martes, 11 de junio de 2019

Los USA profundos



Hay que reconocer que la mayor parte de la información que tenemos sobre los Estados Unidos la obtenemos a partir de su cine y ahora sobre todo de sus series de televisión. En ambos casos, por lo general, los protagonistas son gente que vive en grandes ciudades y pertenece a la clase media. Creo que eso es lo que ha hecho que hayamos entendido tan mal la victoria de alguien como Trump.
No es demasiado habitual que se publiquen libros sobre lo que sucede en el país más importante del mundo, aunque últimamente sí se han publicado unos cuantos para hablar de su excéntrico presidente. De los tres que he leído solo uno me ha parecido realmente interesante y me ha hecho entender algo mejor lo que ha pasado. Ahora bien, si quitamos esta literatura sobre Trump, los últimos que leí fueron Crónicas de la América profunda de Joe Bageant y American Vertigo de Bernard-Henry Lévy; en ambos sí se puede conocer algo mejor lo que sucede en esa América que tan poco sale reflejada en el cine.
Por eso hay que agradecer que se traduzcan libros como el que ahora comento que, aunque sean tan específicos como hablar de un solo estado, sirven para hacerse una idea de lo que sucede también en otros.
Wright ha escrito un libro muy interesante sobre todo para sus compatriotas y para gente que conozca su obra. Como se afirma en el fragmento de la reseña de The new York Times Book Review que la editorial reproduce en la solapa: “Magnífico, el trabajo más personal de Wright hasta la fecha. Es una elegante mezcla de autobiografía y crónica periodística, libre de prejuicios por un lado y pronunciamientos concisos por otro.”
El problema es que, por un lado, bastantes cosas de las que cuenta de su autobiografía no me han resultado especialmente interesantes y, por otro,  esa falta de concisión le conduce a veces a un detallismo que para quien, como es mi caso, no conozca el sistema político de un estado como Texas, le lleva a perderse irremisiblemente.
¿Quiere esto decir que es un libro superfluo? Evidentemente no, sobre todo a la vista de la escasez de libros de este tipo como decía antes, pero sí es cierto que estamos ante un texto muy irregular.
Hay aspectos que son muy interesantes y que están muy bien tratados por Wright. Así: todo lo que cuenta sobre el petróleo en general y el fracking en particular; también el capítulo en el que bajo el título Cuna de presidentes escribe sobre L.B. Johnson y los Bush; asimismo el espacio que dedica a hablar sobre la radio que se hace en la que, por ejemplo, hay un famoso presentador, Alex Jones, que llega a afirmar cosas como que Hillary Clinton es “una de las más poderosas criminales de la historia” y que “ha asesinado y descuartizado a niños con sus propias manos”, esto es, cosas que a este paso pronto podremos escuchar en alguna emisora más cercana; el análisis, al que dedica el primer capítulo, de los tópicos existentes sobre el estado y sus habitantes para desmontarlos al menos en parte: las informaciones que da sobre la situación del aborto, los migrantes o la gente LGTB (con la presentación de una peculiar Ley de Baños), todas en el capítulo 8  titulado Fabricantes de salchichas o, finalmente, la curiosidad de saber que en Texas el Parlamento se reúne 140 días cada dos años aunque, eso sí, en la sesión de 2017 “se promulgaron unas mil cien leyes nuevas” (bueno, claro, una da la potestad a los texanos de llevar espada por la calle)
En el libro aparecen muchos personajes del mundo social y político. Algunos bastante “peculiares” como es el caso de Rob Morrow, antiguo presidente del Partido Republicano de un condado y candidato a gobernador del que Wright dice:

“Sus prioridades no habían cambiado desde que lo habían echado de su cargo condal: “Me gustan las tetas grandes. Estoy a favor de la ricura mamaria. En los últimos años he compartido en redes sociales más de quinientas fotos de mujeres supertetudas e increíblemente atractivas”. Concluía así: “Estoy a favor de celebrar concursos Miss Camiseta Mojada en El Álamo cada Cuatro de Julio. No tengo más de decir.””

(Yo, obviamente, tampoco tengo nada que comentar).

Un libro entretenido unas  veces, un poco pesado otras, irritante en ocasiones por lo que se ve que son capaces de decir y hacer algunos personajes, pero que en general merece la pena leer sobre todo si como afirma Wright, Texas se convierte pronto en el estado que decide la elección presidencial de candidatos demócratas debido al cambio que se está produciendo en la composición de su población.

Lawrence Wright, Dios salve a Texas. Viaje al futuro de Estados Unidos. Traducción Miguel Marqués Muñoz.

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