jueves, 13 de febrero de 2025

Continuación de la trilogía

 

Inexplicablemente han pasado cinco años desde que comenté Cerco I, el libro que inicia esta trilogía de la que, por cierto, no se ha publicado, al menos que yo sepa, el tercer volumen. Digo que me resulta inexplicable porque me pareció un gran descubrimiento por lo que enseguida compré este segundo volumen que, sin embargo, ha estado aparcado entre los libros pendientes hasta hace unos días.

Tiller sigue en este el mismo esquema del anterior. Tres personas le cuentan a David, alguien que ha perdido la memoria y pide a amigos y familiares que le ayuden a recuperarla, cosas de las relaciones que tuvieron con él en los años ochenta, en su época de juventud. Al mismo tiempo, estas personas cuentan algunos aspectos de su vida en la actualidad en el año 2006.

Son tres personas muy diferentes en cuanto a formas de ser y a su relación con David que le sirven a Tiller para contar una buena variedad de problemas en las relaciones tanto familiares como de amistad. También, como pasaba en la anterior entrega, para denunciar una serie de aspectos criticables de la sociedad noruega como, por ejemplo, el machismo (tanto en los años 80 como en 2006), el odio a los homosexuales, el “festín” del consumo de los 80, la violencia de género, el desclasamiento o el rechazo a la gente de ciudad (todos los personajes viven en núcleos rurales).

Más allá del interés que puedan tener estos temas, la principal virtud de la escritura de Tiller radica en la agilidad narrativa que tiene y lo bien que construye los diálogos tan importantes a la hora de narrar las relaciones, especialmente las que se producen en los ochenta cuando tanto David como los que le escriben son adolescentes.

Una novela muy interesante y recomendable de un escritor que es, además, doctor en Historia, dramaturgo y miembro de una banda de rock.

 

Carl Frode Tiller, Cerco II. Traducción Cristina Gómez y Oyvind Fossan.

 

 

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