viernes, 30 de agosto de 2019

ANDAMIO



Películas


Utoya. 22 de julio. Esta película noruega narra la masacre -77 muertos y 99 heridos graves- que tuvo lugar en esa isla, donde se habían reunido un grupo de jóvenes socialistas, a manos de un pistolero de extrema derecha. La película está narrada en un solo plano lo que ayuda a mantener el dramatismo del momento y a mostrar la tensión y el  miedo sufrido por los atacados. Está muy conseguida la transmisión al espectador de lo que estaba sucediendo y no deja un momento de sosiego.

Padre no hay más que uno. La he visto porque la quería ver mi hijo y, aunque tiene un principio que dan ganas de irse, se deja ver y me ha hecho reír a carcajadas en una par de momentos y sonreír en otros. No hay que pedir a este tipo de películas que sean un análisis social, se trata de una comedia hecha con un objetivo muy concreto, entretener y creo que lo consigue. Por cierto, como la anterior película de Segura, es un remake en este caso de una película argentina de hace dos años.

Rojo. Interesante película argentina. Aunque tiene forma de thriller, creo que es otra cosa. Es una demostración de la violencia soterrada de esa sociedad en los momentos anteriores al golpe militar. Tiene una puesta en escena muy austera, unas buenas interpretaciones y, quizá, resulta un poco larga

Érase una vez… en Hollywood. Magnífico homenaje al cine por parte de Tarantino. Diálogos jugosos, situaciones graciosas y dos interpretaciones muy buenas de Di Caprio y Pitt. Algunas escenas, como la de la gran violencia al final, son muy típicas de este director y te partes de risa a pesar de todo. Dura más de dos horas y media y se me pasaron en un suspiro; de hecho me hubiera gustado que continuase. El juego que hace con Polanski y Sharon Tate me parece una gran idea.

Lenny. En la serie The marvelous Mrs. Maisel que comento más abajo aparece en varios episodios Lenny Bruce, tanto en algún monólogo como en conversación con la protagonista. Esto me ha animado a volver a ver la película que hizo Bob Fosse en 1974 que ya me gustó mucho en su momento. La película no solo no ha envejecido técnica ni artísticamente, sino que, además, resulta muy actual por el tema que trata en el fondo como es la libertad de expresión.



Series


Capital. Miniserie británica de cuatro breves capítulos en los que se cuentan algunos momentos de gentes muy diferentes, pero que habitan en la misma calle. Una familia de clase media alta, una mujer mayor muy enferma, su hija y su nieto, una familia de pakistaníes con un comercio y dos inmigrantes uno legal y otra ilegal. Con este conjunto de protagonistas, y  con algo que tienen en común, se da una visión bastante interesante de las diferentes situaciones. Está basada en una novela.

Years and years. Miniserie británica de seis episodios. Es una distopía con elementos parecidos a Black Mirror, pero también tiene cosas en común con el cine de Ken Loach por algunos de los aspectos críticos, y todo ello protagonizado por una familia en la mejor tradición también del cine y series de esa procedencia. La serie va creciendo hasta el magnífico por diversos motivos capítulo 4, pero luego decae hasta un final que, para mi gusto, da un salto excesivo y estropea un tanto el sentido de la serie.

Tales of the city (Historias de San Francisco). Serie estadounidense en diez capítulos que cuenta las andanzas de una serie de personajes que viven alquilados en un edificio regentado por una mujer de 90 años con un secreto en su vida. Bastante desigual tanto en el interés de los personajes como en los capítulos. Hay un par de protagonistas que cada vez que aparecen la serie decae mucho y otros, por el contrario, que la levantan y la hacen realmente interesante y emotiva por momentos. La mayoría de los personajes pertenecen al mundo LGTBI que se podría decir que es el gran protagonista de la serie.

El cuento de la criada. Tercera temporada y la serie empieza a dar signos de agotamiento. Si en la segunda hubo hallazgos interesantes  y algún capítulo muy bueno, en esta no sucede lo mismo y hay un abuso de los planos cortos de la protagonista que, aunque el papel lo haga una gran actriz, resultan reiterativos y a veces aburridos. De todas formas, sigue siendo una serie diferente y con buenos momentos, pero creo que deberían terminarla ya porque corren el riesgo de hacerla prescindible.

The marvelous Mrs. Maisel. Segunda temporada esta vez con diez capítulos. Sigue la línea marcada en la primera con unos monólogos y unas situaciones muy divertidas. También hay que volver a resaltar la magnífica ambientación y, desde luego, las buenas interpretaciones tanto de protagonistas como de secundaros. Ha obtenido varios premios y no me extraña porque se trata de una serie muy original, divertida y con momentos también para la ternura. Seguro que habrá más temporadas.

The victim. Interesante miniserie británica de cuatro capítulos. Además del interés que pueda despertar la intriga, lo más relevante es el planteamiento sobre el odio, la venganza o el perdón cuando alguien ha sufrido el asesinato de su hijo pequeño. También me ha descubierto el tema de la justicia restaurativa que se aplica en  el Reino Unido. Muy bien interpretada y ambientada.

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