viernes, 21 de agosto de 2015

Recuperando viejos autores




 
Hacía veinte años, desde que leí El día de la independencia y La última oportunidad,  que no leía nada de Ford. Estaba incluido entre los autores anglosajones de los que me había cansado como ya he comentado más de una vez en el blog. Dentro de la recuperación que estoy haciendo de esa literatura durante este año (a partir de los descubrimientos de Fante, Bunker o Banville) y por varias recomendaciones, acabo de leer esta magnífica novela que por algo fue tan aclamada por la crítica cuando se publicó hace dos años.
“Monumental, inolvidable, excepcional, hermosa, turbadora, apasionante, infinitamente poética y refinada, virtuoso manejo del suspense narrativo, …”; estas son algunas de las cosas que se han dicho del libro y que la editorial ha puesto en la contraportada o en la faja de la 5ª edición. Creo que califican y describen bastante acertadamente lo que supone esta gran obra.
A mí me ha resultado un libro totalmente absorbente desde el espectacular comienzo: (“Primero contaré lo del atraco que cometieron nuestros padres. Y luego lo de los asesinatos, que vinieron después.”), hasta la reflexión final. Resulta realmente impresionante la facilidad con la que Ford te mete en una historia de la que lo que menos importa es el final –de hecho se conoce de alguna forma- sino cómo se va acercando a los momentos culminantes y cómo cada personaje hace y dice lo que tiene que hacer y decir; no da la impresión de que sobre ni falte nada en un libro de más de 500 páginas aunque es cierto que la primera parte me parece más conseguida y redonda que las otras dos.
Curiosamente se trata de un texto en el que resulta difícil cualquier identificación con sus protagonistas por muchas y variadas razones e incluso no se llega a entender muy bien alguno de sus comportamientos y de sus decisiones, pero no importa, y creo que ahí está uno de los aspectos de la grandeza del libro, porque se sigue la historia de una forma bastante hipnótica y eso solo se consigue con una gran capacidad narrativa y literaria que está al alcance de no demasiados escritores.
Un gran libro. Hay un buen comentario de Salvador Gutiérrez en el siguiente enlace.
 
 
Richard Ford, Canadá

1 comentario:

  1. He leído alguna novela de Ford. Parece un libro interesante, lo tendré en cuenta.
    Un saludo.

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