lunes, 31 de octubre de 2016

Dura crítica de "la movida" madrileña



Dice del autor su amiga Luz Elez-Villarroel en el Epílogo:
“Es fácil convivir con José Luis, divertido, irónico, capaz de reírse de sí mismo con total naturalidad (…) inteligente, culto, elegante, gamberro, buen poeta, sin que le guste mucho que se le diga, maestro del relato, inconfundible en sus elucubraciones con base histórica.” (p. 207 y 208)

Seguramente todo es cierto aunque en este libro lo que se aprecie fundamentalmente es lo de gamberro y lo de reírse, eso sí, en este caso de los demás.
Puedo estar de acuerdo en casi todo lo que critica Moreno. Creo incluso que se queda algo corto en sus referencias a los políticos de los que, por cierto, no da demasiados  nombres (a mí se me ocurren muchos más). Aunque no sea el objeto del libro tampoco hubiera estado de más algunos datos sobre subvenciones y enchufes.
Tuve en el fondo la inmensa suerte de irme de Madrid en 1984, bueno el Ministerio  de Educación me “desterró” a Mallorca y desde entonces aquí vivo. Aclaro esto porque no conozco la mayor parte de los artistas ni de los grupos musicales que cita Moreno ni, por lo que deduzco de sus palabras, falta que me hace tanto por los que critica como por los que ensalza. No me interesan esas músicas.
El texto de Moreno (parece ser que el –Ruiz se lo puso para que no le confundieran con el otro José Luis Moreno) es iconoclasta hasta la exageración y la exasperación; es faltón a lo Salvador Sostres en muchos casos; derrocha mala baba aunque, insisto, cortándose a veces en dar según qué nombres; es elitista y cultureta; manifiesta muchas fobias y pocas filias;  y es, muy a propósito desde luego, políticamente incorrecto en su machismo y homofobia como se puede apreciar en estos dos ejemplos (hay muchos más):

“Ellos más contentos que una marica con lombrices, o que en un huerto de nabos…” (p.95)

“Luego, una chorbilla, una de las actrices, una chavala bajita y paticorta pero que podría tener una faena de aliño en una caso de apuro (…) Con esa cara de clítoris de lija que tienen la Binoche, la Maura…” (p. 149)
“(…) a la que nadie (se refiere a la antropóloga Margaret Mead), pobrecilla, metió un mordisco en donde más le hubiera placido.” (p. 151)

Tiene así el libro mucho de exabrupto y hasta de vómito, pero, como decía antes, con críticas que son realmente acertadas y que no siempre gustan a la izquierda como:

“En efecto, los vetos y las censuras fueron tan  consubstanciales a ese tiempo identificado como posmoderno, cual lo serían posteriormente con el aznarismo pepero y (…) como lo son en el actual imperio zapaterista…” (p. 56-57)

¿Merece la pena leerlo?, ¿es un libro recomendable? Creo que sí; yo lo he pasado bien en muchos momentos y me ha parecido que se hacen comentarios acertados, pero estoy seguro de que con un editor que corrigiese alguna de las cosas que he criticado, y también algunos aspectos del estilo del autor -esas oraciones principales que continúan cinco líneas más abajo y que obligan a leer el párrafo más de una vez, con un editor así, el libro ganaría bastante. También lo haría si se suprimiese el Prólogo en el que Javier Corcobado nos cuenta su vida con el autobombo correspondiente.
No quiero terminar sin mencionar que, parafraseando a Chaves Nogales, “ José Luis Moreno que estaba allí” y además en la radio pública incluso con programa propio.
Hay una reseña muy favorable de David Torres en blogs.publico.es y otra muy completa y en la misma línea de Alberto Gayo en blogs.interviu.es.



José Luis Moreno-Ruiz, La movida modernosa. Crónica de una imbecilidad política

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