golpe, pero que con la tortura finalmente se desmorona en su totalidad, ya no volverá a restablecerse. En el torturado se acumula el terror de haber experimentado al prójimo como enemigo: sobre esta base nadie puede otear un mundo donde reine el principio de la esperanza.
Jean Améry, Más allá de la culpa y la expiación. Tentativas de superación de una víctima de la violencia


Totalitarismo

Pues si las sociedades abiertas tienen adversarios, las sociedades totalitarias solo viven en relación a sus oponentes, y ocupan, por lo tanto, una gran parte de su tiempo en definirlos, encontrarlos, detenerlos y, finalmente, destruirlos.
Fabrice D’Almeida, Recursos inhumanos. Guardianes de campos de concentración, 1933-1945


Como manifestaba Milovan Djilas al recordar su propia experiencia como estrecho colaborador de Tito: “El totalitarismo al principio es todo entusiasmo y convicción; sólo más adelante se transforma en organizaciones, autoridad y arribismo”.
Tony Judt, Posguerra

-Cuando seguimos las reglamentaciones que dictan los líderes totalitarios, de hecho nos adaptamos al totalitarismo –intenté explicarle-. Y el que se adapta acaba aceptando.  De modo que el que no vive en un conflicto abierto con las autoridades debería sentirse culpable porque en el fondo ayuda a que el totalitarismo se arraigue aún más profundamente.
Monika Zgustova, Jardín de invierno

Anulación de los derechos cívicos y creación de una categoría de parias víctimas de todas las vejaciones por vivir al margen de la ley, privación de la dignidad moral del individuo y destrucción de su autonomía personal (de su capacidad de pensar y juzgar): estos son los elementos cristalizados en el totalitarismo.
Enzo Traverso, La historia desgarrada. Ensayo sobre Auschwitz y los intelectuales


“El mesianismo totalitario se consolidó como una doctrina exclusiva representada por una vanguardia de los iluminados, que se justificaban a sí mismos en el uso de la coerción contra aquellos que se negaban a ser libres y virtuosos.”
Jacob Talmon, autor de Los orígenes de la democracia totalitaria, citado en
Sasha Abramsky, La casa de los veinte mil libros



Tradición

Como si hubiera que respetar las tradiciones por el dudoso mérito de serlo.
Martín Caparrós, El hambre



Vejez

Se concentró en él mismo con esa fruición de no pensar más que en su persona, con ese amor exclusivo a ellos mismos que tienen la mayor parte de los seres humanos cuando envejecen.
Maurice Druon, Las grandes familias


- Y es usted quien pretende que el infierno no existe, padre –dijo Isabelle señalando lo que le rodeaba.
- Precisamente, señora, éste es el infierno. Dios ha dado a los hombres la vejez como expiación de sus pecados, y yo creo que es suficiente. Toda forma de la vejez es una expiación.
Maurice Druon, Las grandes familias


Qué universo el de los ancianos, reducido primero a un parque o a un jardín, luego tan sólo a un rincón del jardín, a continuación a un umbral, luego a una habitación aislada por una escalera que ya no pueden bajar. Inexorablemente, la muerte los empuja hasta que no ocupan más que una superficie limitada a las dimensiones estrictas del sepulcro.
Maurice Druon, La caída de los cuerpos


El final es siempre el final. Deberíamos ser conscientes de ese momento en que ya todo queda atrás. Mi vejez también está cerca. Tendrían que construir unas cosas donde acabar con los viejos sin que sufrieran. Cuando ya no valga para nada, le pediré a Grzegorz que me dé algo para dormir. Igual su química me sirve de algo.
Marek Hlasko, El octavo día de la semana



“Yo no me aburro: aún me quedan demasiados libros por leer y películas por ver.”
Joan Bakewelll (persona mayor).
Lewis Wolpert, Por ti no pasan los años. La sorprendente naturaleza del envejecimiento



-Te equivocas –dijo ella con amargura-.  Los únicos que sienten curiosidad son los jóvenes. La verdad es que la gente solo descubre el mundo hasta cierta edad. A partir de ahí, la única distracción consiste en repetir lo que otros descubren.
Marek Hlasko, El octavo día



Pero estaba claro que buena parte de su enfado se debía al hecho de que, a cierta edad, uno se vuelve malsufrido y a todo le encuentra pegas. Otra confirmación de que estaba haciéndose mayor.
Andrea Camilleri, La búsqueda del tesoro


Cuando pasas de los ochenta, la gente deja de quererte, porque los buenos sentimientos también se consumen y se marchitan con la edad, y vivir más de lo previsto incomoda en cierto sentido a los demás.
Alaa Al-Aswany, Deseo de ser egipcio


Hay algo bueno en envejecer. Se gana serenidad, conciencia y, al mismo tiempo, humildad.
Marisa Madieri, Verde agua


Existía una belleza que sólo la senectud podía otorgar. La vida entera podía leerse en los surcos de una cara.
Henning Mankell, Huesos en el jardín


A medida que uno va sumando tiempo, debe ir dejando otras cosas. Para poder almacenar años, hay que botar por la borda todo lo demás. Por eso estoy obsesionado. La madurez no se elige, es una obligación. Me ronda, me tiene cercado. Ahora no puedo voltear hacia ningún sitio sin encontrarme con mi edad.
Alberto Barrera Tyszka, Rating


Con la edad, aumentas los conocimientos sobre lo desagradable de la vida y, seguramente, como mecanismo para hacerlos soportables, disminuye nuestra sensibilidad.
Rafael Chirbes, En la orilla


A no ser que uno sea un cínico, un desalmado, tener hijos lo cura de tentaciones apocalípticas, de esa furia compulsiva con la que algunos viejos despechados por el declive de la edad y la cercanía de la muerte  desearían que el mundo no los sobreviviera.
Antonio Muñoz Molina, Todo lo que era sólido


Sólo con la edad adquiere uno el don de evaluar la decadencia (…)
Paul Theroux, Tren fantasma a la Estrella de Oriente


Las personas de cierta edad suelen parecer cínicas, misántropas, pero no, únicamente son personas que al fin han oído la música callada y triste de la humanidad, sólo que interpretada por un grupo de rock de medio pelo que no hace más que dar alaridos en pos de la fama.
Paul Theroux, Tren fantasma a la Estrella de Oriente


-Uno debe vivir una vida hermosa y rica –dijo Friedel-, para poder revivirla en el espíritu al llegar a la vejez, disfrutarla nuevamente en el recuerdo. De no ser así, la vejez es algo vacío, un desierto, una carga.
David Vogel, Una novela vienesa


Dicen que a partir de cierta edad, cuando una despierta y no siente dolor alguno es que está muerta.
Franz-Olivier Giesbert, La cocinera de Himmler


Ser viejo, dicho de otro modo, ya no es tener experiencia, es, ahora que la humanidad ha cambiado de elemento, carecer de ella. Ya no es ser el depositario de un saber, de una sabiduría, de una historia o de un oficio, es estar tullido. Los adultos que eran los representantes del mundo ante los recién llegados, son ahora esos extranjeros, esos torpes, esos palurdos a quienes los digital natives miran por encima del hombro desde su cibersuperioridad incuestionable.
Alain Finkielkraut, La identidad desdichada


No dejes que nadie te diga lo contrario. La vida comienza a los 65.
Charles Bukowski, Hollywood


Reconozco el otoño de la vida en mí cuando compruebo mi incapacidad para hacer cosas que antaño me resultaban fáciles. Quizá el otoño nos llegue antes del otoño. Nadie asegura el fruto de su jardín.
Mohamed Chukri, Rostros, amores, maldiciones


La edad no es medida de inteligencia, ni de verdad, ni de nada, como no sea de haberse cuidado mucho y tener buena suerte…
Gregorio Morán, El cura y los mandarines



Una gran reflexión de Améry quien  la padeció en diversos grados.
Magnífico resumen de Traverso sobre lo que implica el totalitarismo y muy buena la idea de Zgustova de vivir en conflicto abierto con él.
Cuánta razón tiene Caparrós y cuántas veces habré dicho algo parecido.
Creo que no hay que preguntar por qué hay tantas citas sobre la vejez (y eso que las he dividido en dos entradas para no agobiar). No es tanto preocupación, que la hay, como constancia de una realidad. Además, tiene lógica que me llamen la atención este tipo de reflexiones.
Druon apunta a ese egoísmo que, afirman algunos, se incrementa con los años. Algo desde luego sucede en esa línea, pero creo que no tanto. Por otra parte, tampoco es tan grave como para considerarla una expiación.
Me pasa lo mismo que a Bakewell.
Qué pena da verse tan bien reflejado por quien conoce tan bien el tema como Camilleri.
No tengo tan claro lo que dice Madieri; más bien tiendo a pensar que es al revés.
Aunque he tenido un hijo a los sesenta años, no creo que sea necesario como dice Muñoz Molina.
No por obvia me deja de encantar la primera de Theroux.
Nada de acuerdo con Vogel.
La edad que menciona Giesbert siempre se ha dicho que eran los cuarenta años. No me atrevería a precisar tanto.
Pues sí, bastante torpe y palurdo.
Qué equivocado está Bukowski.

1 comentario:

  1. Tolerancia: qué difícil estos días con el comportamiento de la derecha.
    Totalitarismo: la de Talmon ha sucedido mucho en la izquierda por desgracia.
    La de Dálmeida es el motivo por el que muchos totalitarismos se definan no por si mismos sino frente a otros.
    Vejez: Yo también estoy de acuerdo con Bakewell, y además porque no creo que siempre pase lo que dice Hlasco. A veces con la edad aumenta la curiosidad, tal vez porque al dejar de trabajar tienes más tiempo para asomarte a otros mundos.
    Respecto a la de Camilleri, no creo que uno se vuelva malsufrido y que a todo le encuentre pegas, es que, en general, hay más sufrimiento y más pegas.
    Pienso que la de Bukowski se debe a un momento concreto en la vida del escritor y no a una creencia general.

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