jueves, 18 de agosto de 2016

Cada vez más controlados




Normalmente cuando veo un libro de Ramonet no dudo en comprarlo pues siempre tiene algo interesante que decir; se trata de uno de los autores más combativos en el tema del dominio de los medios de comunicación y de la necesidad de defender la libertad de prensa. Lleva años escribiendo sobre ello y siempre aporta alguna visión novedosa. En este caso se ha centrado en otro aspecto como es el control al que nos estamos viendo sometidos a partir de y a través de los aparatos (tabletas, ordenadores, móviles, etc.) que están tan generalizados y que en teoría deberían servir para ampliar nuestro espacio de libertad.
Mucho se está hablando del uso que los estados pueden hacer de la información que están recogiendo y de cómo el nivel de vigilancia está siendo cada vez mayor, pero lo novedoso para mí  del libro de Ramonet es cómo describe las alianzas que se están haciendo entre los estados y las grandes industrias de Internet (Google, Facebook Yahoo, etc.) para compartir el inmenso volumen de información que se crea diariamente y que tendrá como resultado un cambio en los comportamientos pues como afirma Glenn Greenwald:

“Las experiencias históricas demuestran que la simple existencia de un sistema de vigilancia a gran escala, sea cual sea la manera en que se utilice, es suficiente por sí misma para reprimir a los disidentes. Una sociedad consciente de estar permanentemente vigilada se vuelve enseguida dócil y timorata.” (citado en p.81)

O en palabras del propio Ramonet al hablar del proyecto de la empresa británica Internet Eyes (que hace participar a voluntarios internautas en la vigilancia a través de cuatro cámaras):

Una de las perversiones de nuestras sociedades de control es esta: hacer que los ciudadanos sean vigilantes y vigilados al mismo tiempo. Cada uno debe espiar al otro, al tiempo que él mismo es espiado. De esta modo, en una marco democrático donde los individuos está convencidos de que vive en la mayor de las libertades, se avanza hacia el objetivo soñado por las sociedades totalitarias.” (p.89)

En fin, a lo largo de cuatro capítulos y uno final de conclusiones, el autor alerta permanentemente dando amplia información y ejemplos de cómo se está configurando un nuevo poder e incluso una nueva forma de guerra.
Se completa además el libro con dos interesantes entrevistas a Julian Assange y Noam Chomsky.
Una lectura muy recomendable aunque un tanto deprimente pues no solo es que estemos cada vez más controlados sino, sobre todo, que cada vez también parece que tenemos menos opción de cambiar las cosas.
Sergio Hinojosa hace una espléndida reseña en infolibre.es.



Ignacio Ramonet, El imperio de la vigilancia

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