sábado, 7 de enero de 2023

ANDAMIO

 

Vaya final de año e inicio de 2023. En películas es difícilmente mejorable. Gran variedad de temas y orígenes, pero en todas hay mucha calidad. Es de lo mejor que he visto últimamente. En series pasa prácticamente lo mismo aunque aquí hay predominio británico. Que siga la fiesta.

 

 

Películas

 

 

El baile de los 41. Una producción mexicana. En la época de Porfirio Díaz se produjo la detención de 41 homosexuales que tenían un club en el que se relacionaban con total libertad. De hecho eran 42 los miembros del club, pero parece ser que al que no detuvieron era yerno del propio Porfirio. La película narra la peripecia de este yerno, de cómo se casó con la hija del presidente y cómo se enamoró perdidamente de otro hombre. Muy bien contada y con una espléndida fotografía. Una película diferente.

 

También en el cielo. Producción danesa basada en una novela. Se desarrolla a finales del siglo XIX o principios del XX. Se centra en dos temas: el fanatismo  religioso y la situación de la mujer. Es una película de lento pero muy intenso transcurrir. Bastante desasosegante. Una de las claves de su éxito es la interpretación de la protagonista. Muy buena aunque hay que verla con buena disposición de ánimo.

 

Al descubierto. Producción estadounidense sobre los abusos sexuales de Harvey Weinstein o, más exactamente, sobre la investigación periodística que se hizo en el New York Times. El guion está hecho por las periodistas que lo investigaron y cuenta muy bien cómo fueron avanzando paso a paso hasta conseguir las pruebas y las “confesiones” necesarias para dar validez a la denuncia. Muy bien interpretada. Una película muy interesante para ver cómo funcionan algunos poderosos y, desde luego, para darse cuenta de lo importante que es tener una prensa con la fuerza y el coraje necesarios para desenmascararlos.

 

Aftersun. Producción británica. Centrada en la relación, pasada, entre un padre y su hija de 11 años. La relación es vista –recordada- después de veinte años y, por lo tanto, hay recuerdo y nostalgia por un padre del que apenas sabemos nada ni entonces ni ahora. La visión se hace desde la niña y todo transcurre durante un viaje de vacaciones en Turquía. Muy original y con un ritmo pausado que a veces me ha parecido que se centra en algunas imágenes a las que hace durar demasiado. Una buena película que, sobre todo, se sale de lo habitual y habla de sentimientos y emociones.

 

Almas en pena en Inisherin. Producción británica. Se desarrolla en una isla frente a la costa de Irlanda en 1923, mientras que en la “isla grande” tenía lugar la guerra civil. Es la historia de una amistad entre dos personajes peculiares y también un reflejo de cómo era el mundo rural en la época con sus cotilleos, el pub como centro de la vida social, el gran consumo de alcohol, etc. Muy buenas interpretaciones y una narración hecha con gran sensibilidad en el tratamiento de los personajes y unas magníficas vistas de la isla. Una buena película.

 

El acusado. Una producción francesa sobre el tema de la violación. Una película realmente magnífica por  muchas razones, pero sobre todo porque expone muy bien los diferentes puntos de vista y lo hace sin ningún tipo de maniqueísmos. Tiene un guion construido al milímetro y unos discursos en el juicio que se siguen con total interés porque reflejan los diferentes puntos de vista con mucha claridad. Muy recomendable.

 

El triángulo de la tristeza. Producción sueca dirigida por el polémico y muy crítico director Ruben Östlund. Como corresponde se trata de una comedia en la que se pone en solfa desde el mundo de la moda a los influencers pasando, sobre todo, por las clases sociales. Para ello divide la película en tres partes de las que la segunda es un verdadero desmadre con ese crucero de lujo en el que los ricos terminan vomitando y… Quizá le sobra a la película algo del metraje tanto en esta parte como en la tercera porque queda muy claro enseguida de qué va la cosa. Ha sido elegida como la mejor película europea del año. No puedo opinar porque no he visto las suficientes para hacerlo. Desde luego es buena e interesante.

 

 

Series

 

 

No me gusta conducir. Miniserie española de 6 episodios de 30 minutos. Su creador es Borja Cobeaga lo que ya da idea de que estamos ante una comedia. Es un buen divertimento y, quizá lo más importante, se puede ver en familia; de hecho mi hijo de 12 años es el que más veces se rio al menos en los primero capítulos. Buenas interpretaciones. Una serie que cumple lo que promete.

Movistar +

 

The Crown. Quinta temporada de esta serie británica. Tiene 10 episodios de 59 minutos. Esta temporada está centrada en Carlos y Diana terminando cuando ella va a conocer a Dodi Al-Fayed. Está en la misma línea de calidad que las anteriores y luego depende del interés y/o el conocimiento que cada uno tenga de lo que pasó. Debido a mi mala memoria, casi todo me ha parecido nuevo y me ha entretenido mucho. Por otro lado, me han gustado especialmente las escenas en las que aparece John Major.

Netflix

 

The England. Miniserie británica de 6 episodios de 50 minutos. Yo creía que se trataba de una serie sobre Boris Johnson, pero es más bien una serie sobre la gestión que hizo el gobierno británico de la COVID-19, gestión evidentemente dirigida por Johnson. A mí me ha servido para ver de forma cronológica cómo pasó todo dadas las similitudes en muchas cosas con el caso español, fundamentalmente con lo que sabemos de la gestión que se hizo en la Comunidad de Madrid. Sin embargo, creo que a la serie le sobran si no dos capítulos enteros, sí al menos gran parte de ellos que se dedican a mostrarnos demasiados casos de enfermos prácticamente iguales. Resulta difícil de ver en esos capítulos como ya advierten los productores al inicio. Seguramente es una serie que se debe ver a pesar de todo.

Movistar+

 

El marginal. Serie argentina de 13 episodios de 50 minutos. Esta es la primera temporada de una serie que ha tenido cinco. Es un drama carcelario en el que no falta ningún elemento del género desde los diferentes grupos que pugnan por el poder hasta los funcionarios corruptos aderezado con grandes dosis de violencia. Buen guion, pero sobre todo unas magníficas interpretaciones que hacen creíbles sus personajes. El único problema es que hay muchos momentos, particularmente con algunos actores, en lo que es muy difícil entender lo que dicen porque a un vocabulario complicado se une una escasa vocalización. Es una buena serie, pero echa un poco para atrás seguir viéndola por este problema.

Netflix

 

Manayek. Serie israelí de 10 episodios de 45 minutos. Es una especie de Line of duty, pero con más policías y fiscales implicados en la corrupción aún que en la serie británica. Un guion bien construido, con muchos giros y muchos personajes que, por la dificultad de los nombres, cuesta seguir al principio. Tiene la calidad que suelen tener las series que se hacen en ese país que hace que muchas luego tengan su remake en Estados Unidos.

Filmin

 

The english. Miniserie británica de 6 episodios de 45 minutos. Una western a la antigua usanza con todos los tópicos del género y alguna pequeña novedad. Una inglesa va a los Estados Unidos para vengarse de un hombre por hechos sucedidos en Londres. Allí entra en contacto con un indio, sargento del ejército que se ha licenciado al terminar la guerra, que la ayudará en su cometido. Un drama con momentos muy conseguidos y algún otro en el que me ha parecido que había demasiado “texto”. Es original la presencia de muchos ingleses más o menos recién llegados al oeste. Por cierto, los paisajes son todos de Castilla que es donde se ha rodado la serie que cuenta con una magnífica fotografía.

HBO Max

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