miércoles, 5 de abril de 2017

Sigo con la tetralogía



Hace unos meses me llevé una gran sorpresa al leer el primer volumen de esta tetralogía. Sinceramente, no creía que un libro así pudiera gustarme y no solo me gustó, sino que me predispuso para leer los siguientes.
Este segundo me ha hecho disfrutar tanto o más que el anterior. La historia de las dos protagonistas y del espléndido conjunto de secundarios que ha creado Ferrante te tiene atrapado desde la primera página y desde esa impresionante descripción de la noche de bodas de Lila, una de las dos protagonistas.
Como el anterior, y como sucederá en los cuatro títulos, la historia está narrada por Elena, la otra protagonista que en dos momentos diferentes se describe así:

“Empecé a cuestionarme a mí misma, había caído en un error, me había hecho ilusiones. ¿Cómo era posible que yo, bajita, demasiado rellena, gafuda, yo voluntariosa pero no inteligente, yo que me fingía culta, informada, cuando en realidad no lo era, hubiese llegado a pensar que le gustaría aunque no fuera más que durante unas vacaciones? (p. 278)

“A clase iba con una bata negra carente de toda gracia; ¿qué esperaba la profesora que hubiese debajo de aquella bata, vestidos y ropa interior como la suya? Había carencias, había miseria, mala educación. Tenía un solo par de zapatos muy gastados. El único vestido que me parecía bueno era el que me había puesto para la boda de Lila, pero hacía calor, estaba bien para el mes de marzo, no para finales de mayo.” (p. 175)

Es decir, da una visión bastante penosa de sí misma aunque luego la realidad termine siendo bastante menos dura con ella.
No voy a contar más de la historia. En el blog devoradoradelibros.com se hace una reseña muy completa y un estupendo análisis de los personajes y sus relaciones.
Sí quiero resaltar otros dos aspectos de la novela; para ello utilizaré dos fragmentos de sendos blogs que me parece que los  resumen muy bien:

“El estilo de Elena Ferrante es preciso y compone con él una prosa envolvente e intensa, que por momentos se vuelve casi lírica, con la que vuelve a hacer gala del dominio del ritmo narrativo armando una novela pausada cuya lectura no se puede abandonar y ofreciendo una narración donde no sobra ni falta ni una sola palabra, ni una sola coma, mientras paseamos, casi sin darnos cuenta, por todo lo que de complejo tienen la vida y el crecimiento.” En  entremislibrosyo.blogspot.com

“Las novelas de las dos amigas tienen la intriga de un thriller, la trama de un culebrón, el contexto sociopolítico de una novela realista y unos pasajes alucinados propios de la literatura fantástica.” Brenda Otero, elpais.com

Efectivamente, ese carácter envolvente de su estilo y una prosa tremendamente eficaz me parecen muy importantes para atrapar al lector. Además, aunque a veces está en el filo de la navaja del culebrón e incluso de la novela rosa, lo salva muy bien por la fuerza que da a sus personajes y lo creíble de las situaciones en que los pone.
Absolutamente recomendable aunque sé que habrá gente a la que no le guste ni le interese nada esta historia. Reconozco que yo tuve que quitarme de la cabeza más de un cliché para leer el primero. Hoy lo agradezco.



Elena Ferrante, Un mal nombre. Traducción Celia Filipetto

No hay comentarios:

Publicar un comentario