viernes, 22 de marzo de 2019

Citas últimas lecturas


Memoria

La abuela me enseñó: La memoria es como la lengua, siempre va a la muela que más duele”.
Guillermo Saccomanno, Situación de peligro citado en
Claudia Piñeiro, Un comunista en calzoncillos


Matrimonio

Es normal sentir compasión por los matrimonios, especialmente por los matrimonios que comienzan a acumular años de vínculo conyugal, porque todos sabemos que el matrimonio es la más terrible de las instituciones humanas, pues requiere sacrificio, requiere renuncia, requiere negación del instinto, requiere mentira sobre mentira, y a cambio de la paz social y la prosperidad económica.
Manuel Vilas, Ordesa


Literatura

Se escribe una cosa u otra según sea el papel, la mano, el boli, la pluma o el ordenador o la máquina de escribir. Porque la literatura es materia, como todo. La literatura son palabras grabadas en un papel. Es esfuerzo física. Es sudor. No es espíritu. Basta ya de menospreciar la materia.
Manuel Vilas, Ordesa


Dinero

Pero al final un divorcio, en el capitalismo, acaba reducido a una lucha por el reparto del dinero. Porque el dinero es más poderoso que la vida y que la muerte y que el amor.
El dinero es el lenguaje de Dios.
El dinero es la poesía de la historia.
El dinero es el sentido del humor de los dioses.
Manuel Vilas, Ordesa


Edad, Vejez

El envejecimiento es nuestro futuro. Lo disfrazamos con palabras como “dignidad”, “serenidad”, “honestidad”, “sabiduría”, pero cualquier anciano renunciaría a esas palabras con tal de que le quitaras cinco años de encima, o incluso cinco meses.
Manuel Vilas, Ordesa


Enseñanza, profesor

Los institutos españoles de enseñanza media eran edificios sin gracia, construcciones deficientes, con pasillos ingrávidos, con aulas frías en los inviernos y tórridas ya incluso en las primaveras. Las tizas, las pizarras, la sala de profesores, las fotocopias, el timbre sonando al término de la clase, el café con los compañeros, las tapas defectuosas, mal cocinadas, los bares sucios.
(…) Y aquellos compañeros enloquecieron de medianía y adocenamiento y humillaban y despreciaban a sus alumnos. Aquellos chicos eran humillados y ofendidos por los profesores, esos mediocres con rencor hacia la vida. No todos eran así. Había profesores que amaban la vida e intentaban transmitir ese amor a sus alumnos. Es lo único que debe hacer un profesor: enseñar a sus alumnos a amar la vida y a entenderla, a entender la vida desde al inteligencia, des de una festiva inteligencia; debe enseñarles el significado de las palabras, pero no la historia de las palabras vacías, sino lo que significan; para que aprendan a usar las palabras como si fueses balas, las balas de un pistolero legendario.
(…) Están mucho más alienados los profesores que sus alumnos. Oía insultar a los alumnos en las juntas de evaluación, castigarlos por cómo eran, suspenderlos en sádicos ejercicios de poder. Ah, el sadismo de la enseñanza. Los alumnos son chicos jóvenes, están nuevos. Los profesores españoles se rasgan las vestiduras porque sus alumnos no saben tal o cual cosa. No sé, no saben quién fue Juan Ramón Jiménez o cómo resolver integrales o cuál es la fórmula del anhídrido carbónico y cosas así. No se dan cuenta de que lo que a ellos les parece importante no es más que una convención, una construcción cultural, un acuerdo colectivo que a sus alumnos, simplemente, no les interesa. Los chicos no están alienados bajo esas grises convecciones. Ven esas convecciones como las vería un extraterrestre. Nadie censuraría a un extraterrestre por no conocer nuestros tópicos y nuestras supersticiones sobre la historia, la ciencia y el arte. Ellos son de otro mundo, los chicos de 15 años ya son de otro sitio.
Manuel Vilas, Ordesa


Edad,Vejez

Los viejos hambrientos poseen cuerpos que ya no funcionan, que solo gastan comida, como los coches que queman aceite; coches de alto consumo y bajo rendimiento.
Así son los viejos, alto consumo y bajo rendimiento. Eso es envejecer.
Manuel Vilas, Ordesa

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