jueves, 4 de mayo de 2023

El inicio de una gran carrera literaria



Es obvio que Offutt se ha convertido en uno de mis autores favoritos de los últimos dos años. Lo conocí en diciembre del 2021por Los cerros de la muerte, y el año pasado leí los otros seis libros que se habían publicado. Que no debo de ser un caso muy raro lo demuestra el hecho de que Sajalín acabe de editar la primera novela que escribió en 1997 y que, además, seguro que va a tener el mismo éxito que las anteriores.

Offutt es un escritor muy reconocible tanto por sus temas como por el tratamiento que les da, y en esta primera obra ya están presentes ambos aspectos. Por lo que se refiere a los temas: el mundo rural con sus tradiciones pero también sus problemas, en este caso no solo en Kentucky sino también en Montana; la presencia de la naturaleza con el río, el bosque y los pájaros; etc. Temas en los que se muestra como un gran narrador, con una estructura de la historia muy clara y bien llevada, con unos diálogos que me atrevería a decir que son quizá lo mejor de su obra o al menos de lo más característico, y con unas descripciones tanto de los lugares como de las situaciones que son muy visuales, de tal manera que se va creando en la mente del lector una visón de la historia como si se tratase de un película. Además de todo lo anterior está la gran creación de personajes y, en este caso con un protagonista, Virgil, que se enfrenta a la difícil situación de tener que vengar la muerte de su hermano por la presión que recibe en el pueblo, lo que le llevará a huir a Montana donde le espera otra complicada historia.

Creo que es la obra en la que Offutt hace más alusiones a la política de su país y, curiosamente, todas tienen lugar en la época en que Virgil, ya con el nombre de Joe, pasa en Montana. Allí se encuentra con un grupo de gente que no paga impuestos porque no quieren que el estado gaste su dinero, que enseña a los hijos en su casa porque no quieren que los adoctrinen en la escuela y que de forma larvada a veces y explícita otras son xenófobos y racistas.

Como decía antes, la novela tiene dos partes bien diferenciadas. En la primera que se desarrolla en el espacio habitual en las novelas posteriores, esto es, en un pueblo de la montaña en Kentucky, Virgil se ve enfrentado al hecho de que distintos habitantes le van sugiriendo que siga la tradición y vengue la muerte de su hermano. La segunda se desarrolla en un pueblo también pero del estado de Montana en el que Virgil, ahora Joe, intenta iniciar una nueva vida lejos de su casa y del peligro de ser detenido. Aquí es donde va a conocer a ese grupo radical y otra forma de vida.

La novela se publicó en 1997 y es muy interesante ver cómo ya entonces, y por lo que he visto leyendo el magnífico libro Jesús y John Wayne de Kristin Kobes, desde mucho antes, existía esa mentalidad que a veces se piensa que llega con Trump cuando lo que este hace es aprovecharse de ella para obtener votos.

Reproduzco dos fragmentos del libro que son un buen ejemplo de cómo trata Offutt el tema:

- No reconocemos la autoridad del gobierno federal sobre los ciudadanos particulares.

- No sé si lo entiendo.

- Es muy sencillo, Joe. No nos da miedo defender nuestra libertad. Ahora mismo, la mayor amenaza proviene del gobierno. Washington no quiere patriotas, quiere ovejas. La gente de este país está embotada por los medios. Lo único que quiere es comodidad”. (p 279) 

 “

– Por todo el país la gente está empezando a hartarse del crimen, las drogas y de las escuelas mediocres. Está harta de ver cómo los tribunales dejan libres a los asesinos. Harta de un gobierno que aprueba decretos inútiles sin ton ni son. Saben muy bien lo que tendría que ser América, y para quién ha de ser”. (p. 320)

 

En fin, otro buen libro de este magnífico escritor que, además, en este caso tiene una extensión poco habitual pues pasa de las 400 páginas.

 

Chris Offutt, El buen hermano. Traducción Javier Lucini.

 

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