miércoles, 31 de agosto de 2016

Releyendo un grandísimo libro



Vaya por delante que no soy relector. A pesar del mucho tiempo que dedico a la lectura, lo habitual es que lea novelas por primera vez aunque hubo quien me dijo que con la edad conviene dedicarse sobre todo a releer lo que a uno le ha gustado.
Son muy pocos los libros que he releído, creo que se pueden contar con los dedos de una mano. Eso sí, uno de ellos, Primavera con una esquina rota de Mario Benedetti, no solo constituye una gran excepción sino incluso una anomalía pues lo habré leído más de cinco veces (en ello influyen aspectos que están por encima de su valor literario). El siguiente en número de relecturas es el que ahora comento. También de García Márquez releí sus afamados Cien años de soledad, pero en esa segunda vez tengo que reconocer que se me cayó de las manos (sí, ya sé que habrá quien se lleve las manos a la cabeza al leer lo anterior, pero es lo que me pasó).
Como decía, acabo de leer por tercera vez esta historia de amor y me ha confirmado en algo que ya creí tras las dos lecturas anteriores: que se trata de uno de los mejores libros escritos en lengua castellana en el siglo pasado y, seguramente, en la historia (no quiero pecar de petulante pues mis conocimientos del tema son escasos, pero es tan grande la admiración por este texto que me lleva quizá a algún exceso).
Los tres protagonistas del libro: Fermina Daza, Florentino Ariza  y Juvenal Urbino están magníficamente construidos, son personajes de una pieza y hace que nos identifiquemos con cualquiera de ellos en diferentes momentos  de una historia que abarca más de cincuenta años y está contada en casi 500 páginas. Además, el autor derrocha un gran sentido del humor  y demuestra un gran conocimiento de los entresijos del amor.
Hay multitud de momentos remarcables en un libro así, pero a mí me han gustado especialmente estos: todo el inicio con la muerte de Juvenal Urbino y la presentación final de Ariza; la noche de bodas; el viaje de Ariza hacia su nuevo destino al que luego renuncia y, cómo no, todas la parte final que es García Márquez en estado puro.
Claro que resulta un tanto prosaico hablar de momentos de un libro cuyo mérito principal, lo que lo hace no solo atractivo sino realmente apasionante, es su escritura. No soy crítico literario, pero de serlo creo que se me acabarían los adjetivos para hablar del estilo del autor. Soy un simple lector y como tal solo puedo decir que me parece algo maravilloso poder disfrutar tantas veces de una obra tan plenamente lograda.
Obviamente es un libro sobradamente conocido y leído, pero si alguien lee mi comentario y no ha leído el libro, por favor que se ponga a ello a la mayor brevedad; seguro que me lo agradecerá.




Gabriel García Márquez. El amor en los tiempos del cólera

1 comentario:

  1. Poco se puede añadir a lo que dices. Hace mucho tiempo que lo leí. Un clásico.
    Un saludo.

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